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Ruth Beitia (Santander, 1979) recibió hace más de una semana la llamada de Pablo Casado, el presidente del PP, para que se incorporase a la Ejecutiva nacional como responsable de deportes, un cargo nuevo que le viene como anillo al dedo. La campeona olímpica de ... Río ha sido uno de los rostros más críticos con el liderazgo de María José Sáenz de Buruaga y ahora se integra en su Ejecutiva por 'imperativo legal' –es automática su incorporación al estar en la nacional– entre los recelos de la dirección regional. Beitia guarda las formas, mide sus palabras y, sobre todo, sus silencios. «Vengo a sumar y a aunar», dice la diputada regional, quien sigue molesta con la salida de Ignacio Diego y «lo que ocurrió en el Congreso Regional».
–Menuda época para estrenarse en el cargo con la que está cayendo. ¿Teme que el 'caso máster' de Pablo Casado o 'el caso tesis' de Pedro Sánchez les achicharre?
–Yo no tengo máster así que no tengo ningún problema. Esto es como todo, en todos los sitios hacen trampas y lo que hay que hacer es acabar con ello. Lo he sufrido en mis carnes como deportista con el tema del dopaje, que la gente engaña y hace sus tejemanejes y sus atajos para llegar a algo que no debe ser así. No entiendo el tema de los máster, de lo que está ocurriendo hoy en la política. Hay muchísimos asuntos que se deberían de hablar y dejar de hacerlo del máster. Es un engaño, duele mucho, pero ya está. Hay que aclarar las cosas, como ha hecho Pablo. Pero vamos a dedicarnos a gobernar y a hacer oposición, que es realmente lo que interesa.
–¿Le asusta dar el paso a la política nacional?
–No, en el sentido de que es mi área y es una respuesta a todo el trabajo que he hecho como deportista. Estoy en el Comité Olímpico Español, en la Federación Española de Atletismo, con el Consejo Superior de Deportes siempre he tenido buena relación… Como cualquier cosa nueva me produce ganas.
–¿Qué sintió cuando descolgó el teléfono y Casado le ofreció un puesto hecho a la medida para usted?
–Sentí alegría. Me encanta la gestión, el deporte y la oportunidad que me da mi partido. Mañana estaré en Génova reunida con la dirección y empezaremos a trabajar los temas. Ahora están teniendo mucho bombo los programas de mujer, salud y deporte. Es un área transversal de muchos ministerios.
–¿Su fichaje es un reclamo para la 'marca Casado' ahora que el PP no está en sus horas más altas?
–No es un fichaje, llevo mucho tiempo en política. Lo he compaginado mientras llevaba la vida deportiva y la gente no me ve como política, y eso me gusta. El que no sepa diferenciar la persona de un partido, un club o un estamento, no merece la pena. Si sólo soy un emblema vendible no merece la pena estar en la Ejecutiva Nacional. Creo y quiero pensar que me han fichado por ser una persona válida para el cargo.
–La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, dijo que estaba en la dirección nacional porque ella no había dicho que no. ¿Es así?
–Eso no es una cosa que tenga que contestar yo, se la debéis preguntar a ella.
–Y lo hemos hecho. Pero a usted, que le llamó directamente Casado, ¿le extrañó oír eso?
–(Silencio) No sé. No tengo nada más que contestar. Eso es un pensamiento que tiene ella. ¿Si me extrañó o dejó de hacerlo? No tengo ningún tipo de opinión al respecto.
–Tiene un expediente de expulsión abierto junto a otros ocho diputados por negarse a relevar al portavoz parlamentario. ¿Lo van a cerrar? ¿Tiene sentido que un miembro de la dirección de Casado esté en esa situación? ¿Habló de eso cuando la llamó?
–No. Ese tema no era el que ocupaba el otro día. Ahora mismo es un tema que no está zanjado, porque necesitamos una resolución del expediente y no la tenemos. Pero ahora quiero trabajar con Pablo por y para el deporte. Lo demás es secundario. Yo no tengo que decidir sobre el expediente. Si pudiese decidir muchas cosas, eso sería muy diferente, está claro.
–Hay en el PP cántabro quien piensa que se han tenido que comer un 'sapo' y no ve con buenos ojos su entrada por la puerta grande en Génova y, en consecuencia, en la dirección regional.
–Ya estuve en la Ejecutiva regional de Ignacio Diego y ahora vuelvo… Llego al partido para sumar y aunar esfuerzos y al que le moleste tiene un problema. Ya somos todos mayorcitos. No creo que sea un tema de discordia.
–Los alcaldes de Alfoz de Lloredo y Vega de Pas pidieron recientemente un mediador para integrar al 'sector dieguista'. ¿Será usted esa persona?
–Necesito realmente llegar a la Ejecutiva y ver de qué se habla. No quiero ni abanderar nada ni mediar nada. Las cosas tienen que surgir poco a poco y tengo que llegar a ver qué ocurre. No sé si debo ser yo la mediadora. La presidenta ha dicho que va a ver caras nuevas y si quiere que haya caras nuevas pues perfecto. Tendrá que cambiar a muchísima, muchísima gente.
–Muchos daban por hecha su salida de las listas al Parlamento regional junto con el resto de diputados críticos. ¿Su salto a Génova, en Madrid, cambia las cosas?
–No quiero estar en un sitio en el que no me quieren… No tengo que luchar por nada ni por nadie. Si ha decidido apostar por caras nuevas, imagino que los trece diputados no estemos, como ha decidido la presidenta.
–Dirá los nueve diputados.
–Yo no voy a partir el grupo en nueve. Llevo dos legislaturas en la Cámara, pero hay otra gente que está desde el siglo pasado.
