Eva Guillermina Fernández
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Eva Guillermina Fernández
Está convencida de que «no se conoce bien la realidad de las empresas culturales» y cree que «nunca han existido políticas culturales en Cantabria con visión de conjunto y verdaderas estrategias». La consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Eva Guillermina Fernández, dejó claro esta ... semana en su comparecencia en comisión parlamentaria su apuesta por potenciar el patrimonio cultural para atraer turistas, extender la oferta para revalorizar el territorio y combatir la estacionalización del turismo. Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Cantabria, acumula más de veinte años de experiencia en la gestión cultural tanto privada como pública. En esta entrevista anuncia la puesta en marcha de la catalogación digitalizada integral del Patrimonio de Cantabria.
-¿Qué significa política cultural? ¿Cree que existe realmente en Cantabria?
-No me gustaría recurrir a una definición de diccionario, pero al final las políticas culturales no dejan de ser un conjunto de medidas para planificar lo que va a ser la cultura de un territorio durante un número de años y eso es lo que pretendemos hacer aquí en la medida de nuestras posibilidades. En nuestra región no se han realizado verdaderas políticas culturales, sino muchas iniciativas aisladas pero sin una visión de conjunto y sin estrategias a medio o largo plazo.
-A muchos sorprendió políticamente su traslación. Primero bajo el paraguas de Ciudadanos (en la gestión municipal) y ahora bajo el del PP, aunque ambas responsabilidades sean en el ámbito de la cultura.
-Yo es que he sido siempre militante del Partido Popular, también cuando me llamó Ciudadanos. Así que considero que en mi caso no ha habido ningún cambio especial. Ciudadanos me dio la oportunidad de gestionar la cultura para el Ayuntamiento de Santander y lo hice con dedicación y lealtad, pero mi lugar natural es este con el PP.
-¿Qué echaba en falta cuando tenía una empresa en el terreno privado, y qué se pediría a sí misma ahora que puede decidir como consejera en el ámbito público?
-Pues desde luego una mayor agilidad en la gestión de los procedimientos y su simplificación. Por supuesto, sé que las cosas no se ven igual desde un lado que desde el otro, y hay que procurar estar en todos para ver las dificultades. La escasez de medios y de personal es lo que provoca a menudo las demoras y el exceso de trabas burocráticas, y conociendo ambos lados es necesario suavizar esas cuestiones.
-Se habla de los cien días protocolarios, aún no cumplidos, pero ¿hasta ahora solo hemos visto mucha foto oficial y pocos contenidos y anuncios?
-Es cierto. Pero creo que antes de hacer anuncios es importante conocer la propia casa, saber cuál es la situación y hacer un diagnóstico. Conocer muy bien qué es lo que se tiene, los recursos, qué cosas funcionan y cuáles no. A partir de ahí habrá que decir qué cosas hay que cambiar.
-Al levantar las alfombras, como se dice coloquialmente, ¿se han encontrado mucho polvo, agujeros negros, muchos 'Mupacs'?
-Siempre que se levanta una alfombra uno se encuentra polvo en mayor o menor medida. Y sí hemos encontrado algún agujero que otro, muchas facturas pendientes de pago, incluso de años anteriores y, sobre todo, muchos problemas de gestión tanto a nivel de recursos humanos como de eficiencia presupuestaria que requieren trabajar en ello de inmediato.
-¿Cuáles son las prioridades de su gestión tanto a la hora de corregir como de avanzar?
-Es preciso optimizar la relación con la Sociedad Regional de Cultura y Deporte. No puede funcionar como un órgano de espaldas a la Consejería. Hay tener mucha más relación, fluida y, sobre todo, transparente. Porque las Sociedades son herramientas muy útiles pero que tienen que estar al servicio de la Consejería para agilizar la gestión o para llegar a aquello que a la Consejería le cuesta. Y para eso necesitamos una mayor comunicación entre la dirección de la Sociedad y la de Cultura, pero también reorganizar los recursos y el personal.
-¿El Palacio de Festivales cambiará su estructura?
-Lo que quiero es que haya un director artístico como tal, que ahora no existía. El Palacio, además de elaborar una programación cultural, puede tener una dimensión mayor.
-Lo del bosque y los árboles. ¿El mantra de las grandes infraestructuras no está impidiendo ver con claridad el tejido cultural?
-En términos generales, creo que es así. La gente se fija mucho en los grandes contenedores, pero lo otro es más importante. El tejido cultural es uno de los grandes valores porque hacen la cultura de cercanía, son los que sirven para coser el territorio, tienen implantación en los barrios y en el territorio rural y son los que hacen que la cultura llegue a todas partes. Los Mupac, Centro Botín, Faro Santander... están muy bien, pero no dejan de estar limitados territorialmente.
