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Nacho González Ucelay
Lunes, 29 de julio 2019, 07:27
Los cinco principales líderes políticos de Cantabria han permanecido toda la semana muy atentos a la frenética actividad en el Congreso de los Diputados, del que, quien más, quien menos, todos esperaban ver salir de la mano al primer gobierno de coalición de la historia ... de España. Para su sorpresa, y la del conjunto de la sociedad, lo único que han conseguido ver –además de un espectáculo político nada tonificante al que la mayoría califica con gruesas palabras– es cómo naufragaba la investidura del candidato socialista y presidente en funciones, Pedro Sánchez. Un resultado que vuelve a poner el contador a cero y, en consecuencia, a retrasar la puesta en marcha de los motores del país y de la comunidad autónoma.
Miguel Ángel Revilla (PRC)
En este caso certero pronosticador, el secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, que ya venía advirtiendo de que las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos estaban condenadas al fracaso («la investidura no va a salir adelante», vaticinó hace ya un par de semanas), no se sorprendió por los resultados. «Los dos partidos son de izquierdas, pero están en las antípodas ideológicas», dice el presidente cántabro, a quien sí le extrañó, en cambio, «que Unidas Podemos no aceptara la oferta que le hizo el PSOE porque a mí me parece que era una oferta muy generosa».
«No entiendo que no la aceptara», insiste Revilla, que reprueba a la formación de Pablo Iglesias «el sainete de la segunda sesión», cuando, según cree el regionalista, «demostró que más que programas lo que en realidad estaba buscando era más carteras».
A su juicio, a Unidas Podemos «se le ha pasado el tren porque estoy convencido de que ya no va a haber más contactos».
Eso le hace pensar al regionalista que sólo quedan dos alternativas. «Que o bien el PP o bien Ciudadanos reflexionen, se abstengan y permitan la elección de Pedro Sánchez mirando por el interés general en un otoño en el que se va a conocer la sentencia del juicio del 'procés'» o «que tengamos que repetir las elecciones generales».
Revilla, que en el primer escenario ve más factible un paso atrás de los populares que de los naranjas, prefiere la primera vía.
«Yo no quiero nuevas elecciones. No porque vayan a perjudicar al PRC. Creo que íbamos a sacar más votos. No las quiero porque son perjudiciales para España y los españoles». También para Cantabria y los cántabros, «porque estamos trabajando con los presupuestos prorrogados de 2017 y dejando de ingresar 135 millones de euros».
Por eso, y por los acuerdos firmados con el PSOE en materia de infraestructuras fundamentalmente, «para nosotros es muy importante que tengamos pronto un gobierno. Pero no un mal gobierno».
María José Sáenz de Buruaga (PP)
Ladeando «el bochornoso espectáculo que hemos vivido esta semana», la presidenta del PP en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, extrae de la sesión de investidura «que Pedro Sánchez es incapaz de generar una confianza mayoritaria en torno a un proyecto de nación» y «que sólo ha podido llegar a la Presidencia uniendo fuerzas negativas en una moción de censura».
A su modo de ver, el líder socialista «es hoy sinónimo de inestabilidad para España y un motivo de preocupación para muchos millones de españoles, porque, con él, siempre cobran un excesivo protagonismo las fuerzas políticas más radicales y más extremas de nuestra democracia».
Ante la «clamorosa falta de proyecto político de los socialistas», Sáenz de Buruaga cree que España «necesita partidos que sean capaces de pactar para mejorarla y seguir construyéndola, no destruyéndola, y un buen presidente del Gobierno, no un mercader que quiere sobrevivir en el poder a cualquier precio». Porque, dice la presidenta popular, «lo que se ha visto en estos últimos días en el Congreso ha sido un espectáculo lamentable de mercadeo de sillones».
Lo mismo que a Miguel Ángel Revilla, a Sáenz de Buruaga no le parece que la repetición de las elecciones «sea el mejor escenario posible», pero si esa posibilidad cristalizara «el PP estará ahí».
La presidenta de los populares, para quien «cualquier cosa es mejor que el escenario que plantea Sánchez», también se refiere con crudeza a la posición en la que queda Cantabria. «El acuerdo que alcanzaron PRC y PSOE queda en el limbo y los hipotéticos y ficticios compromisos de los socialistas con la región, si es que alguna vez existieron, seguirán retrasándose en el mejor de los casos», asegura.
Pablo Zuloaga (PSOE)
Convencido de que Pedro Sánchez «ha puesto los intereses de España por delante de sus intereses personales o de los intereses del partido» («algo que el resto de fuerzas parlamentarias no puede decir», añade), el secretario general del PSOE en Cantabria, Pablo Zuloaga, reconoce que «lo vivido esta semana en el Congreso de los Diputados es algo a lo que, ciertamente, no estábamos acostumbrados».
Dice el socialista que estos días «hemos tenido que presenciar cómo el PP y Ciudadanos, con tal de poder acusar al presidente Sánchez durante los próximos cuatro años de una investidura condicionada por los partidos independentistas, han decidido bloquearla», una maniobra a la que, según él, «se ha sumado Unidas Podemos de forma vergonzante y por segunda vez».
Sobre el espectáculo vivido el jueves pasado en la tribuna de la Cámara «y el mercadeo al que quería reducir Unidas Podemos algo tan crucial para España y los españoles como un gobierno estable», cree Zuloaga que «no hay mucho que decir porque se describe sólo».
