Un liderazgo con nombres y apellidos

Economía, Fotónica, Óptica, Biomedicina, Prehistoria, Ingeniería Química, Materiales, Ingeniería Hidráulica... Al 'oro' de la UC se ha contribuido desde distintas áreas de conocimiento, entrelazadas en muchos casos, y con las miras puestas en la colaboración internacional. Desde la ciencia básica y la aplicada, desde la experiencia, los investigadores de la UC -en este reportaje, representados por 17 de ellos- reivindican la ciencia como motor y como respuesta social.

«Este primer puesto nos llena de orgullo y nos anima a seguir trabajando, a mejorar», resume Ramón Agüero, coordinador del Grupo de Ingeniería Telemática, con varios proyectos activos en ciberseguridad, 'smart cities' o redes inalámbricas. Lo celebra también Álvaro Rada, investigador del Ibbtec que obtuvo en 2019 la ayuda europea 'ERC', subrayando de paso la posibilidad de que este primer puesto funcione como un reclamo para la UC, «como un imán para seguir atrayendo» a buenos estudiantes y científicos a Cantabria. Esa es una de sus metas: atraer al grupo que lidera, dedicado a descifrar la parte del genoma referida a los 'potenciadores capacitados', a más científicos punteros.

A la Biomedicina se asoman también el catedrático Fernando Moreno y su grupo de Óptica, destacado en el estudio de la luz. Además de estar inmersos en el proyecto europeo 'Phemtronics', buscan aplicaciones en el campo biomédico, por lo que la colaboración que mantienen con el Idival y el Hospital Valdecilla es «muy intensa». Moreno, que lleva décadas dedicado a la investigación, está convencido de que hacer ciencia es hacer sociedad. «La economía basada en el conocimiento ha demostrado ser la economía del futuro. Y el conocimiento se adquiere investigando», reivindica.

Ciencia y futuro van de la mano, tienen que ir de la mano, coincide María Cruz Berrocal, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas (IIIP). «Lo que vayamos a investigar ahora marcará lo que, como sociedad, seremos en el futuro». Ella, que como Rada participó del 'Programa Star2' de captación de talento, y que ha abierto una línea de trabajo arqueológica muy novedosa en el Pacífico, defiende la inversión en ciencia como un derecho: «La investigación la tenemos que defender desde nuestra propia actividad, pero también desde lo público, desde el apoyo incondicional de la Administración».

«La inversión en ciencia es una inversión de futuro», reivindica Fernando Rodríguez, científico de larga trayectoria al frente del grupo de Altas Presiones y Espectroscopia, dedicado al estudio de los materiales -'macro' y 'nano'-, y cuyo expediente está cuajado de colaboraciones con empresas locales e instituciones extrajeras. «Una universidad que se encierra en sí misma no evoluciona. Es fundamental la colaboración internacional» -subraya el catedrático- porque «da perspectiva y es una forma de realimentarse».

Cuando habla de apostar por la ciencia, Rodríguez recuerda que no es una inversión en saco roto, sino en «talento», en personas «con ideas», en independencia. Su colega Fernando Moreno trae a colación que la estrategia nacional está marcada por la escasez de fondos y la lentitud. «Y la investigación tiene que ser ágil. Es una carrera permanente».

Y tanto. El primer puesto de la UC no es si no resultado de «un trabajo sostenido en el tiempo, atrayendo talento, formando al que ya tenemos; y apostando por las convocatorias, la colaboración con otros grupos y la búsqueda de medios», resume Raquel Ibáñez, del Departamento de Ingeniería Química y Biomolecular, un área donde combinan ciencia básica y aplicada sin perder de vista el contexto. En el Instituto de Hidráulica, que acumula prestigiosos hitos a sus espaldas, también miran alrededor. Javier López Lara, al frente de grupo de Hidrodinámica e Infraestructuras Costeras, lo resume así: «Una parte fundamental de la investigación es mejorar las condiciones sociales, dar respuestas a problemas reales. Eso es transferencia del conocimiento».