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Santander
Viernes, 9 de diciembre 2022, 07:45
El pasado mes de julio, el presidente Pedro Sánchez se plantó delante de un micrófono y pidió a todos los españoles que tomásemos medidas para ahorrar energía. Dijo que había que quitarse la corbata para ahorrar electricidad. Pero seis meses después, pocos se acuerdan de ... aquella austeridad energética exigida. Las ciudades, que se debaten entre el ahorro energético o el tirón turístico y comercial que genera una ciudad iluminada y muy navideña, se han llenado de bombillas, de led, eso sí. Algunos ayuntamientos como los de Bilbao, San Sebastián o Logroño han retrasado el encendido y también han decidido apagar sus luces una hora antes durante todos los días. Por otro lado están Oviedo, Santander o esas capitales que apuestan por el turismo navideño, como Madrid o Vigo, que este año han aumentado el número de bombillas encendidas, sus horarios de encendido no se han reducido y sus gobiernos locales han aumentado las partidas destinadas para la iluminación navideña «porque la luz está más cara».
Santander encendió las brillantes y luminosas luces navideñas el 2 de diciembre, un día antes que en 2021, aunque algunos grupos políticos de la oposición habían pedido que no se encendiesen hasta al menos el 20 de diciembre. Las calles, plazas y barrios de la capital están iluminadas por 2,8 millones de luces led, pero con apenas novedades con respecto a otros años. La capital cántabra no ha apostado nunca por ese turismo navideño que persigue que gente visite otras capitales para ver las luces.
En Santander, este 2022, además de la iluminación, se han instalado diferentes figuras 3D, el gran árbol y una bola en la plaza del Ayuntamiento, pinos en la plaza de Italia, Estaciones, Lealtad, Alfonso XIII; paquetes de regalo en la Porticada, calle Burgos, Puertochico y un muñeco de nieve en la calle Castilla, entre otros. Calles como Isabel II o Guevara están iluminadas al completo este año y una de las novedades es la iluminación de la Alameda de Oviedo: 154 árboles, 16.632 metros de guirnalda y 250.000 puntos de luz led. La capital cántabra no ha apostado nunca por ese turismo navideño que persiguen las ciudades que presumen de luces navideñas. Tampoco ninguna de las capitales cercanas son focos que atraigan ese turismo navideño.
El horario en el que las luces están prendidas es de 18.00 a 00.00 horas de lunes a jueves, y hasta la 01.30 de la madrugada los viernes y fines de semana. Algunos de los motivos luminosos de la ciudad incluso están encendidos por la mañana, hasta que amanece. Las jornadas del 24 y 31 de diciembre y 5 de enero se ampliará hasta las 05.00 horas. Casi todas las luces están en la entrada y salida de la ciudad y en la línea central que la atraviesa, pero en barrios como Peñacastillo, San Román, La Albericia e incluso El Sardinero, apenas se han colocado dos arcos de luces por barrio y son las viviendas particulares las que dan colorido a esta esperada Navidad post-covid.
En Oviedo, según informa El Comercio, la Navidad ha vuelto por todo lo alto. El encendido, el pasado día 2 de diciembre, se adelantó unos días con respecto a 2021. Cuando se pulsó el botón, se pusieron a funcionar 5 millones de puntos de led repartidos por más de 330 localizaciones, medio millón más que el año pasado. En la capital asturiana se han encendido 311 calles y plazas –cincuenta más que el año pasado– de 22 barrios, una veintena de parroquias del concejo y 32 centros sociales con 539 arcos de luz, 325 motivos navideños, 117 figuras, 644 árboles y 15 letreros con el escudo de la ciudad, además de los varios centenares de farolas. Como no podía ser de otra manera, sus vecinos de Gijón han tenido que tirar de símbolos asturianos y navideños para igualarse a Oviedo. Las fotos más subidas a redes sociales son sin duda a su 'estrellona' fugaz de 22 metros de longitud, que está instalada junto al Náutico.
En Bilbao, según El Correo, las luces de Navidad han hecho regresar las estampas de la Gran Vía engalanada con su traje de luces azules, la ballena dorada tantas veces fotografiada o la mítica bola que sirve de escenario para los selfies con amigos. El Arenal también ha vuelto a convertirse en un bosque mágico, con 120 árboles iluminados. Este año la capital vizcaína se ha alumbrado el 30 de noviembre, una semana más tarde que en 2021, y sus 1,3 millones de bombillas también permanecerán encendidas una hora menos, hasta las diez de la noche. El año pasado, brillaban hasta las once los viernes, sábados y vísperas de fiesta hasta el 8 de enero. Todo el alumbrado y elementos decorativos se nutren de luces led. El año pasado, la factura del consumo durante toda la campaña navideña (de unas seis semanas), fue de aproximadamente 3.000 euros, unos 500 a la semana. El consistorio bilbaíno desconoce todavía cuánto podrá ahorrar con estas medidas tal y como está el precio de la energía.
