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Los partidos de la oposición en Cantabria con representación parlamentaria no están conformes con la profunda remodelación llevada a cabo por Pedro Sánchez en su gabinete. PP, Ciudadanos y Vox censuraron ayer los cambios porque «sólo buscan prolongar su hegemonía». Aseguran que ... es maquillaje, un cambio de caras al frente de las carteras ministeriales. Por su parte, el PRC, a través deMiguel Ángel Revilla, volvió a insistir en su «preocupación» por la marcha de José Luis Ábalos, responsable de Transportes, con quien el Ejecutivo cántabro tiene firmados los acuerdos de las diferentes obras en infraestructuras. Así que el PSOE se quedó sólo en la defensa. Pablo Zuloaga, secretario general de los socialistas cántabros, destacó en Twitter «el inmenso trabajo» de los ministros salientes.
El Partido Popular fue contundente. «Lo que es malo para España no puede ser bueno para Cantabria», afirmó María José Sáenz de Buruaga, que calificó el anuncio del presidente del Gobierno como «una moción de censura de Pedro Sánchez contra Pedro Sánchez». La presidenta de los populares cántabros fijó su posición bajo la premisa de que «no es una remodelación: es una reprobación en toda regla, el reconocimiento de que el Ejecutivo es un fiasco que evidencia su debilidad y falta de capacidad».
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El secretario general de los socialistas cántabros y vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, no polemizó y utilizó las redes sociales para dar la enhorabuena a los nuevos ministros y destacar el esfuerzo que tienen por delante «para recuperar Cantabria y España». La marcha de Ábalos inquieta a Revilla. En el trasfondo se hallan obras tan importantes como las del nuevo acceso al puerto de Santander por la A-67 (ya en marcha), la futura adjudicación de las obras del Desfiladero de La Hermida o el comienzo en septiembre de los trabajos del tren de alta velocidad en Palencia. En Cultura, por ejemplo, el Ejecutivo central aún no ha definido cómo será la financiación del Mupac, que ahora dependerá de Miguel Iceta, al igual que el futuro de la sede del Reina Sofía con el Archivo Lafuente en la antigua sede del Banco de España.
Precisamente, las repercusiones regionales fueron uno de los puntos donde los partidos con representación parlamentaria hicieron hincapié. «No tendrá ninguna consecuencia, porque el balance de estos años de coalición de Revilla con los socialistas no puede ser peor», aseguró Sáenz de Buruaga. «Es una pérdida continua de oportunidades para los cántabros», apostilló. «Aunque Revilla se empeñe en proclamar que los compromisos se cumplen y el pacto funciona estupendamente, es una realidad incontestable que cuando gobierna el PSOE las obras se paran y las únicas en marcha son las que dejó adjudicadas el Gobierno del Partido Popular», subrayó la presidenta popular.
«Para Cantabria es un auténtico desastre. Veremos si los nuevos ministros asumen o no los compromisos que se pactaron con los ya cesados», valoró Félix Álvarez, coordinador general de Ciudadanos en la región. «Todos esos proyectos, más viejos que el hilo negro y que empezaron a tomar forma con anteriores gobiernos, verán retrasada su ejecución y aquellas obras e infraestructuras que tanto necesitamos se quedarán totalmente atascadas», recalcó . «¿Seguirá Revilla tragando tanto desprecio a nuestra tierra? Es nuestro triste destino», concluyó.
Una opinión que también comparten desde Vox. «La destitución de Ábalos, además, se va a convertir en la excusa que necesita el regionalismo para presentar a los cántabros su nueva promesa incumplida y su nuevo fracaso de programa», afirmó Cristóbal Palacio, portavoz parlamentario de la formación.
Más allá del eco regional, PP, Ciudadanos y Vox cargaron contra Pedro Sánchez por la remodelación en sí. «Ha fulminado a su equipo más cercano para desviar su propia responsabilidad y, en cambio, mantiene a todos los ministros de Podemos», destacó Sáenz de Buruaga. Una crítica, esta última, sostenida por el resto de formaciones. «Es como esa máxima de cambiar todo para que nada cambie y él siga siendo presidente a costa de lo que sea», añadió la presidenta de los populares. «Es un nuevo juego de malabares en el que busca su supervivencia política. No estamos ante una crisis de Gobierno, sino ante un Gobierno en crisis», subrayó.
Ciudadanos destacó que «los cesados hicieron el trabajo duro y sucio con lealtad espartana y ahora les toca descansar en su retiro dorado». Álvarez aseguró que «no hay nada por encima de 'Su Sanchidad' y su futuro, ni siquiera para los más leales».
Vox, por su parte, puso énfasis en que «no ha tocado los ministerios de Podemos, lo que confirma un gobierno partido en el que cada uno de sus miembros va por su lado». Para Palacio, «es lo que sucede aquí con el PRC, que es incapaz de interferir en las actuaciones del partido socialista, y viceversa».
«Es un nuevo gabinete más joven, más feminista, más ecológico, más fotogénico, más marketing, pero el problema permanece para España porque el problema es Sánchez», afirmó el coordinador de Ciudadanos. «Lo que sí ha hecho es colocar a Nadia Calviño como vicepresidenta primera, en un intento por contentar a Bruselas, tranquilizarles a todos y decirles que las reformas que nos exigen para la llegada de los fondos económicos se van a cumplir», aseveró Palacio.
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