![«Si llamas al ambulatorio y no te cogen, la Atención Primaria ha perdido su función»](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202203/19/media/cortadas/CONSEJERO%20SANIDAD01-kWmC-U1601366247097OPI-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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En la puerta del despacho del consejero de Sanidad aún figura el nombre de Miguel Rodríguez. Su sucesor, que tomó posesión el pasado jueves justo antes de participar en su primer Consejo de Gobierno, concede su primera entrevista aún sin deshacer la maleta. Raúl Pesquera ( ... Grijota, Palencia, 1971) que ha desarrollado su labor profesional en distintos países en servicios como la Atención Primaria, las Urgencias o el SUAP, llega al departamento con la intención de desarrollar a lo largo del año que queda para las elecciones los tres perfiles que reúne: el gestor (viene de dirigir la Fundación Marqués de Valdecilla), el político (es militante del PSOE desde 1996 y ha ejercido como sindicalista de la UGT en el SCS) y el profesional como médico de familia. «Soy un poco centrocampista. Juego para adelante y para atrás».
-¿Está de acuerdo si decimos que su perfil es más político, más de partido, que el de Miguel Rodríguez?
Miguel era un perfil de gestión muy potente. Mi planteamiento es trabajar para que Zulaoga sea el candidato y gane las próximas elecciones, pero el perfil político también se desarrolla en el nivel de las acciones y en cómo afrontamos los diferentes compromisos con los cántabros. Eso va a ser evidente en la gestión que voy a hacer en el último año de legislatura.
-¿En ese año hay margen para algo más que gestionar el día a día? Habló de retos en su presentación. ¿Cuáles?
Queda un año y yo voy a encarnar un proyecto continuista. La legislatura ya está avanzada y lo que se ha hecho, se ha hecho bien. La pandemia nos ha descolocado a todos y ahora lo que queda es terminar lo que ya está lanzado a nivel de Gobierno como los protones. Y hay una serie de retos inminentes como el Plan de Salud Mental o el trabajo y refuerzo en la Atención Primaria. Y creo que lo más importante por los tiempos son los procesos de estabilización laboral, que afectan a cerca de 4000 trabajadores. Se sacó una ley que dice que hay que hacer la oferta de empleo público antes de junio de este año y las convocatorias de las oposiciones tienen que estar en diciembre. Eso, dentro de que además haya que hacer un concurso de traslados y promoción interna. Eso nos obliga a correr y a sentarnos con los sindicatos.
- Habla de continuidad, ¿pero en qué se notará su impronta?
No hay un proyecto de Raúl Pesquera. Eso te lo puedes plantear si llegas con cuatro años por delante. Hay que retomar lo que ya se planteó desde el origen e iremos bien. Formo parte de un equipo, pero yo estaba como gerente de la Fundación Marqués de Valdecilla. Tengo que ver el estado de cada uno de los fuegos. La pandemia es un fuego que va remitiendo, pero habrá que tomar decisiones sobre el abordaje con la gripalización y la pospandemia. Tengo un perfil gestor y hay que abordar todos los temas que nos han quedado pendientes como el tema de las listas de espera.
-En su primera comparecencia apenas habló de la pandemia. ¿Eso ya es una estrategia? ¿En qué momento estamos?
Estamos en un momento de valle tras bajar la curva. Probablemente se incremente la curva en algún momento. Lógicamente las decisiones irán en coherencia con lo que se haga a nivel nacional. No se toman medidas unilaterales. Se está revisando la situación de la pandemia en lo que hemos llamado proceso de gripalización. A esa línea vamos a ir. En qué medidas, cómo y cuándo, dependerá de la revisión técnica. Esta semana próxima me reuniré con el director de Salud Pública, se verán todos los datos y se tomarán decisiones.
-La estrategia de lucha contra el virus de Rodríguez y su equipo chocó en ocasiones con la del presidente Revilla. ¿Le preocupa?
Gestionar una pandemia es muy difícil. Miguel fue muy valiente. Tuvo que tomar decisiones muy difíciles, a veces avaladas por los jueces y otras en contra. Pero eso es una pandemia, que no viene con el libro de instrucciones. A veces no das gusto a todo el mundo, pero yo tengo un compromiso con la salud de los cántabros. Si tuviera que tomar decisiones, las tomaría. Pero no serán mías, serán en base a unos datos técnicos. ¿Que haya habido fricciones? Yo creo que el balance general de la pandemia para Cantabria ha sido muy bueno comparativamente. En cuanto a mortalidad, en vacunación que vamos fenomenal… Son datos muy objetivos. La percepción para aquellas partes que lo han sufrido más como la hostelería la entiendo, lógicamente es muy duro. Yo vengo de una familia de hosteleros y lo entiendo perfectamente.