El encendido de luces en San Sebastián se ha retrasado una semana con respecto a 2021, según los responsables municipales para intentar contribuir al ahorro energético, exigido por la crisis. Y, desde el pasado 2 de diciembre y hasta que se vuelvan a apagar las luces, habrá 66 horas menos de alumbrado navideño que el año pasado. El encendido diario será de 17.45 a 22.00 horas, menos el fin de semana, que estarán hasta las 23.00. Estas medidas permitirán ahorrar hasta 5.300 kW/h, con un coste de 410.000 euros, aproximadamente.
La capital de La Rioja, Logroño, prendió una comedida iluminación navideña también el 2 de diciembre. 62 calles comerciales, ocho plazas, edificios y espacios municipales, un abeto de 12 metros y a una bola luminosa gigante. El horario de las luces también se va a reducir una hora con respecto a la pasada Navidad.
Pero hay ciudades españolas que en las fiestas navideñas tiran la casa por la ventana para intentar atraer a un turismo que disfruta siguiendo las luces y que eso genere un tirón comercial. En Vigo, su ayuntamiento lo ve como una inversión ya que millones de turistas (se calcula que más de tres) hacen gasto en la ciudad durante prácticamente tres meses. Por esto, allí no se han planteado pisar el freno estas Navidades e inauguraron sus luces el 19 de noviembre. Desde todos los puntos de España, miles de personas viajan hasta la capital pontevedresa para pasar unos días y disfrutar de esa luces que encandilan a todo el que las mira. El Ayuntamiento cántabro de Castañeda, de hecho, está organizando una excursión para acudir a Vigo los próximos 28 y 29 de diciembre, con ese propósito: visitar la ciudad para ver sus luces navideñas.
Solo la factura de la instalación de los 11 millones de luces led que decoran la ciudad viguesa sobrepasa el millón de euros. En 2021 se gastaron 929.052 euros. El alcalde Abel Caballero, el más navideño de todos, calcula que «mantener encendidas todas estas luces en noviembre, diciembre y parte de enero supone un gasto de unos 30.000 euros».
Pero es la capital de España la que se lleva la palma con su despliegue de luces navideñas. El consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida ha presupuestado más de 4 millones de euros para la instalación y pago de la factura de la luz de estas fiestas. La inversión es similar a la del año pasado, pero la intención, tal y como ha recordado el alcalde madrileño es «recuperar los niveles de turistas previos a la pandemia, cuando en 2019 acudieron cerca de un millón de visitantes durante el mes de diciembre».
Las luces navideñas de la capital se encendieron el pasado 24 de noviembre y así estarán durante 43 días, hasta el próximo 6 de enero. El horario: entre las 18.00 y 00.00 horas de lunes a jueves; y los viernes y sábado se amplía hasta la 01.00. Los días 24 de diciembre y 5 de enero se ampliará el horario hasta las 03.00 horas de la madrugada, mientras que el 31 de diciembre hasta las 06.00 horas.
Estas luces están en 230 emplazamientos, distribuidos entre los 21 distritos de Madrid, que contarán con 6.700 cadenetas, 115 cerezos y 13 grandes abetos luminosos. Algunas de las instalaciones más míticas de esta iluminación navideña son la gran bola de la calle de Alcalá, situada frente al edificio Metrópolis; la menina gigante iluminada de 10 metros de altura, que las Navidades pasadas estuvo situada en el Paseo del Prado; o el abeto natural gigante de la plaza de España. La gran novedad de este año está en la Plaza de Colón, donde se ha instalado un colosal Nacimiento en 3D, que superará los 10 metros de alto y los 4,6 metros de ancho. La enorme escultura de las siluetas de San José, la Virgen María y el Niño Jesús está iluminada completamente con 20.000 bombillas leds de bajo consumo en colores blanco cálido y puro, y con destellos flash, que irán unidos entre sí formando cordones tipo guirnalda.
Tampoco faltarán los árboles de Navidad y este año son 13 abetos. El kilómetro cero de Madrid estará decorado con un abeto luminoso de 35 metros de altura y 14 metros de diámetro en su base, diseñado para simular el aspecto de un gigantesco abeto natural. Este año, los tonos verdes y azulados del antiguo abeto serán sustituidos por el color dorado y blanco para la estrella blanca que coronará en lo alto. Por su parte, otro de los más importantes vuelve a estar instalado en la Plaza de España. Se trata de un abeto natural de 19 metros de altura, un metro más que el árbol de 2021.
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