Y en cuanto a la posición en que el estrepitoso fracaso de la investidura de su líder coloca a Cantabria, el vicepresidente regional recuerda «no hace falta dedicarse a la gestión pública para darse cuenta de que el hecho de que no haya gobierno, y, por tanto, de que no haya presupuestos, no es bueno ni para España ni para Cantabria».
Félix Álvarez ( Ciudadanos)
En la misma línea que los anteriores, el portavoz parlamentario de Ciudadanos en Cantabria, Félix Álvarez, no se anduvo con ambages a la hora de calificar el desenlace de la sesión de investidura de Sánchez, «un esperpento indecente en el que no escuchamos ni una sola propuesta sino en el que más bien asistimos a un auténtico mercado persa en el que PSOE y Unidas Podemos se quedaron a un sillón de cerrar su acuerdo para gobernar».
Álvarez, a quien le «choca» que «después de tres meses mareando la perdiz, Sánchez haya pretendido formar un gobierno en coalición en cuatro días», no cree, sin embargo, que el panorama actual vaya a afectar al acuerdo firmado por regionalistas y socialistas para Cantabria «porque, independientemente de quién esté en el Gobierno de España, esas son reivindicaciones necesarias y justas a las que nosotros no debemos renunciar».
Con la vista puesta en el futuro, el líder de Ciudadanos en la región pronostica un acuerdo de gobierno antes del día 23 de septiembre, «aunque, viendo cómo trabaja Sánchez, a golpe de las encuestas de Tezanos, igual nos aboca a unas nuevas elecciones si piensa que esa solución le puede beneficiar».
Cristobal palacio (Vox)
Ofreciendo una visión diferente, el líder de Vox en Cantabria, Cristóbal Palacio, cree que el hecho de que PSOE y Unidas Podemos no alcanzaran un acuerdo en la investidura de Pedro Sánchez como presidente «es una buena noticia para los españoles, porque nos hubiéramos encontrado con un Gobierno en el que los dos competirían a ver quién es más de izquierdas».
Según él, «la incapacidad de llegar a un acuerdo ha venido dada porque, pactando con Unidas Podemos, el PSOE no iba a poder desarrollar sus políticas».
En todo caso, Palacio intuye que «acabarán poniéndose de acuerdo porque ya ha quedado acreditado que lo único que quieren son sillones y, lo contrario, no arreglarse, les aboca a no tenerlos».
Mirando por los intereses particulares de Cantabria, el líder de Vox considera que la ruptura de la negociación y el fracaso de la investidura «no tiene por qué afectar a los compromisos adquiridos con la región porque siguen siendo cumplibles. Se pueden llevar a cabo igualmente con un gobierno constituido que con un gobierno en funciones, luego a mí no me parece que sea una excusa».
La candidata de Unidas Podemos a la Presidencia de Cantabria, Mónica Rodero, lamenta que la formación morada y el PSOE «no hayan sido capaces de entenderse para formar un gobierno» aunque entiende que ello no es imputable a su partido.
«Dijo el PSOE que el problema era Iglesias e Iglesias se quitó de en medio», recuerda Rodero , que dice que Unidas Podemos «no pretende llegar al Gobierno para ocupar sillones sino para atender las necesidades de los ciudadanos más necesitados». Rodero, que cree que el escenario ideal sería «llegar a un acuerdo en los próximos dos meses», no pierde la esperanza de que podemitas y socialistas logren formar un gobierno progresista.
El diputado nacional del PRC, José María Mazón, el único apoyo externo que tuvo el candidato socialista Pedro Sánchez en las dos votaciones de su investidura como presidente del Gobierno, está convencido de que su partido «ha sabido defender en el Con- greso los intereses de Cantabria» en la convulsa semana que se acaba y que ha significado su estreno en el atril de la Cámara baja.
«Creo que hemos hecho lo que teníamos que hacer», dice Mazón, que defiende a capa y espada su 'sí' a la investidura de Pedro Sánchez «porque formaba parte del acuerdo alcanzado con el PSOE».
Decepcionado con los resultados, el regionalista advierte de que la convocatoria de unas nuevas elecciones, a las que España se vería abocada en el caso de no fructificar un acuerdo de gobierno antes del 23 de septiembre, «sería perjudicial para Cantabria y España» pues ello impediría, entiende el diputado, «que los proyectos pendientes puedan avanzar».
A su modo de ver, esta posibilidad, una nueva llamada a las urnas, que no se produciría hasta noviembre, «significaría que en diciembre se tendría que empezar a negociar. Nueva investidura, nuevas rondas, nueva formación de un gobierno... Estaríamos parados hasta febrero». Eso, previene el diputado cántabro, «sin contar con la probabilidad de que no cambie nada».
«No nos podemos permitir ese lujo», insiste Mazón, que sin llegar siquiera a plantearse los efectos que la repetición de las elecciones pudiera provocar en su partido o mismamente en su cargo, interpreta que la celebración de unos nuevos comicios supondría «un atraso» que ni España ni Cantabria «se pueden permitir».
Por eso, él apela al diálogo e insta a las distintas fuerzas políticas a «seguir negociando» porque «todavía hay dos meses por delante y ese es un plazo más que suficiente para llegar a buen puerto» a pesar de «la indefinición mostrada por quienes decían de palabra que querían un acuerdo».
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