«Los lectores tienen que exigir información de calidad y pagar por ello»

-¿Las agencias están tan afectadas como el resto de los medios de comunicación por internet?

-Sí, pero en el buen sentido. Ha sido una gran oportunidad para nosotros. Por dos motivos. Por un lado, nos hemos adaptado bien a la inmediatez que exige internet. Siempre hemos escrito casi en tiempo real. Estamos en un terreno cómodo. Además, la aparición de nuevos medios de comunicación a través de internet ha duplicado las posibilidades de publicar nuestras informaciones. En los medios de papel, siempre hay problemas de espacio. En los de internet, este es infinito. Por otra parte, con la proliferación de las noticias falsas, agencias con nuestra fiabilidad, que son un referente, son demandadas.

-De los medios tradicionales, ¿diría que la radio resulta la más privilegiada por internet?

-Sí, sobre todo por la ventaja de las nuevas tecnologías. Ya no se necesita un transistor. Con un teléfono, que todo el mundo tiene, sirve.

-El futuro del formato papel es lo más recurrente durante las charlas y seminarios de periodistas. ¿Usted cómo lo ve?

-No creo que desaparezca, al menos no en un plazo corto. No sé si alguien es capaz de poner una fecha de caducidad al papel. También se dijo lo mismo de la radio cuando apareció la televisión. Aunque no es comparable, supieron hallar un modo de convivir. Hay que esperar. Yo creo que el periódico de papel sobrevivirá, aunque sea un minoría quien lo consuma en un futuro más lejano.

-¿Cree que una alternativa posible son las plataformas de pago? ¿Se llegará a un equilibrio para que sobrevivan, al menos en internet?

-Hemos acostumbrado al público a dar todo gratis a través de internet durante años. Ha llegado el momento de hacer el proceso inverso. El lector tiene que exigir buenas informaciones y hay que decirle que debe de pagar por ello. Pero eso supone que debemos de aguantar las críticas que llegan. Ser fuertes. Y por el camino, dar una información de calidad por la que merezca la pena pagar. Sólo de esta manera terminarán aceptándolo.

-Desanimé a mi hija a estudiar Periodismo ante un panorama en el que las generaciones más jóvenes que llegan a esta profesión están mal pagados. ¿Cree en el cambio?

-(Risas) ¿Tú también lo hiciste? Voy a empezar haciendo una reflexión general: creo que los trabajos ya no van a ser para toda la vida, como hasta ahora. No sé bien cuál será la fórmula, pero creo que la tendencia serán las colaboraciones en distintas empresas, y no me refiero solo a las periodísticas. Dicho esto, somos nosotros los primeros que deberíamos de defender más nuestra profesión. No somos nada corporativistas. Creo que es un error y es algo que deberíamos sentir desde que entramos en la facultad. Esto se lo digo continuamente a los estudiantes con los que tengo contacto. Escribir mensajes en Twitter no te hace periodista.

-¿Cómo ve a esas nuevas generaciones de periodistas al existir tantos medios alternativos? La formación parece más complicada.

-Lo tienen complicado, la verdad. Pero lo cierto es que tenemos unas generaciones muy bien preparadas, que dominan las nuevas tecnologías, algo propio de un nativo digital. Eso les confiere una ventaja. También dominan los idiomas. Por otra parte, tengo la sensación de que la enseñanza que reciben en la universidad es demasiado académica, algo que también nos sucedía a nosotros, pero lo teníamos más fácil para acceder después a un medio de comunicación en el que formarnos.

-¿No puede llegar a ser frustrante escribir una noticia que aparecerá en otro medio sin que lleve la firma de uno?

-El periodista de agencia no es vanidoso. Tiene muy claro que trabaja para el resto de medios y también es una satisfacción ver tu información publicada en todo el mundo. EFE tiene el mayor poder de difusión del mundo. Estamos en 180 ciudades de 120 países.