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Vox Cantabria sigue sufriendo las réplicas de los escándalos en su grupo parlamentario. Tras la denuncia por escuchas ilegales en los despachos de ... los diputados y la intervención de Madrid para frenar el conflicto entre Leticia Díaz y Cristóbal Palacio, ahora es la dirección regional la que intenta distanciarse de las luchas por el poder en el Parlamento. La presidenta de Vox Cantabria, Laura Velasco, ha reformado el organigrama de mando para reforzar el papel del partido y, sobre todo, remarcar su independencia respecto a lo que sucede en el grupo parlamentario. Una serie de cambios que, a la postre, suponen también relegar al núcleo cercano de Leticia Díaz que contaba con voz y voto en la toma de decisiones a nivel regional y municipal.
La salida más llamativa del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) es la de la diputada Natividad Pérez Salazar, inseparable de Leticia Díaz y su mano derecha en el Parlamento. Profesora, empresaria, expresidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria y exconcejal de Escalante, apenas llevaba siete meses en la dirección regional, a la que entró cuando Emilio del Valle anunció su dimisión como presidente del partido en Cantabria el pasado marzo.
Su puesto lo ocupará José Joaquín Bengochea, concejal en Los Corrales de Buelna y candidato al Senado por Cantabria en 2019. 'Chea', como se le conoce en Vox, fue uno de los coordinadores municipales que defendió la independencia del partido frente al grupo parlamentario. «No hay ningún problema, estamos encantados y nos llevamos todos bien. Esa es la opinión generalizada. Solo hay una discrepancia en el Parlamento por culpa de las listas electorales», señaló a este periódico el pasado marzo, cuando se produjo el cambio en la Presidencia. Fue entonces cuando en una reunión entre Velasco y los cerca de 40 coordinadores municipales que tiene Vox -entre ellos 26 concejales- se puso sobre la mesa este conflicto y los representantes locales exigieron «una solución cuanto antes» al problema interno del Parlamento. Algo que, lejos de conseguirse, solo ha empeorado.
En la práctica, la dirección de Vox Cantabria sigue funcionando como una gestora tras la marcha de Del Valle. Madrid aceptó la recomendación del diputado nacional y colocó a Velasco al frente de este órgano temporal con todas las atribuciones de una presidenta. Y aunque Vox todavía no ha confirmado oficialmente a la concejala de Santander en ese cargo, su ascendencia entre los coordinadores municipales y que haya conseguido forzar estos últimos cambios hacen pensar que será ratificada en el puesto próximamente.
El resto de miembros del CEP -o gestora provincial- se mantienen como hasta ahora si no se producen cambios en el último momento. El vicepresidente es Salvador Sarabia -actual concejal de la formación en Santoña-; el secretario es Juan José Bezanilla y los tres vocales son Ángel Madariaga -concejal en Santander-, Sonia Pacheco -líder de Vox en Miengo e hija del exalcalde de Piélagos, Jesús Ángel Pacheco (PP)- y el citado Bengochea.
Otra de las decisiones tomadas por Velasco ha sido el cese de Daniel Álvarez Ibáñez como número uno del partido en Laredo tras la denuncia por las grabaciones ilegales en el Parlamento. El que fue cabeza de lista al Senado en las pasadas elecciones generales, y que trabaja como asesor para Leticia Díaz en la Cámara, es el principal implicado en el caso de las escuchas ilegales denunciadas por los diputados Cristóbal Palacio y Armando Blanco en la Policía.
Fue el pasado lunes cuando ambos detectaron en la mesa que Daniel Álvarez tiene en el despacho de los asesores del Parlamento, y por el que pasan asiduamente los diputados, «un artilugio de color negro con apariencia de bolígrafo» que les pareció extraño debido a sus dimensiones. Fue entonces cuando Cristóbal Palacio intentó apretar el botón del bolígrafo para utilizarlo, pero la punta no se movió. Al desenroscar la parte superior de la inferior apareció «un conector del interior del artilugio». En la propia denuncia presentada en la Policía, Palacio y Blanco reconocen que desde hace un año existe «una gran rivalidad política» en el grupo parlamentario Vox.
Desde la dirección nacional enviaron esta semana a dos pesos pesados, como Enrique Cabanas e Ignacio Hoces, para mediar en el conflicto. Así que a partir de ahora será Madrid la que controle la actividad del grupo parlamentario y decida el sentido de los votos en los plenos.
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Ana del Castillo
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