Lombó destaca la «normalidad pese a la incertidumbre» en el inicio de curso

Si todos los inicios de curso son una prueba de fuego para la Consejería de Educación, el primero que se produce en plena pandemia y tras seis meses con las aulas clausuradas a causa del coronavirus, mucho más. En cualquier caso, las primeras impresiones de la titular del área, Marina Lombó, que esta mañana ha visitado el colegio Elena Quiroga de Peñacastillo, son positivas.

«Está transcurriendo, dentro de la incertidumbre lógica que puede tener toda la comunidad educativa, con muchísima normalidad», ha apuntado la regionalista, que destaca que se han respetado todos los protocolos establecidos para tratar de mantener las medidas de seguridad en los centros: «Teníamos ganas de que llegara este día. Dentro de las incertidumbres, hoy es un día en que podemos decir de felicidad porque hayan podido volver a las aulas».

Lombó se ha mostrado comprensiva con las familias que han decidido no llevar a sus hijos al colegio. Sí se conoce el dato de Santoña, la única localidad de Cantabria que está confinada en este momento por la alta incidencia del virus. Allí, el absentismo llega al 12%. «La reacción de los padres ante ese temor es la normal. Vamos a esperar al miércoles, que mañana es fiesta en Santoña y los padres irán teniendo esa confianza de ver que los centros están bien organizados y tienen las medidas de seguridad y se irán templando».

Es decir, que la Consejería de Educación, por el momento, no tomará medidas con las familias que no hayan llevado a sus hijos al colegio a pesar de que se trata de una obligación legal. Lombó ha dicho que el Gobierno de Cantabria tendrá «paciencia» y ha recordado que la región, como el resto de comunidades autónomas, ha planteado esta situación al Ministerio para que sea Madrid quien establezca una pauta común.

La consejera ha preferido no valorar la petición de dimisión contra ella que ayer formuló el sindicato STEC, mayoritario en la enseñanza pública de Cantabria, por la gestión del inicio de curso en Santoña y la obligatoriedad de abrir los centros pese a la opinión de los profesionales. En este sentido, ha sido muy escueta al ser preguntada si compartía la decisión de Salud Pública de no retrasar allí el inicio del curso. «Yo como consejera tengo que tomar decisiones en función de lo que Salud Pública diga que es bueno para nuestros niños. Creo que como consejería teníamos que mantener que los colegios estén abiertos porque Salud Pública en ningún momento ha dicho lo contrario. Debemos de seguir toda la comunidad educativa esas recomendaciones».

A falta de los datos de absentismo escolar en el conjunto de la región, Educación confirma la incorporación de los 338 docentes contratados para cubrir las necesidades generadas por el covid, que ha obligado a reducir las ratios de escolares por aula. Además, las plazas de los 482 profesores que están puntualmente de baja médica se han cubierto. La intención este año es hacerlo de forma inmediata, si es posible en el mismo día. «Tan importante es el nombramiento de plazas de profesores de apoyo covid como las sustituciones ágiles», ha destacado Lombó.

Con respecto a la plantilla docente, ha indicado que este curso arranca ya con 338 docentes más que el pasado. Un «esfuerzo importante», al que la Consejería añade el que hará para cubrir en veinticuatro horas las bajas que se produzcan entre los tutores del alumnado de Infantil y Primaria. Para trasladar la envergadura de esta actuación, ha explicado que, a día de hoy, hay 482 docentes en situación de baja laboral.

En total, hoy estaban llamados a las aulas 46.119 alumnos matriculados en Infantil, Primaria y Educación Especial en los 206 centros educativos de Cantabria que imparten estos niveles.