Secciones
Servicios
Destacamos
Laura Fonquernie
Santander
Lunes, 11 de noviembre 2019, 08:00
La lluvia sigue sin dar tregua y el temporal fue de nuevo protagonista durante toda la jornada de ayer. Por lo que los paraguas volvieron a ser un accesorio obligatorio para cualquiera que quisiera salir a la calle aunque las precipitaciones se alejaron un ... poco de los niveles caídos durante la semana. El viernes Soba registró la mayor precipitación acumulada con 111 litros por metro cuadrado frente a la máxima de ayer, que fue en Villacarriedo con 52,2 litros. Lo cierto es que, aunque en menor medida, el agua dejó igualmente alguna incidencia, como en el caso Isla (Arnuero), donde los bomberos del parque de Laredo y agentes de la policía local tuvieron que achicar agua de varios garajes que se inundaron durante la mañana. Los ríos volvieron a aumentar su cauce y ascendieron a niveles altos, aunque siguen soportando bien las trombas de agua que azotan a la región. A última hora de la tarde, sólo el río Saja, a la altura de Puente San Miguel, estaba en seguimiento.
El litoral cántabro volvió a dejar imágenes de grandes olas rompiendo contra las rocas, aunque sin consecuencias. El resto de incidencias las provocó la nieve en torno a los 900-1.200 metros y fue la culpable de que se mantuviera cerrado al tráfico durante todo el día el puerto de Lunada, según Carreteras de Cantabria. Y, durante la tarde, obligó a cortar también los puertos de Estacas de Trueba y La Sía. Además, el granizo forzó a los coches a avanzar con precaución y utilizar cadenas en la carretera N-621 en varios momentos del día.
La Guardia Civil de Tráfico recomendó circular con precaución en el puerto de Pozazal, en el límite de Cantabria con Palencia, en la autovía A-67. También el viento fue el culpable de alguna incidencia, como la caída de un árbol en Torrelavega a las 15.00 horas de la tarde. O el desprendimiento de las placas solares del tejado de un gimnasio en Suances, según informó el 112 de emergencias de Cantabria, que valoraron la jornada como «más tranquila de lo que se esperaba según la previsión y la alerta amarilla que seguía en la región».
En el caso de Santander el viento alcanzó rachas de hasta 97 kilómetros por hora a primera hora del día. Esta cifra fue el valor máximo de la región y el sexto más alto de todo el país, según la información de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El segundo registro de la región fue en Alto Campoo con 86 kilómetros/hora.
Hoy, la jornada transcurrirá con más tranquilidad, porque según la previsión de la Aemet, desaparece la alerta amarilla por lluvia aunque se mantiene el riesgo por viento y fenómenos costeros en el litoral cántabro hasta las 17.00 horas de la tarde. Y mañana desaparece de manera definitiva el riesgo por viento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.