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Vídeo y fotos: Javier Rosendo

«Es desgarrador abrir la ventana de casa y ver la finca sembrada de cadáveres»

Los lobos matan al pequeño rebaño de siete ovejas de un vecino de Valdáliga a tan solo 30 metros de la puerta de su casa

Ana del Castillo

Santander

Viernes, 27 de diciembre 2019, 13:22

A estas alturas del día todo el pueblo de El Mazo, en Valdáliga, ya se ha enterado de que los lobos han vuelto a hacer de las suyas y han acabado con el pequeño rebaño de siete ovejas de Juan, un vecino de la zona cuyos animales tenían la función de cuidar su plantación de frutales ecológicos. Lo grave de la situación, y lo que preocupa a los vecinos, es que el ataque se ha producido en una finca rodeada de casas y caminos de tránsito y a tan solo 30 metros de la puerta de la vivienda, en pleno casco urbano.

Este vecino, que prefiere mantener el anonimato, cree que el ataque se pudo producir sobre las cinco de la madrugada. Cuando despertó y subió las persianas de la casa se encontró con el dantesco escenario: seis de ellas estaban muertas, descuartizadas, y otra todavía agonizaba. «Es un poco desgarrador abrir la ventana de casa y ver la finca sembrada de cadáveres», lamenta Juan, que después de sufrir otro ataque la pasada primavera y perder otras tres ovejas, ya no quiere volver a arriesgarse. Por él y por sus hijas: «Cogen cariño a los animales y no quiero verlas llorar otra vez».

Javier Rosendo
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Y en ese punto, Juan pone sobre la mesa el eterno debate solicitando a la clase política -«la que vive en las ciudades, donde no hay lobos»- que se siente para solucionar el problema. «Entiendo y respeto a aquellos que defienden al lobo, pero se ha convertido en una amenaza que puede poner en riesgo la vida humana. Transita por las zonas rurales con un descaro que antes no tenía», explica a este periódico. Y eso teniendo en cuenta que este vecino de Valdáliga no vive de sus ovejas: «No soy ganadero, las ovejas no eran mi sustento, pero me pongo en la piel de aquellos vecinos cuya fuente de ingresos son los animales».

Dicho esto, Juan quiere agradecer al Gobierno de Cantabria el interés mostrado este viernes, que se han puesto en contacto con él para conocer el alcance del ataque.

Un agente del Medio Natural de Cabezón de la Sal se ha acercado hasta la finca de Juan a primera hora de esta mañana para valorar lo ocurrido y para confirmar que se trata de «al menos un lobo» el que ha hecho semejante escabechina. Lo que queda patente es que las ovejas murieron a escasos 30 metros de la puerta de Juan, en un lugar con puntos de luz, alumbrado público y a veinte pasos de la carretera general.

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