Luis Martínez Abad: Un ingeniero «tenaz» al servicio de su partido

Licenciado en Ingeniería Técnica en Electrónica Industrial, Martínez Abad, que además es licenciado en Filosofía, acumula una amplia experiencia en la gestión de empresas, muy especialmente en aquellas relacionadas con la geriatría y la dependencia, un campo este que domina bien: fue, entre otros cargos, director gerente de la Residencia San José de Astillero y director técnico del Grupo Medinaceli.

También la atesora en el campo turístico, especialmente desde su incorporación a Cantur, que es, sin duda, la mejor plataforma desde la que cualquiera puede observar el acontecer de la industria del ocio de la región. Allí llegó después de convertirse en un peso pesado de la Ejecutiva del Partido Popular cántabro y tras una decisión recordada por sorprendente por dos razones. La primera, porque quien fuera coordinador del programa electoral de María José Sáenz de Buruaga no aparecía, de primeras, en la lista de 17 personas que se postularon oficialmente al concurso público para llegar al cargo. (Fuentes del Gobierno regional defendieron que Martínez Abad sí estuvo siempre dentro de esa lista, ampliada a 24 nombres). Y la segunda, porque el propio Martínez Abad formó parte del consejo que aprobó las bases y decidió al candidato que mejor se ajustaba al puesto: él mismo. (Esas mismas fuentes del Ejecutivo matizaron que no era miembro del comité de valoración y, además, el nuevo director de Cantur «abandonó la sala en el momento de producirse la elección del candidato»).

Sea en el modo en que fuera, lo cierto es que el nuevo consejero de Cultura, Turismo y Deporte ha llevado durante un año justo (o casi, porque lo cumpliría el próximo día 28 de septiembre) las riendas de la promoción turística de Cantabria desde Cantur, donde su gestión no ha pasado inadvertida.

Quienes han trabajado con él le definen como un gran gestor, un hombre metódico y tenaz, además de una persona cercana y de una gran visión estratégica. Y quienes además de haber trabajado con él han convivido con él remarcan su capacidad de diálogo, su facilidad para sacar lo mejor de todos cuantos le rodean, su nobleza, su carácter reflexivo y su humanismo.

«Ese es, humanista, el adjetivo que mejor puede definirle», coinciden quienes han aderezado este perfil, en el que cabe también «su cultura».

Gran amante del arte en todas sus vertientes, a Martínez Abad le privan la pintura y la literatura. De hecho, pinta y escribe, aunque, dice uno que le aprecia, «sus libros no son fáciles de leer». Ha publicado varios ensayos y libros de poesía, entre los que destacan 'Las asignaturas pendientes. Una aventura intelectual a través del pensamiento', 'Poesía. Desde el silencio' y 'El arte de crear y vivir una relación en pareja', un libro, este último, en el que el nuevo consejero descubre el lado más sensible de su personalidad, que también lo tiene. Eso y cierta querencia por los dulces, «la quesada, la leche frita...». Ese tipo de dulces. No los otros. Vamos, que cuando Rajoy dijo que subía el precio de las 'chuches', él no se llevó un disgusto.