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Ana del Castillo y Daniel Martínez
Santander
Martes, 16 de agosto 2022
La pasada semana eran siete los municipios cántabros que necesitan el auxilio del 112 para llenar los depósitos de agua de alguno de sus pueblos como consecuencia de la sequía. Este martes, el número de ayuntamientos afectados subía a 11 (se sumaron San Pedro del ... Romeral, San Roque de Riomiera, Ruente y Valdeolea), según la actualización realizada por el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, que también volvía a insistir en que los vecinos de la comunidad autónoma no van a sufrir falta de abastecimiento este verano más allá de «problemas puntuales» en núcleos del interior. También han tenido que desplazarse los camiones del servicio de emergencia hasta Potes y Penagos. En estos dos casos, además de la sequía, la falta de presión a la hora de abrir el grifo –por ahora no ha habido cortes y tampoco se esperan a corto plazo gracias a esta solución de urgencia– también se debía a la aparición de averías en la red.
Sequía. Miera, Santiurde de Reinosa, Vega de Pas, Valderredible, Luena, Rasines, Soba, San Pedro del Romeral, San Roque de Riomiera, Ruente y Valdeolea han requerido el auxilio de camiones cisterna del 112. También se ha actuado en Potes y Penagos por roturas de tuberías.
Ganado. Arredondo, Saro, Villacarriedo, Miera, Anievas y Solórzano han sufrido problemas para abrevar el ganado de montaña al secarse fuentes.
Piden consumo responsable. San Felices, Castro, Cartes, Villacarriedo y Mazcuerras.
La clave para que la cifra no siga creciendo está en el cielo. Para que se recuperen los manantiales y pozos es necesario acabar con el déficit de precipitaciones que se acumula en el trimestre más seco en 60 años. Que lleguen lluvias como las que anuncia la Agencia Estatal de Meteorología para las próximas 48 horas en la región y que, según la previsión, serán muy intensas en todo el territorio salvo en Campoo, una de las zonas que más problemas arrastra. Allí habrá agua, pero caerá de forma más moderada. De hecho, la Aemet ha activado la alerta amarilla (riesgo medio) por lluvias desde las tres de la madrugada de este miércoles hasta las doce de la noche del jueves. Además, hay un segundo aviso amarillo por fenómenos costeros.
El responsable de este alivio, que no acabará con la sequía, pero sí mitigará sus consecuencias, es «un frente frío y una vaguada en altura, que provocará que se intensifiquen los vientos de este y noreste y una bajada de las temperaturas». ¿Cuánto lloverá? Este miércoles, según la previsión, podrían acumularse en 12 horas precipitaciones superiores a 40 litros por metro cuadrado en el litoral cántabro, Liébana, centro y Villaverde. Es más de lo que llovió en todo el mes de julio en cualquiera de las estaciones de medición de Cantabria. Y no se descarta que en algunos puntos se alcancen precipitaciones superiores a 80 litros metro cuadrado en 24 horas, sobre todo en los valles pasiegos y los valles del Saja-Besaya. En municipios como Villacarriedo, que en los 31 días del mes pasado recogió solo 10,2 litros, ocho veces menos de lo que ahora se anuncia.
En cualquier caso, Gochicoa se mostró este martes confiado en que «vamos a ser capaces de solventar todos los problemas» relacionados con la sequía gracias al bitrasvase del Ebro y la autovía del agua, las dos «grandes infraestructuras» para abastecer a toda la comunidad que permite al Gobierno «estar seguro y tranquilo de que tendremos agua». Son los pueblos más alejados, los que no están conectados a estas grandes redes, los que están demandando el auxilio de los camiones cisterna del 112. Aunque el embalse del Ebro sigue bajando –está al 47,3% tras perder cuatro puntos porcentuales y 21,8 hectómetros cúbicos de los 540,6 que tiene de capacidad–, los volúmenes que requiere Cantabria «no son nada comparado» con los que demandan Aragón o La Rioja y para usos «no tan prioritarios», como el agropecuario o para los cultivos de regadío.
Para los ganaderos cántabros, la sequía tiene dos consecuencias principales. La primera es la falta de pastos, que está obligando al sector a recurrir a los rollos de forraje que tenían almacenados para el invierno, pero también que se sequen las fuentes que se utilizaban en algunas zonas de montaña para abrevar al ganado. Medio Rural ya ha llevado agua a Arredondo, Saro, Villacarriedo, Miera, Anievas y Solórzono. Lo ha hecho siempre de forma puntual porque las autobombas que utiliza su servicio de extinción de incendios estaban movilizadas en labores preventivas. A partir de este miércoles, tras descender de 2 a 1 el nivel de riesgo de fuegos, los ganaderos podrán volver a solicitar apoyo al departamento para llenar depósitos de agua para fines agropecuarios. Los operarios harán estas labores en la mayoría de las 13 comarcas forestales, todas menos Liébana, Nansa, Campoo y Los Valles, que continúan en riesgo 2. Allí, en casos de necesidad, sí podrían desplazar autobombas de las otras nueve comarcas, ahora más liberadas.
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