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El verano no ha comenzado bien para los hoteles de la región. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística(INE) así lo atestiguan. Las pernoctaciones se redujeron un 4% en julio respecto al mismo mes del año pasado. En cifras absolutas, 18.975 menos. ... Son unos números que chocan con el crecimiento experimentado en el conjunto del país, donde los hospedajes en este tipo de establecimientos crecieron un 2,2%. «El tiempo no ha acompañado. En Cantabria tampoco ha sido bueno. Nos ha penalizado», reconoce Eduardo Lamadrid, presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria. «Además, a esto hay que sumar todas las viviendas ilegales de uso turístico que tenemos repartidas a lo largo y ancho de la comunidad», apostilla.
La última encuesta de Coyuntura Turística Hotelera constata el frenazo. A pesar de que ha sido el cuarto mejor mes de julio de la serie histórica y que el acumulado anual de pernoctaciones suma ya 27.197 más que en 2023 –1,58 millones–, los hoteles cántabros también han recibido menos visitantes. Exactamente, 184.363; que es un 8,1% menos que hace doce meses. Los viajeros residentes en España disminuyeron un 13,6% y los extranjeros, en cambio, aumentaron un 13,6%. «Ya sabíamos que los datos no iban a ser buenos, porque la primera quincena de julio fue muy mala, llovió y estuvo nublado, y la segunda, aunque fue mejor, no conseguimos remontar», subraya Lamadrid. «No hay que olvidar tampoco la competencia desleal de las viviendas turísticas ilegales. A ver si se regularizan de una vez con el famoso decreto que tanto estamos esperando», subraya.
«Los tiempos están cambiando y la hostelería debería saberlo, el modelo vacacional ahora es diferente. Esto es una realidad», afirma Jaime Paino, presidente de la Asociación de Viviendas de Uso Turístico de Cantabria. «No se puede culpar a la modalidad ocupativa, hay que diferenciar entre alojamientos legales e ilegales. Los segundos también nos hacen muchísimo daño a nosotros», recalca.
Pero no todo ha sido malo para los hoteles en el primer mes del verano. La tarifa media diaria por habitación subió un 6,7%, hasta los 112 euros de media frente a los 140 del conjunto del país. En general, los precios se elevaron un 7,06%.
La región alcanzó una ocupación del 61,6% y el sector hotelero empleó a 3.346 personas, lo que supone un incremento del 0,5%. Además, la estancia media fue de 2,5 días, que es apenas una décima superior a la de julio de 2023. Otro dato llamativo es que la estimación del INE de los establecimientos hoteleros abiertos fue de 467, un 7% menos que en julio de 2023, y las plazas también se redujeron: 23.158, un 1% menos.
Aun así, las expectativas para el resto de verano son buenas. «Agosto siempre funciona bien y en septiembre dependeremos del tiempo», concluye Lamadrid.
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