–Entonces, ¿no la quiere la actual dirección?
–No lo sé, la verdad. No sé si me quieren o no.
–Usted fue uno de los principales apoyos de Ignacio Diego durante el pasado Congreso en el que Sáenz de Buruaga ganó por cuatro votos. Visto con perspectiva, ¿cree que el PP ha sido injusto con él?
–Eso me duele un poquito más. Uno de los valores que he podido aprender en el deporte ha sido el compañerismo y la lealtad. Ha habido mucha gente que ha sido desleal con Ignacio Diego, aquí y en Madrid. En todos los lugares. Ha sido una persona muy válida, que cogió una región en un momento muy difícil y que la reflotó para que esto volviese a funcionar, y ha habido gente desleal.
–Una de las cosas que te enseña el deporte es a saber ganar y perder. ¿Falta en el PP un poco de espíritu deportivo? ¿Han sabido hacerlo?
–¿Han sabido ganar? No lo sé. Yo es que no gané (risas). He sabido perder, porque iba con el otro candidato. Pero de todo se aprende. La política es un camino lleno de aprendizajes, lo mismo que la vida. Sigues caminando, te caes, te levantas, pero sigues para adelante. Siempre tienes que aprender del error. Hay una cosa que me avala, que sigue siendo mi sonrisa y espero no perderla nunca.
–Pero usted era de las partidarias de presentar un recurso a la sentencia judicial que avaló la victoria de Buruaga.
–Fue lo que dijeron los tribunales. Eso ya quema un poco también. Agota. Lo verdaderamente importante es tener la oportunidad para que los ciudadanos vuelvan a confiar en nosotros. Yo ya lo tenía olvidado. Pero sí que me sigue molestando todo aquello que vivimos en el Congreso Regional.
–El PRC se quedó a 8.000 votos de ganar al PP en las pasadas elecciones autonómicas. ¿Es Buruaga la mejor candidata para frenar a Revilla y taponar la posible pérdida de votos por la crisis del partido?
–Eso no lo tengo que elegir yo. Es una decisión del partido y todavía es pronto para elegir.
–Se lo pregunto de otra forma. ¿Debe ser la candidata para Ruth Beitia?
–A nivel personal… A ver… No es una opinión certera, no tengo ningún tipo de opinión al respecto, hay que confiar en el partido a nivel nacional.
–¿La crisis interna del PP cántabro va a pesar entonces en las urnas?
–Hombre, la cresta de la ola no está para nosotros. El tiempo que nos queda y los cambios que está habiendo en el PP nacional tienen que ser un fiel reflejo de lo que pueda ocurrir en las distintas autonomías. Tenemos que trabajar en recuperar la confianza de nuestros votantes.
–¿Teme que exista una fuga de dirigentes del PP críticos con la actual dirección y cercanos a Diego que se pasen a Ciudadanos u otras fuerzas?
–No. No es algo que me preocupe. Ciudadanos no es la solución al PP. El Partido Popular está en aras de saneamiento, de recuperación. Pablo Casado está dando un vuelco a ese PP que dolía a muchos votantes. Lo que tenemos que hacer es recuperar tanto al votante como el espíritu del partido. No creo que ninguna de las personas que estén por convicción en el PP se vayan a otros partidos.
–¿Usted ha recibido alguna oferta?
–No, ninguna. Si la hubiese recibido, tampoco la hubiera aceptado. No va conmigo. Lo que no puedes solucionar desde tu partido no lo puedes solucionar desde otro.
–El 'efecto Casado', el 'efecto Sánchez'... Hay muchos 'efectos', pero el PRC parece favorito para ganar por primera vez las elecciones.
–Me parece fenomenal que todos situemos a Cantabria y como embajador puede ser maravilloso, pero se distorsionan las cosas. Revilla es el presidente de una comunidad y flaco favor hace dando soluciones a todo el universo y no darlas en su región. Nunca ha ganado unas elecciones.
–¿En qué papel se ve en un futuro? ¿Le gustaría ser cabeza de cartel?
–No soy una persona que le guste abanderar algo. Durante mucho tiempo he estado siendo líder en mi prueba y la capitana de la selección y me apetece aunar fuerzas y ayudar. No es algo que me haya planteado.
–¿Es la política lo que esperaba?
–Para nada. Cuando empecé a estudiar fisioterapia hay cosas que aprendí a fuego y, sobre todo, fueron las contraindicaciones, lo que no debes hacer con los pacientes. Pues aquí me ha pasado lo mismo. Hay cosas que he visto que no me han gustado. Habría que eliminar actitudes como la deslealtad. Se está perdiendo un poco el respeto por el debate, por el diálogo político y por los que nos han elegido. Eso ocurre dentro de mi partido político, bueno, en todos. Hay brechas y deslealtad por parte de unos y otros.
–Cristina Cifuentes, Ignacio González, Rato... ¿Qué pueden hacer en el PP para luchar contra la imagen de corrupción?
–Lo vendo muy claro. Siempre hago la comparativa con el dopaje. Tienen que estar fuera. La presunción de inocencia está ahí, pero una vez que se demuestran, a la calle. Y que devuelvan el dinero. Si han hecho un acto que no es coherente, que se vayan o les aparten, que la gente confía en nosotros. Siempre entono el mea culpa en mi partido pero también el de los demás.
–¿Han faltado controles antidopaje en el PP cántabro para evitar llegar a esta situación?
–Risas… A mí me lo han hecho muchas veces. Pregúntaselo a mis compañeros a ver si les han ido a las seis de la mañana algún día para hacer el control.
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