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Valdecilla y el resto de hospitales de Cantabria tienen todavía, a día de hoy, capacidad suficiente para seguir atendiendo a pacientes con afecciones graves a causa del coronavirus. De las 80 plazas de Unidad de Cuidados Intensivos que se han habilitado -o que se habilitarán próximamente- en toda la comunidad autónoma, sólo están ocupadas siete. Además, hay cien camas reservadas únicamente para enfermos del Covid-19. Lo que ocurre es que la previsión apunta a que se producirá un aumento exponencial de número de casos, y por eso el Ejecutivo sigue activando estadios de sus protocolos de actuación. Fuentes de Sanidad confirman que ya se están preparando las instalaciones del hospital de Liencres, que ahora acoge servicios de Oftalmología y Psiquiatría y tiene parte de su espacio sin uso. Ante la posibilidad de que la situación empeore, se está adaptando todo el edificio como refuerzo de Valdecilla.
El protocolo de actuación también contempla habilitar zonas medicalizadas en los centros de atención a la dependencia (CAD) de la Consejería de Servicios Sociales. En principio, todos los usuarios que den positivo serán trasladados a los hospitales, pero si se llega a una situación de colapso, en el peor de los escenarios, serán atendidos en estas habitaciones especiales. Ayer, los encargados de mantenimiento ya comenzaron a habilitar estos espacios en los CAD de Cueto y Sierrallana. En este último caso, en el nuevo edificio anexo al actual, que todavía no ha sido inaugurado. Allí ha llegado una remesa de mascarillas, pero los sindicatos siguen denunciando falta de medios de protección.
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