Lleno en Semana Santa tras un largo paréntesis

Aunque sea aún pronto para hacer un balance, el presidente de los hosteleros, Ángel Cuevas sí avanzó que esta Semana Santa será mejor que la de 2019, el año anterior a la aparición del covid. «Será mejor en sus tres tramos: el primero, desde el pasado viernes hasta el miércoles; el segundo, estos cuatro días clave, y, después, el que va del lunes hasta el próximo sábado. Las vacaciones escolares marcan criterio y hay cinco comunidades con vacaciones la semana que viene. Eso hace quince días de Semana Santa de trabajo muy aceptable».

90%es la ocupación media de los hoteles de la capital durante los festivos de Semana Santa, desde el jueves hasta el sábado

«En estos dos años de pandemia hemos enseñado nuestra Comunidad a un 15% de clientes que no la conocían, y sabemos que sorprendemos, que en el momento que alguien nos visita lo atrapamos. Con esas redes que hemos echado durante dos años de pandemia vamos a coger fruto».

Es cierto que Cantabria acertó al venderse como un destino verde y sin agobios en este largo periodo condicionado por el covid, una imagen que contribuyó a dar un impulso al turismo rural. «La cosa va bien, dentro de lo previsto, y como va a salir el sol la ocupación va a ser muy alta», explicaba hoy Jesús Blanco, presidente de la Asociación de Turismo Rural. «El cliente de Madrid sigue fiel; el perfil es el de una familia con niños que quiere disfrutar de la naturaleza, del aire, el paisaje y los entornos rurales: es lo que ahora buscan y necesitan».

6.000visitantes recibió este Jueves Santo el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, que sigue manteniendo su tirón

Según Blanco, son «cifras prepandemia», aunque queda cierto temor a posibles sobresaltos para el futuro. «Después de Semana Santa, y de cara a los siguientes meses, si sigue esta situación inflacionista nos tememos que pueda repercutir a la hora de moverse los viajeros, porque todos vamos a ser más pobres, aunque la gente siente verdadera necesidad de salir y disfrutar».

En los campings, la situación es parecida. «El tema no pinta mal –dice Eneko Valle, el presidente de su asociación–. El tiempo es como de verano y la gente está llamando y reservando». La ocupación es alta, aunque tampoco pueda calificarse de récord. «Está siendo una Semana Santa normal, dentro de todo lo que ha pasado en años anteriores, y se ha recuperado al cliente extranjero».

Como era de esperar, Cabárceno vivió este jueves una jornada animada, con casi 6.000 visitantes. Al teleférico de Fuente Dé, otra de las instalaciones más exitosas de Cantur, subieron 1.800 personas. Más flojos fueron los resultados de Alto Campoo, que no llegó a los 200 esquiadores cuando ya está a punto de cerrar la campaña. En El Soplao, lo tenían todo vendido, gracias a la posibilidad de adquirir las entradas online.

«Sin duda estamos en niveles de visitantes de antes de la pandemia, incluso por encima –aseguraba el director de la empresa pública Cantur, Bernardo Colsa–. Cabárceno lleva una trayectoria tremenda, por encima de los 3.000 visitantes durante toda la semana, hasta los 6.000 de este jueves. La venta online de entradas que pusimos en marcha en la pandemia sigue funcionando: ha sido un acierto meter tecnología».

Un simple paseo por Santander basta para comprobar la gran afluencia de visitantes durante estos días, y también lo notan en los hoteles. «Creo que estos días estamos todos al borde del completo», indica Cristina Pérez, directora del Hoyuela y el Sardinero. «Después habrá que seguir batallando, y habrá que ver cómo va la segunda quincena de abril».

También en el Hotel Bahía celebran poder repetir una Semana Santa como las de siempre. «Estamos contentos de que se vuelva a ver movimiento –reconoce su responsable, Sergio Peón–. Pero hay que ver cómo se desarrolla el resto del año, no solo la Semana Santa y el verano. La actividad de congresos y empresas todavía es floja y tiene que animarse».

Mientras, la comarca de Liébana está «superalegre», tal y como lo describe Isabel Fombellida, del Hotel Infantado, en Ojedo. «Normalmente, lunes, martes y miércoles no suelen ser días de mucha carga, pero desde el viernes pasado está todo con gente: las previsiones son buenas y se van a cumplir». Además, el panorama que se encuentran los turistas no puede ser mejor: «Hace menos de diez días que ha nevado, y la panorámica es brutal. Se nota que la gente tiene ganas de salir, y nosotros tenemos ganas de trabajar».

En Isla, Emérito Astuy –Hotel y Restaurante Astuy–, destaca el trabajo de toda la semana. «Es una Semana Santa de diez días, cuando antes eran de cinco». «Se ve mucha gente, los aparcamientos llenos, el paseo marítimo y las terrazas llenas... Dos clientes acaban de llamar para retrasar la hora de la comida porque hay caravana viniendo de Bilbao, y eso siempre quiere decir que va a ir bien».