Este jueves arrecia el calor en Cantabria y el riesgo de incendio se vuelve «extremo» para los próximos días

Cantabria estará en las próximas jornadas (jueves y viernes) en riesgo «extremo» de incendio debido a la subida de las temperaturas, que acusarán la ola de viento del sureste que recorrerá toda la península y al hecho de que no se esperan precipitaciones hasta, al menos, dentro de una semana. Estos factores han provocado que José Luis Arteche, delegado de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) en Cantabria, llame a «tener precaución» porque el peligro de incendios será «considerable», tal como indican sus mapas de predicción que señalan riesgo alto, muy alto o extremo para toda la comunidad.

El calor reinará en la región sobre todo el jueves y el viernes, que serán días de buscar la sombra y el agua. Se dejará sentir con más fuerza en el interior del territorio, pero no será tan asfixiante como el sufrido la semana pasada, cuando hubo puntos que alcanzaron y sobrepasaron los 40º, caso de Terán de Cabuérniga, Los Corrales de Buelna y Tama.

Aunque el sábado y el domingo, los mercurios aflojarán, se espera que alcancen en jueves y viernes los 37-38º en la zona de Valderredible y que Potes y Reinosa vean los 33-34º. En Cabezón de la Sal llegarán a los 30º. Y aunque las áreas de litoral no padecerán temperaturas tan altas (se quedarán en los 27º de Santander o los 28º de Castro Urdiales) en el aeropuerto de Santander también rozarán los 30º, todos estos valores serán más elevados que los de estos días atrás. «No habrá circulación de vientos fuertes, pero el flujo será de aire del sureste», ha descrito Arteche, que ha destacado que ya venimos de un julio caluroso.

Aemet acaba de hacer balance de la evolución climatológica del mes pasado para concluir que ha sido «uno de los julios más secos desde que hay registros», con una elevada insolación (bastante por encima de lo esperado) y algunos episodios con vientos del sureste que favorecieron las altas temperaturas, que alcanzaron récords el día 30. Al tiempo, las lluvias estuvieron principalmente asociadas a episodios tormentosos, pero ningún día se recogieron más de diez milímetros.