Ni la lluvia ni el covid detienen las compras de última hora

Cantabria ·
Algunos compradores apuran los encargos a Papá Noel y los Reyes, que este año han recibido más pedidos por internet por el virus y el mal tiempo

Pedro Fomperosa

Santander

Jueves, 24 de diciembre 2020, 06:36

Algunas tradiciones, como la de dejar las compras navideñas para última hora, no cambian ni con una pandemia de por medio. A pesar de ser la hora de comer, María Gómez salía este miércoles del Zara de la calle Lealtad cargada de bolsas. «Yo ... soy de comprarlo todo a última hora. De hecho, empiezo hoy -por este martes- con los regalos de los amigos invisibles», dice. Iba apurada y todavía no había hecho ni los pedidos a Papá Noel, a quien no le faltará trabajo este jueves para llegar a tiempo a las entregas. «Mañana me centraré en los encargos para Papá Noel», concluía María.

La situación es más rara de lo normal. Los clientes hacen cola con distancia y mascarilla bajo la lluvia para hacer estas compras extraordinarias. El control del aforo de los comercios no lo interrumpen ni la lluvia ni el covid ni las prisas por hacer los encargos que llevarán los renos hasta los hogares cántabros. Por ejemplo, la Librería Gil de la plaza Pombo era uno de los lugares que requerían esperar cola. «Con un buen libro siempre aciertas. Nunca falla», comentaba Jonás Gutiérrez antes de entrar.

En la tienda de ropa Trasgo de Santander, Montse Chomón explica cómo viven estas fechas: «Lo que no cambia son las compras de última hora, siempre hay algún regalo que se deja para el último o el penúltimo minuto». Pero este año lo viven de una forma diferente. «Se nota que la gente sale menos de casa porque nos entran pedidos telefónicos. También nos ha ayudado la web que hemos habilitado este año», argumenta la propietaria de la tienda. La situación ha cambiado la forma de vender. «Los clientes lo ven en la web y nos llaman para preguntarnos por detalles de la ropa», asegura Montse Chomón. Ella avala la campaña de 'Santander Vale Más', «que ha funcionado fenomenal», y el 'Viernes negro', «que ha estado más animado que otros años». Están contentas. «Este año no me voy a quejar», resume la comerciante.

En la vinoteca La Ruta del Vino apenas han notado diferencias respecto a otras campañas. «Una Navidad 'normal' en cuanto a ventas está muy bien», se alegra su gerente, Juan José Marcos. También ellos han apostado por el mercado de internet: «Para regalos tenemos el servicio de envíos a toda España gracias a que hemos abierto una web. Así nos acercamos al cliente», afirma el copropietario de La Ruta del Vino. «Estas dos últimas semanas hemos recibido unos cuantos pedidos de regalos por ahí», aclara.

La lluvia es el principal contratiempo, más allá de la pandemia, y en diciembre el agua no ha dado demasiada tregua. Quienes más lo han sufrido son los pequeños comercios, entre los que se encuentran los puestos del mercadillo navideño de la plaza de las Farolas. Un contador, como los que pusieron en las playas el pasado verano, detecta la ocupación de la plaza pero casi no ha tenido trabajo. «En 20 días que llevamos aquí ha llovido todos menos cuatro o cinco», lamenta Silvia Mores, dueña de la tienda de accesorios Luna de Plata.

«El año pasado teníamos techo y podíamos estar hasta en manga corta, pero este año no estamos teniendo ninguna suerte», cuenta Merche Sancho, de la tienda 'Di+ Natural' del mercadillo. Aún así, también aquí han detectado el repunte de compras a última hora, «pero el cambio de año a año ha sido muy grande», dice la comerciante. A pesar de eso, las ventas están sirviendo «para cubrir algo más que gastos» y podrán salvar la Navidad a pesar de la situación climatológica.