«La ley del 'solo sí es sí' está presidida por el fanatismo»

Muy implicado en la redacción de la proposición de ley presentada por el PSOE para reformar el texto, Javier Álvarez, considerado uno de los catedráticos de Derecho Penal más renombrados del país, se pronunció en estos términos durante la conferencia que impartió a medio centenar largo de estudiantes en la Facultad de Derecho de la UC, que el jurista conoce bien porque ejerció como profesor allí y a la que llegó mediada la mañana perseguido aún por las polémicas declaraciones que viene realizando en relación a esta ley, de la que ha llegado a asegurar que «está preñada de caprichos políticos y de monumentales defectos técnicos».

Nada distinto a lo que dijo ayer a los alumnos de Derecho Penal, a los que saludó con un consejo: «No se deben hacer las reformas penales a tontas y a locas» porque, entonces, pasa lo que pasa, «que, ahora mismo, con la reforma de la ley sobre el delito de sedición, el Estado no tiene ninguna respuesta a una nueva intentona secesionista sin el empleo de la violencia».

Dicho eso, Álvarez puso la conferencia rumbo a su continente, «la reforma de los delitos contra la libertad sexual», una temática sobre la que habló en pasado, en presente y mucho en futuro para intentar explicar a los chicos hacia donde va la legislación de la mano de un texto del que él mismo ha renegado en público y por el que fue llamado por la ministra de Justicia, Pilar Llop, cuando el PSOE creyó necesario sofocar el incendio provocado por su socio de Gobierno.

Acusado de 'machirulo' por el exvicepresidente Pablo Iglesias (Madrid, 1978, «Azotaría a Mariló Montero hasta que sangrase») por cargar contra la nueva ley preguntándose «si la pareja duerme, ¿la tengo que despertar?», el jurista no solo no se retractó sino que, muy al contrario, insistió en esa pregunta para cuestionar el eje principal sobre el que el ala podemita del Ejecutivo hace pivotar la ley del 'solo sí es sí'; el consentimiento.

«Quisiera saber si alguno de ustedes, alguna vez en su vida, por la mañana, nada más despertarse, estando su pareja al lado, se la han acercado, la han abrazado y la han dado un 'besito'. Bueno, pues, con esta nueva ley, eso constituye agresión sexual, porque, tal y como está definido el consentimiento en la norma, antes deberíamos despertarla. Esta es una de las razones por lo que la ley del 'solo sí es sí' va a plantear muy serios problemas», advirtió el jurista.