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J. A.
Santander
Jueves, 28 de diciembre 2023, 07:05
«Ya no tienen miedo a nada, y tampoco parece que se esté tomando ninguna medida. Al final, habrá que esperar a que pase algo». Así se lamentaba ayer Ambato González, vecino de Barcenillas (Ruente), después de que un lobo devorase una oveja que tenía ... en su finca y de que apenas se inmutase a pesar de sus esfuerzos por espantarlo.
Este nuevo ataque de lobo, en una zona castigada por estas alimañas, se produjo durante la noche del pasado martes –sobre las nueve y media– junto al domicilio de González. En esta ocasión, una cámara de vigilancia en la casa de este vecino captó esa visita no deseada: aunque en la grabación no se ve cómo mata la oveja, sí se observa al animal deambulando con calma por el jardín de la vivienda. Ni la presencia de un mastín ni, después, la del propio dueño, parecen alterarlo, y se aleja de la finca sin acelerar el paso.
La casa de Ambato González está situada junto al núcleo urbano y junto a la carretera general; aunque a esas horas ya no haya mucha gente en la calle, sí que circulan algunos coches, algo que no arredró al lobo. En la grabación de la cámara que vigila su jardín, lo primero que se ve es al perro, inquieto, que marcha de un lado a otro. Segundos después, aparece una luz. «La luz que aparece soy yo, que salí de casa con un foco. Oí al mastín ponerse como loco ladrando y fui a ver qué pasaba». Por lo que se aprecia en la película, el lobo era más grande que el mastín.
«Lo más curioso es que estaba como a quince metros de él con el foco, y a pesar de eso en el vídeo se ve que está tan tranquilo. Después se puso a olfatear el suelo, y yo le voceé y le chillé: levantó la cabeza, me miró y luego se fue tan tranquilo».
Fue más tarde cuando González comprobó que el lobo había devorado una de las ovejas que tiene para mantener limpia la finca. «Se la comió enterita, y la cosa es que ha sido aquí, en el jardín de casa, y que esto fue a las nueve y media de la noche, que no eran las tres de la mañana. Yo vivo aquí con mi hijo, que tiene ocho años, y es que parece que ya no puede salir ni a por agua. Esto ya impone un poco».
Según explicó, tras sufrir este ataque y dar el aviso, un agente del medio natural se acercó hasta allí, comprobó que había sido un lobo el causante de la muerte de su oveja y, tras ver el vídeo, le dijo que se trataba de un ejemplar de gran tamaño.
«Está bien que reclames y que te den lo tuyo, pero no se trata de eso, porque parece que ya no puedes tener nada. Hemos llegado a un punto que los lobos no le tiene miedo a nada y vienen hasta la puerta de casa. Toda esta zona está muy machacada por el lobo, y un día sí y otro también se oye que ha atacado el ganado de alguien. A mí me parece que hay que buscar una solución, y yo estoy contando mi caso para ver si se van dando cuenta de que esto no puede seguir así: lo más peligroso de todo es que ves que llega y mata sin importarle que haya alguien».
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