-¿Los choques pueden ir a más teniendo en cuenta que estamos a un año de las elecciones?
No lo sé. Yo lo que puedo decir es que cada uno haremos nuestro trabajo. No se trata de hacer las cosas para que discutamos o no discutamos. Se trata de hacer las cosas porque hay que hacerlas o no. En Cantabria tenemos un sistema con el semáforo covid que se ha probado y eso te da una serie de garantías, porque no tomas decisiones de forma aleatoria, sino en base a algo prefijado. En cualquier caso, creo que existe una complicidad importante dentro del Gobierno. Se ha visto cuando se ha ido Miguel que se le ha hecho una despedida acorde a un compañero que se iba porque estaba agotado. Es que la pandemia agota aquí y en todo el mundo. En el Servicio Cántabro de Salud hemos tenido dos infartos, no te digo más.
-Hablando de discrepancias. Uno de los motivos de la dimisión de Rodríguez fueron (lo ha dicho él) las que mantuvo con su compañera en Economía. ¿Comparte las palabras del anterior consejero sobre que Sanidad está infrafinanciada?
Entiendo que un Gobierno es como una familia. A veces discutes con tus hermanos, pero no te dejas de querer. Que haya fricciones sobre los Presupuestos es normal. Yo lo normalizaría. Uno se encarga de la gestión del gasto y otro que tiene la salud, que por suerte o desgracia es el máximo consumidor de recursos. Aparte de eso, la relación entre consejeros es buena y creo que la complicidad con Economía, que yo conozco a María del partido, va a ser buena.
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Álvaro Machín Daniel Martínez
-No deja de ser curioso que el exconsejero cite la falta de entendimiento con un compañero de partido como uno de los motivos del cansancio.
Miguel lo deja por muchas cosas. Una porque está cansado. Igual en la última parte ha habido algo más de tensión con Economía. Claro que sé lo que ha dicho, pero yo no estoy en la cabeza de Miguel para ver hasta dónde llegó esa presión. Eso no quiere decir que María y yo vayamos a tener una dificultad más allá de la normal dentro de un Gobierno.
-Los cántabros están preocupados por la situación de la Atención Primaria. Llaman y no consiguen cita, hay que esperar muchos días para ser atendido…
Las ideas son claras. La protonterapia es un proyecto de Gobierno. Y el tema de la Atención Primaria es evidente que hay que hacer algo con ella. En Madrid hay un grupo de trabajo que tiene que presentar algo este mes. La Primaria ha sido el primer frontón de la última fase de la pandemia. Hay un desgaste profesional brutal. Hay que estudiarlo, evaluarlo y hay que hacer algo. Yo tengo una sensibilidad especial hacia la Medicina de Familia porque soy especialista en ello. Eso se va a ver. ¿Cuál es mi talante? El de un médico de familia. Eso va a quedar en la impronta y lo iremos viendo en breve a medida que tomemos decisiones. Este año la Primaria ha subido un 7% y hay que seguir trabajando. Es el objetivo número uno, abordar la Primaria.
-Al paciente le preocupa esa idea de aumentar la atención a distancia más allá de la pandemia.
Para nada. Hay que recuperar la atención que se ha venido dando siempre en la Primaria. Igual con algún matiz que hemos aprendido. Hasta la pandemia la Primaria era una de las cosas mejor valoradas por los ciudadanos. Tiene una ventaja que es la cercanía del paciente con el médico. Si pierdes eso, pierdes la esencia de la Primaria. Y tiene que recuperar la atención a la demanda. Si llamas al ambulatorio y no te cogen el teléfono o te dan para dentro de cinco días, la Primaria ha perdido su función porque vas directamente a Urgencias. Eso no puede pasar. Eso tiene además un marco que es la falta de médicos y enfermeras, el aumento de los pacientes mayores y pluripatológicos… Hay que abordarlo desde todas las perspectivas, incluidas las sindicales.
-La situación de falta de profesionales en el hospital de Laredo es uno de los asuntos más acuciantes. ¿Podrán darle solución?
