Llinde Ariel Jordan, la vaca frisona que lo gana todo, logra su quinto título nacional

Hasta allí se desplazaron ayer los dueños de este magnífico ejemplar que suma ya su quinto título nacional, además de los tres regionales que ya posee en su amplio palmares, convirtiéndose así en la líder de todos los concursos nacionales de la raza. Y es que Llinde Ariel Jordan, con sus 13 años y sus siete partos, se hizo también, a principios de este mes, con el primer título del concurso regional organizado por la Asociación Frisona de Cantabria (AFCA) en el Ferial de Ganados de Torrelavega.

Pero la vaca lechera de Valdáliga no solo triunfa dentro de España, también lo ha hecho en el exterior, dentro de las dos últimas ediciones del prestigioso concurso internacional Cremona International Livestock Show, en cuya edición de 2023 se convirtió en Vaca Holstein Gran Campeona y Vaca Campeona Suprema de Razas Lecheras por segunda vez consecutiva, tras imponerse a las grandes campeonas de las razas Bruna, Jersey y Red Holstein, como mejor vaca de Europa y mejor ubre.

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Junto a la ganadería de Valdáliga participan en el concurso –que se prolonga hasta hoy domingo en otras categorías– un total 17 ganaderías cántabras con sus 78 animales, entre terneras, novillas y vacas. Y, de hecho, el rebaño de Cudaña consiguió alzarse con el premio al mejor de todo el país. Así, los ejemplares de la región están compitiendo hasta este domingo con otras siete comunidades autónomas: Andalucía, Asturias, Baleares, Cataluña, Galicia, Navarra y País Vasco.

Tal y como destacó la consejera de Ganadería cántabra, María Jesús Susinos, el hecho de participar y hacerse con un premio de estas características es todo un «escaparate de la mejor genética que se hace en Cantabria con técnicas que nos permiten estar muy a la vanguardia», dijo para desear suerte a los participantes.

En este certamen, como en los otros que ha ganado esta vaca modélica de producción lechera, los jueces valoran mucho el aspecto de las venas que circulan por la falda de la vaca y desembocan en las ubres. Lo hacen así porque son un marcador de su capacidad pulmonar y eso redunda en su potencia como raza.