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«Ha sido un malentendido», dice Revilla para intentar que se disipe la polvareda levantada con el voto de rechazo del PRC en el Parlamento ... al AVE hasta Reinosa. Y en realidad tiene razón el presidente porque, literalmente, nadie en la clase política ni en la ciudadanía ha entendido este bandazo. No es fácil justificar el tránsito regionalista desde aquel año 2010 cuando todavía reivindicaba, no un AVE, sino dos, con Madrid y con Bilbao, pasando por la posterior expedición a Monzón de Campos para clamar en defensa de la alta velocidad ferroviaria y contra la traición de 'Pepiño' Blanco, hasta llegar a la reciente abdicación parlamentaria.
Como no había una explicación comprensible para una mudanza tan radical, han florecido las especulaciones. Sospecha el PP que Revilla quería hacerle una gracia a Podemos por propiciar su investidura y el primer Presupuesto de la legislatura y por eso apoyó su propuesta de cambiar el AVE por la mejora de los trenes de cercanías y, de paso, ningunear al ministro De la Serna, que había prometido la extensión de la alta velocidad hasta Reinosa. Y el PSOE, que gentilmente se abstuvo para no molestar al Gobierno de Pedro Sánchez, se maliciaba que el presidente cántabro, a través de su línea directa con Sánchez o con el ministro Ábalos, ya tenía apalabrada alguna compensación por la renuncia al AVE en materia de infraestructuras, la financiación del nuevo Valdecilla o en cualquier otro ámbito.
Si nadie entiende los tumbos del PRC con el AVE, menos que nadie su regidor en Reinosa, José Miguel Barrio, decepcionado y perplejo con la cúpula de su partido por una de esas maniobras extemporáneas que pueden llevarse por delante a un alcalde en las elecciones. Y de paso, quizá también al de Valderredible, Fernando Fernández, quien se ha apresurado a apuntalar el tambaleante compromiso regionalista con el AVE.
En fin, un malentendido, una rectificación de emergencia, de nuevo con la bandera del AVE hasta Santander como en los viejos tiempos, y a ver si la tormenta escampa. En el PRC reconocen, cuando menos, un exceso de confianza en los juegos malabares del Parlamento y también evidentes errores de comunicación y de estrategia. Primero, por no subrayar con claridad meridiana la posición del partido desde que en 2015, con Ana Pastor como ministra de Fomento, aceptó cambiar el AVE por el tren de altas prestaciones, y en la posterior apuesta por las cercanías y la conexión rápida con Bilbao. Y segundo, si De la Serna hace la promesa –verosímil o no– de extender la alta velocidad hasta Reinosa no hay por qué rechazarla de antemano cuando Pedro Sánchez llega a La Moncloa si el PRC debe mantener siempre en alto el estandarte de la reivindicación ante el Estado, cualquiera que sea el inquilino de La Moncloa.
Los malentendidos y las turbulencias se suceden en el Gobierno PRC/PSOE a medida que se acercan a las elecciones, como se ha comprobado en el Debate sobre el Estado de la Región. La consejera de Sanidad Luisa Real no se salvó esta vez por la campana y la oposición mayoritaria logró que se aprobara la propuesta que reclamaba su cese por las irregularidades del SCS. Los socialistas constataron el poco interés del socio regionalista en convencer al 'diputado 18', Juan Ramón Carrancio para que desbaratase la ofensiva con su voto decisivo y lo intentaron ellos mismos. Después de los baños de pureza que se habían dado Zuloaga y los suyos al intentar negociar los Presupuestos 2018 con Podemos para que no dependieran de un tránsfuga, esta vez no le encontraban pegas a Carrancio para que les ayudase en el rescate de la consejera Real.
La operación no salió, pero como donde las dan las toman, el PSOE replicó con una sonora crítica al frustrado apaño regionalista para librar de la cárcel al director de Cantur, Diego Higuera. Otro malentendido, claro. Importante cabreo en el PRC, con lo que ellos han tenido que soportar, se lamentan, con la crisis interna de los socialistas, con los ceses del consejero Ramón Ruiz o del director de Sodercán, Salvador Blanco. Así que más leña al mono. Revilla rinde homenaje a los profesores que acosan al consejero socialista Francisco Fernández Mañanes y anuncia a continuación que el PRC se reservará la cartera de Educación en la próxima legislatura, que es tanto como censurar la gestión en esta materia por parte de su socio en el Ejecutivo.
Una escaramuza tras otra en el Gobierno de coalición, entre los socialistas que se han venido arriba con el nuevo régimen de Pedro Sánchez y los regionalistas que les advierten de que pueden acabar en la oposición en la próxima legislatura porque hay otras alianzas de gobierno en el horizonte. Por ejemplo, con Ciudadanos si no está Félix Álvarez. Hasta con el PP llegado el caso.
El PP se Sáenz de Buruaga sale del Debate sobre el Estado de la Región envuelto en un cierto optimismo. Acorralar a la consejera de Sanidad y forzar al Gobierno a rectificar en el AVE y en la maniobra de Cantur es más de lo que han conseguido en toda la legislatura. En Puertochico incluso admiten el mal momento: ya resulta bastante difícil gobernar para, además, cometer errores tan groseros en la recta final hacia las elecciones.
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