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Cada vez que la presión del covid ha asfixiado a los hospitales, en los quirófanos han tenido que pisar el freno, sobre todo allí donde hacía falta liberar camas de hospitalización para infectados y reforzar los equipos de Cuidados Intensivos (UCI). De ahí que ... Valdecilla, que es donde se ha concentrado la atención a los casos críticos, salga peor parado en la comparativa –sólo aquí la lista ha crecido de 7.369 a 8.576–. «Los datos van a ser malos», avanzaba el gerente, Rafael Tejido, en pleno pico de la oleada de Ómicron, cuando reconocía que se estaban cancelando hasta cien intervenciones semanales. Aunque se ha tratado de aprovechar la tregua entre una ola y otra, lo cierto es que el balance de las listas de espera al cierre de 2021 confirma que siguen desbocadas, con 13.453 pacientes pendientes de una cirugía en el SCS, 2.054 más que al terminar el primer año de la pandemia. Ni siquiera operando un 10% más, que es el dato que resalta la gerente del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez, se ha logrado mermar las cifras.
Tampoco se ha podido acortar la demora media, que se mantiene en torno a los cinco meses (143 días). Como siempre, los facultativos que tienen más trabajo acumulado son los traumatólogos, con 4.729 casos; aunque quienes más tardan en dar solución a sus pacientes (493 en el recuento de diciembre) son los cirujanos plásticos, que tienen una demora media de 328 días. Precisamente, reducir el número de personas que llevan más de un año esperando la llamada para operarse era uno de los retos que se planteaba el SCS para 2021, toda vez que el estallido del covid había echado por tierra los resultados de 2019, cuando se había conseguido que esa situación se limitara a 35 personas.Sin embargo, tras el parón asistencial forzado por el tsunami vírico, se pasó a los 1.008 contabilizados al diciembre siguiente. Un año después, aún son 901, «un centenar menos», resaltan desde el SCS.
«Aunque muy condicionada por las olas de contagios», la actividad asistencial en 2021 «ha aumentado», como indica Gómez, para dar respuesta «a aquellos pacientes con patologías con necesidad de atención quirúrgica que no habían podido acceder con anterioridad debido a la situación generada por la pandemia». De hecho, el año pasado entraron en la lista de espera 32.708 pacientes nuevos, un 16,7% más que en 2020, cuando también se frenó el acceso por la limitación de las consultas externas, que en el último ejercicio han crecido «de forma importante», al igual que las pruebas diagnósticas.
En total, en la red hospitalaria del SCS se realizaron 30.970 intervenciones en 2021, de las cuales 5.313 fueron urgentes. Un recuento que supone 2.607 cirugías más –ese 10% apuntado antes–. Para compensar el impacto de la presión hospitalaria por covid, la estrategia que se siguió fue potenciar la cirugía mayor ambulatoria (CMA), que es aquella que no precisa ingreso. En el cómputo general, este tipo de intervenciones han supuesto «el 58%, el porcentaje más alto de los últimos cinco años», subraya Gómez. Es decir, que ha habido más pacientes operados que han recibido el alta en el mismo día que los que han ocupado una cama en las plantas de hospitalización. Y ahí se incluyen, por ejemplo, las intervenciones de mano, en el caso de Traumatología; hernias, hemorroides, fístulas y algunas operaciones de vesícula, en Cirugía General; y casi el cien por cien de la patología de Oftalmología, con las cataratas a la cabeza, por poner algunos ejemplos.
Estos tres servicios, en ese orden, son los que concentran la mayor demanda, y los tres han engrosado sus lista de espera en 2021, siendo llamativo el incremento de Cirugía General, que ha acumulado un millar de pacientes más, hasta alcanzar los 2.761. De hecho, las grandes demoras las sufren, precisamente, los pacientes con patologías que sí requieren hospitalización, pues son las cirugías que más se han resentido por la falta de camas –se ha dado prioridad a lo urgente y no demorable–. En el lado opuesto, las únicas especialidades que mejoran sus cifras son Ginecología, Cirugía Maxilofacial y Cardiaca.
Sierrallana, que en el último trimestre reabrió los quirófanos de Tres Mares (Reinosa), cerró el año con 3.233 pacientes por operar (3.159 en 2020); y Laredo, con el doble de lista de espera que un año atrás: 1.644 casos, frente a los 878 que tenía entonces.
La relación de pacientes pendientes de acudir a una consulta con médicos especialistas superaba los 46.000 al cierre de 2021. Según el Servicio Cántabro de Salud, la demora media se sitúa en 70 días, aunque la espera real dependerá de la demanda que acumule el servicio que tenga que valorar el motivo de dicha consulta. Y si se trata de Oftalmología, Traumatología o Digestivo, puede traducirse en más de esos dos meses, pues son las especialidades que concentran el 37% de la lista.
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