Es un problema muy serio. No de Laredo, de los hospitales comarcales. Hay un déficit de médicos brutal a nivel de especialistas. En el caso de Laredo de anestesistas. Y cuando hay un déficit los profesionales quieren ir a los hospitales grandes. Yo estuve trabajando en Mallorca y no me fui por gusto, sino porque aquí no tenía posibilidad de trabajar. Ahora que no hay médicos, si les das a elegir entre Valdecilla y Laredo… Como no hay médicos tendremos que hacer cosas extraordinarias. Pero el médico no puede estar todo el día de guardia. Hay que mandar gente, pero la gente de Valdecilla no quiere ir. Hay que tomar medidas estructurales.
-¿Este verano volverán a cerrarse ambulatorios por falta de personal?
Me gustaría que no, pero no lo puedo asegurar. El objetivo es prestar la atención al 100% y en todos lugares como dice nuestra cartera de servicios. Salimos de una pandemia y ahora entramos en una guerra en Ucrania. Supondrá otra conmoción económica brutal y no sabemos lo que va a pasar.
-Dos condenas recientes a exaltos cargos del SCS, ceses en esta legislatura, varias dimisiones... La Consejería parece un polvorín.
Sanidad es un sitio difícil de gestionar y hay que hacerlo conforme a lo que marca la Ley. En lo que hayan dicho los jueces ni entro ni salgo. No puedo decir más.
-¿Pero no comparte esa sensación de polvorín?
La Consejería más difícil de gestionar en todos los Gobiernos es Sanidad. En Sanidad, o pierdes o empatas, nunca ganas. Y empatar es una victoria. Es muy difícil gestionar Sanidad, la gente no lo sabe. Tienes presión sindical, presión de la ciudadanía, de tus profesionales... Y si ya es difícil en condiciones normales, encima le metes una pandemia, que no viene con el libro de instrucciones. Retrospectivamente igual todos lo hubiéramos hecho de otra manera, pero retrospectivamente. Hemos tenido que ir aprendiendo. El primer tratamiento a un paciente covid era disparar para todos los lados. Ha sido ensayo-error. Y lo mismo las medidas epidemiológicas. La situación de la Consejería de Sanidad es difícil.
-Del equipo que deja Miguel Rodríguez, ¿va a haber muchos cambios?
Habrá pocos. Hay uno que ya está encima de la mesa que es el gerente del Servicio Cántabro de Salud, que ya está anunciado. Lógicamente, si viene un gerente nuevo no le voy a decir que no puede mover nada. Yo no sé si querrá hacer algún cambio. Pero la idea es sumar y una línea continuista. No podemos hacer una enmienda a la totalidad. Yo me he reunido con todos los servicios y todas las gerencias van a seguir al mismo nivel. Si hay algún cambio serán cosas pequeñas. No podemos estar cambiando gerentes de área, de Primaria... Los equipos tienen que seguir. La idea es continuismo y pequeños ajustes.
-Todos los sindicatos profesionales sanitarios están de uñas con la Consejería. ¿Cómo se arregla esto? ¿Entiende el hartazgo y la sensación de abandono que denuncian los profesionales tras estos dos años?
Yo no voy a ir en contra de lo que hayan manifestado, lo que sí digo es lo que voy a hacer. Voy a reunirme con ellos, voy a bajar a pie de pista y a sacar lo que más les preocupa. Yo creo que ellos están preocupados porque con la pandemia hemos dejado todos los problemas laborales en un cajón. Y la pandemia parecía que terminaba y volvía otra vez. Se va acabando la legislatura y los sindicatos dicen 'qué hay de lo mío'. Y, a todo eso, le añades la Ley de Estabilización. Los sindicatos quieren una salida y, de todas las necesidades que tiene el colectivo sanitario, la más importante es la estabilidad en el empleo. Luego podemos hablar de dinero, pero la estabilidad es el número uno. Que sea fijo o no sea fijo es fundamental, te cambia tu situación vital. Y eso puede afectar a unos 4.000 trabajadores. Es algo que va a pasar en toda la Administración Pública.
-Y ya que estamos con incendios que hay que apagar, el contrato con Ambuibérica es un permanente foco de conflictos. ¿Tiene algo pensado?
Acabo de llegar, pero hasta donde yo sé, los pliegos en el concurso de transportes están hechos. Igual falta algún fleco, pero pretendemos que salga lo antes posible. El tema de Ambuibérica se resolverá en cuanto salga el concurso, pronto. Yo tengo dos tareas ahora, los protones y el concurso de transportes, que son dos cosas que están ahí enquistadas y tenemos que abordarlas. No podemos parar.
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