Todo listo para la 'Gran Recogida'

La organización calculó que, para sacar adelante la campaña, necesitarían este año mil voluntarios, una cifra que han alcanzado sin problema. «La gente ha sido muy generosa», dice Del Pozo, y añade que todo aquel que quiera unirse «será bienvenido» porque «siempre hay alguna baja de última hora». Para ello, hay que acceder a su página web e inscribirse según el horario -de tres horas- y el supermercado más acorde a la situación del interesado.

En 2017 se recaudaron más de 240 toneladas de comida -incluye lo aportado en colegios y empresas-, además de productos de higiene, como pañales o detergente. Del Pozo confía en superar la cifra este año: «Tengo esa sensación. Igual que hemos tenido tanto éxito con los voluntarios, creo que también la tendremos con la gente que colabore», y recuerda la importancia de aportar productos no perecederos o con fecha de caducidad lejana. Legumbres cocidas, pasta y arroz es lo que más dura, aunque también pueden aportarse lácteos, conservas de carne y pescado y productos navideños, como turrón.

Las dos jornadas que quedan por delante conllevan un gran esfuerzo humano y logístico, pero la campaña no termina ahí. Lupa, BM e Hipercor trasladan todo lo recogido hasta el almacén ubicado en Tanos (Torrelavega); el resto deben transportarlo los voluntarios con sus furgonetas. Además, la empresa Integra2 colabora en la logística con sus camiones, una acción que alivia mucho la carga de trabajo. «Igualmente, tardaremos en traer todo hasta la nave, por lo menos hasta mediados de diciembre», señala el presidente de la organización.

Cuando todos los productos lleguen a Tanos será el momento de clasificarlos. «Esta tarea nos ocupa el resto del mes». Además de los voluntarios del Banco de Alimentos, también suelen colaborar en esta tarea algunos miembros de Donantes de Sangre. «El año pasado vinieron cerca de treinta. Todas las manos son bienvenidas». Para simplificar la organización de productos -según su tipología y su fecha de caducidad- suelen hacer uso de una cinta transportadora de la que los voluntarios recogen los paquetes para colocarlos en grandes cajones. «Los arcones tienen un cierre que impide el paso de polvo o roedores. Los alimentos se conservan en perfecto estado hasta que lo entregamos». Además de lo que almacenan durante esta campaña, algunas empresas les proporcionan productos en otros momentos del año. «Me llaman de vez en cuando desde Carrefour para traer comida y productos de limpieza. Agradecemos enormemente estos apoyos».

Todos los artículos almacenados se reparten a lo largo del año. Comenzando por los que tienen una caducidad más temprana, asignan alimentos a un total de 151 organismos de la región. Organizaciones sin ánimo de lucro, parroquias, residencias, asilos, colegios y servicios sociales de algunos ayuntamientos son las instituciones más habituales con las que trabajan. «A través de ellas, ayudamos a unas 20.000 personas».