¿Qué fue de los líderes del 15M en Cantabria?
Diez años después ·
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Diez años después ·
La mayoría de los protagonistas del movimiento que llenó las plazas se mantiene al margen de la política tras una experiencia lastrada por las guerras internasEncarnaron la desafección y la ilusión por un cambio en el rumbo y sobre todo por las formas de hacer política en España. Tal día como hoy hace diez años miles de jóvenes y mayores abarrotaron las plazas de las principales ciudades, también Santander, para hacer una enmienda a la totalidad a los vicios de la «vieja política». Y aunque no todos los indignados compartieran un ideario político, el 15 de mayo de 2011 (15M) sí supuso un catalizador clave para la entrada en escena de diferentes nombres y apellidos en la vida pública de Cantabria, protagonistas que supieron canalizar el estado de ánimo de la sociedad en un movimiento influyente dentro del tablero político. Nació Podemos, en 2015;y con él Podemos Cantabria, una formación que a pesar de –o gracias a– su novedad en el tablero logró convencer en unos meses a 28.895 votantes en las elecciones al Parlamento. La mayoría de esos precursores del 15M –después de la formación morada– son los mismos que hoy prefieren mantenerse al margen de la «conquista de los cielos», al menos desde las instituciones. A caballo entre la nostalgia y la amargura, los promotores del «cambio político» han seguido la misma estela que otros miembros nacionales del partido, marcado por la «inexperiencia, los egos y un modelo horizontal» que pronto abonó el terreno a la crispación.
Uno de los nombres más destacados de las protestas del 15M, hoy decidido a estar alejado de la política, es el del exsecretario general de Podemos en Santander, Juanma Brun. Actor fundamental en el discurso de aquel grito popular, recuerda con «sensación dulcísima» lo que supuso aquel levantamiento de «dignidad» y su cristalización en un Podemos que, si bien «logró cambiar muchas cosas», cabalgó con «demasiadas contradicciones, purgas y personalismos». Él se dio cuenta en menos de un año: perdió toda confianza en el proyecto y, desilusionado, optó por centrarse en la abogacía y la escritura.
El desencanto de estos ideólogos por su paso por las instituciones se produjo en otros casos antes o después. José Ramón Blanco, antiguo jefe de filas y exdiputado morado en Cantabria, se cuida de salvar de sus críticas a los colectivos sociales –parte activa en las protestas de hace diez años–, que «sí inspiran la canalización de las reivindicaciones, olvidando egos». El salto de las plazas al escaño en el Parlamento tampoco fue el esperado para él. Ni los resultados de la acción política, a su juicio:«No hemos conseguido nada».
Esa visión próxima al desengaño y con referencias a la «orfandad» del electorado a la izquierda del PSOE la comparte su excompañera Rosana Alonso, tan entusiasmada por la «fuerza» que significó el 15M como reflexiva al hablar de los «errores cometidos y por los que hay que pedir disculpas». Si bien fue una «herramienta útil para llevar el 15M a las instituciones», ahora no cree que Podemos esté abarcando todas las necesidades de la sociedad. Ya habló en su día de las desavenencias personales y los «golpes de estado» de la dirección nacional, hitos que aunque explican su salida del partido no la hacen renunciar a mantenerse a disposición «y donde haga falta para impulsar la justicia social en Cantabria».
Es una excepción. Muchos de los mismos líderes que quisieron proyectar los deseos del 15M en políticas reales hoy no quieren saber nada de la vida pública. El recuerdo deja un gusto «agridulce» para otro exdiputado en la IX Legislatura, Alberto Bolado. Y más allá los cambios logrados o que muchas de las reivindicaciones se hayan quedado en «avances cosméticos», hay una decisión que tiene tomada desde que fue expulsado:«No me quiero implicar en nada».
Otra de los protagonistas del movimiento que hoy cumple diez años es la también exparlamentaria Verónica Ordóñez, hoy alejada de la formación pero no tanto de sus ideas. «Es injusto centrarse en los errores. Al intentar representar a la sociedad, Podemos también es cambiante y se adapta a las demandas de cada momento», aboga, antes de asegurar que el partido está mucho más «cohesionado» que antes.
Como actual secretario general de Podemos Cantabria, Luis del Piñal, sin embargo, encarna la ilusión por abanderar lo que queda del partido y reeditar la conquista del 15M a través de asientos en el Parlamento. «Confía en que esa «semilla» no se ha perdido, «ha madurado» y que «no se puede hablar de fracaso», todo antes de sostener que la realidad a la izquierda del PSOE es el espacio de Unidas Podemos».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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