Una fuerte tormenta colapsa la red de saneamiento de Santander y se inundan varias calles de la ciudad

Una espectacular tormenta y la rotura de un colector en la calle Ruamayor número 11 ha inundado varias calles céntricas de Santander. El Ayuntamiento aclara que la principal razón por la que las alcantarillas de las principales calles del centro de la ciudad han colapsado ha sido «por la intensa lluvia que ha caído durante 20 minutos», aproximadamente. «La gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo (según Aemet 20 litros por metros cuadrado, a las 20.00 horas) ha sido la que ha colapsado el sistema de saneamiento de Santander. El agua ha empezado a salir por las alcantarillas y por eso se han inundado muchas calles del centro», según ha informado la concejala de Medio Ambiente de Santander, Margarita Rojo. Una de las consecuencias de la gran cantidad de agua ha sido la rotura del colector de la calle Ruamayor. «Los tubos no han dado a basto para llevar tanta agua y se han roto», explica también la edil. La calle Ruamayor ha sido cortada por la Policía Municipal y lo estará también en las próximas horas, hasta que la empresa Aqualia repare el colector. Las tormentas que este viernes han provocado que las calles de muchas ciudades y pueblos de Cantabria se queden vacías, han anegado totalmente vías como Jesús de Monasterio, Amós de Escalante, calle Burgos o incluso algunas en el Sardinero y la carretera que sube hasta el Faro de Cabo Mayor.

Antes justo de cerrar, muchos comerciantes se han visto sorprendidos por una tromba que ha provocado que el agua entre en algunos negocios. Una especie de «agua sucia» inundaba calles como Jesús de Monasterio o Amós de Escalante y la misma plaza del Ayuntamiento de Santander, cuenta un camarero de una cafetería cercana al Consistorio, que veía como «las alcantarillas en vez de tragar, expulsaban el agua». Algunos vecinos de la calle Jesús de Monasterio como Antonio Lastra Díez se quejaban amargamente del «abandono del Ayuntamiento» y del mal estado del saneamiento de Santander sobre todo en su calle. «Esto es vergonzoso, la calle Jesus de Monasterio inundada de aguas fecales, las alcantarillas saltando y las ratas (intentando subirse a los árboles para no morir ahogadas). Llamamos a la policia y ni Dios se arrima por allí», lamenta en sus redes sociales Antonio.

Han sido momentos en los que las llamadas a los Bomberos de Santander se han multiplicado. Los efectivos de Santander han sacado de una balsa de agua a dos coches que habían quedado atrapados en una de las curvas de la subida a Mataleñas y según fuentes del Ayuntamiento, los Bomberos también han acudido a otras «pequeñas incidencias que se han producido en otros puntos del centro de la ciudad».

Cantabria estaba este viernes en aviso amarillo por lluvias y tormentas y las previsiones se han cumplido. La tromba ha durado unos 30 minutos aproximadamente, pero ha trastocado la vida de todas las calles de la ciudad. Los libreros que estaban en los stands de la Feria del Libro de Santander han tenido que tapar sus pertenencias a la carrera «para evitar un desastre». Aemet, en su parte de las 20.00 horas, hablaba de 20 litros por metros cuadrado en Santander, mientras que en Valderredible eran más de 40 los litros de agua por metro cuadrado los que han caído.

Algunos ciudadanos a los que la tormenta ha pillado en las calles de Santander se han mostrado sorprendidos por la tromba caída. «Nunca vi nada así, las alcantarillas de las calles del centro escupían el agua como un grifo abierto hacia el cielo, sobre todo en la zona de Numancia y en la Alameda de Oviedo», señala María Castillo, que estaba en esos momentos de compras por el centro de la ciudad.

Los automovilistas también han visto como tras 20 minutos cayendo lluvia era prácticamente imposible circular. «Todos los carriles estaba repletos de agua, por el carril derecho era difícil circular porque eran todo balsas de agua, entre la Alameda y Valdecilla, y la gente refugiada en mas marquesinas de autobús, que quedaba completamente empapada al pasar los coches», comenta Pilar, a la que la tromba ha pillado también en la calle.

Algunos vecinos de Santander también han compartido imágenes de lluvia y calles anegadas.

También las tormentas han tenido protagonismo en Valderredible. En algunos pueblos de la zona, como Rocamundo, ha caído una tremenda granizada que ha destrozado los cultivos de las huertas de los vecinos. «Granizos del tamaño de una monedas de dos euros, que se ha cargado muchas huertas...acelgas, berzas, etc...», cuenta Carlos López Saiz, desde Rocamundo, en el corazón de Valderredible. El parque infantil del pueblo ha quedado blanco en cuestión de minutos y los vecinos han tenido que refugiarse en sus casas para evitar una fuerte granizada y los 40 litros de lluvia por metro cuadrado que han anegado algunas otras zonas del municipio.