-¿Se va a sentar con representantes del sector cultural?
-Sí, vamos a constituir unas mesas de trabajo tanto con las entidades en defensa del patrimonio como de las artes escénicas y la música, los creadores en general. Mesas sectoriales para contar con los verdaderos protagonistas y darles voz y escucharles.
-El Mupac ha estado desde el inicio de legislatura en boca de todos.
-Se han ralentizado los trabajos, pero nunca en realidad se han interrumpido. Los trámites administrativos demoraron la llegada de la maquinaria nueva tras la modificación del contrato. Y no están previstas demoras sobre los plazos anunciados. Tampoco creo que deben surgir más complicaciones o sorpresas. Del resto de obras heredadas el proyecto que avanza mejor es el de La Lechera en Torrelavega, que terminará en tiempo y forma. Pero no caben sorpresas extraordinarias.
-Pero es curioso. ¿Qué opina de paradojas como la carencia de un espacio expositivo público digno en Santander?
-Hay muchas infraestructuras, es verdad, pero se corre el peligro de crear una sucesión de ellas sin contenido. Falta una gran sala de exposiciones, aunque hay cosas en marcha. Además, vamos a crear un equipamiento cultural en el convento de Las Clarisas de la calle Alta, tras ser adscrito a Cultura.
-¿Está previsto un cambio en la dirección del Festival Internacional de Santander (FIS)?
-Valentina Granados (actual directora) ha manifestado su voluntad de jubilarse en los próximo meses, con lo que hay que buscar una persona que la suceda en el cargo. Hay que reconocer su labor de gestión en una etapa muy difícil tras haber conseguido cifras de asistencia y calidad verdaderamente relevantes.
-Al margen de nuevos proyectos que puedan surgir en estos cuatro años. ¿Cuál es lo más inmediato ya en cartera?
-Pues de cara a la futura exposición en la Lechera (cuyas obras concluirán en mayo) de la Colección Norte, vamos a abordar su definición y discurso. Se creará un comité de expertos que marque los criterios de la Colección y su diferencia del resto de bienes patrimoniales, además de fijar los futuros criterios de compra para enriquecer los fondos. Lo que no puede ser es que el consejero de turno elija a dedo las adquisiciones.
-¿Qué recorrido cabe esperar del Año Jubilar Lebaniego?
-El esfuerzo está encaminado a reorientar la labor de promoción. Es el caso de los acuerdos con las compañías aéreas. Lo que quiero dejar claro es que para nosotros lo importante no es el Año Jubilar, sino el propio Camino. Al margen de los apenas cinco meses que quedan, lo importante el periodo que transcurre hasta la próxima efeméride tanto en promoción como en albergues, patrimonio, con pequeños goteos de actividades. No hay que inventar nada. Además, la promoción se ha hecho básicamente en Cantabria cuando lógicamente el peso debe recaer fuera.
-Y en perspectiva, dos decretos para tratar el problema de las viviendas turísticas y el de las autocaravanas...
-Vamos a constituir una mesa de trabajo este mes de octubre sobre las viviendas de uso turístico con todos los involucrados en el sector de cara a mejorar el decreto. Pero su alcance es limitado. Quienes tienen la llave son los ayuntamientos. En el caso del de autocaravanas es más complicado porque involucra a otras administraciones como Costas y Parques Naturales.
-¿La manida desestacionalización del turismo tiene soluciones eficaces?
-El objetivo es seguir trabajando en lograr no necesariamente más turistas, sino de mayor calidad, que dejen mejores márgenes en Cantabria. Hay que buscar iniciativas que consoliden un modelo de Cantabria turística cuatro estaciones. En verano no necesitamos más turistas, sino el resto del año. La capacidad de carga del territorio es limitada y vamos a encargar un estudio. Cantabria no ha alcanzado ese límite del que se habla en otros sitios donde asoma la turismofobia, pero lo que sí ocurre es que todos los turistas vienen en la misma época. Las políticas deben ir a desestacionalizar y a crear flujos en verano con rutas alternativas y redirigir esos flujos hacia otros territorios.
-¿Se esperan cambios en Cantur?
-Sucede lo mismo que lo explicado en la Sociedad Regional. Es necesaria una relación muy fluida y constante entre el director de Cantur y el de Turismo. Reorganizar el tema de personal y racionalizar los recursos y presupuestos es lo que prima ahora.
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