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Enrique Munárriz
Santander
Lunes, 8 de abril 2019, 07:16
Las listas para el 26-M ya se están cerrando y la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha consumado su propia revolución. ... Rodeada de fieles, dirigentes convencidos de su proyecto y personas a las que ha conducido a la primera línea política, la líder popular ha mostrado sus cartas ante el envite de las urnas. Todas las figuras ligadas al 'dieguismo' han quedado relegadas lejos del Parlamento de Cantabria. Al lado de la presidenta popular sólo estarán su guardia pretoriana, el grupo leales que ha estado a las duras y a la maduras, y sus apuestas personales, nuevos fichajes que conforman lo que ella ha venido a llamar su «equipo potente». Junto al expresidente de la CEOE, Lorenzo Vidal de la Peña, y el exlíder de Asaja, Pedro Gómez, estarán las personas que la han acompañado durante la travesía del desierto por la que pasó el PP durante esta legislatura. Los puestos de salida los coparán la secretaria autonómica, María José González Revuelta, y los actuales diputados Íñigo Fernández, que ejerce de portavoz del PP, e Isabel Urrutia.
Los tres dirigentes no sólo forman el grupo de confianza de la presidenta, sino que se han enfrentado a los momentos más críticos del partido. También se han encargado de coser el partido y de la práctica totalidad del grupo parlamentario cuando los nueve diputados díscolos se enfrentaron a la dirección por intentar apartar a Eduardovan den Eynde, portavoz del grupo parlamentario, por María José Sáenz de Buruaga: la propuesta cayó en saco roto y la dirigente no pudo cumplir sus deseos. La acción de los críticos supuso la apertura de un expediente disciplinario por Madrid que se cerró en falso.
La elección de los tres dirigentes no es baladí. Sus nombres suponen una apuesta por la experiencia y la confianza en la gente del partido y, a la vez, una renovación. ¿Cómo es posible? Porque Sáenz de Buruaga se ha quitado de encima a todos los diputados críticos, aquellos que no la apoyaron desde que llegó que cogió las riendas del PP.
Y eso se traduce en que de los actuales 13 diputados sólo repitan tres: la propia líder, que asciende del número dos a encabezar la candidatura; Isabel Urrutia, su mano derecha y la que se ha encargado de que saque adelante el día a día la labor parlamentaria durante los últimos años, incluso asumiendo el trabajo de algunos otros compañeros que ya sabían que estaban en puestos de salida; e Íñigo Fernández, uno de los cerebros del partido y que ha dado la cara en los peores momentos. Aunque Sáenz de Buruaga no ha cerrado el orden de la lista, ambos irán antes de los primeros ocho puestos de la candidatura.
La presidenta del PP también ha querido premiar a su leal escudera; María José González Revuelta, con la que cuenta, si no hay cambios de última hora, para ser su número tres. Sáenz de Buruaga valora especialmente la lealtad que ha tenido en una de las peores crisis durante los últimos años y la capacidad que ha demostrado para unir al partido tras la fractura que se abrió por la victoria de Buruaga en las primarias.
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