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La cola en el Servicio de Urgencias del Hospital Valdecilla, al filo de las doce del mediodía, iba desde la zona de triaje hasta la misma puerta de entrada. Fuera, los operarios de las tres ambulancias que había aparcadas, charlaban de manera relajada. «No es ... el peor día de todos. Va rodado», comentaban dos sanitarios entre paciente y paciente en el 'hall'. El cóctel de virus que durante estos días ha condicionado a los centros hospitalarios y de salud de la región parecía que daba una pequeña tregua. Pero dentro, el panorama era diferente: gente aguardando su turno, toses, mascarillas, caras de circunstancia y personas tumbadas en camillas en la sala de espera.
La situación de Cantabria no es diferente a la que registra el resto del país. La gripe sigue haciendo de las suyas. Aunque aún no se ha llegado al pico, que se espera para la próxima semana tras lo cual irán descendiendo los casos, continúan registrándose casos de covid y lo que sí han disminuido han sido los del Virus Respiratorio Sincitial (VRS). De todas las dolencias registradas, la que más trastornos está ocasionando es la gripe.
El porcentaje de muestras positivas de gripe ha ascendido del 27 al 46% a nivel nacional -el 98,9% de gripe A-, lo que supone una cifra mayor a la del año pasado, que se situó en el 36%, según datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III que tutela el Ministerio de Sanidad. Los ingresados por gripe en Cantabria el martes eran 139, el doble de la semana pasada, pero habrá que esperar a la siguiente para conocer la evolución -Sanidad sólo hace públicos los datos una vez por semana-. Por el contrario, el porcentaje de positividad en covid en los centros de Atención Primaria del país desciende al 10,8% (15,4% la semana previa) y también el de VRS, que baja casi cuatro puntos (del 14,1 10,3%). El primer filtro que hay que pasar es el del triaje. Está numerado del 1 al 5, en función de la gravedad. El 1 exige atención inmediata y el 5 simplemente una cita en una consulta externa. La mayoría de las urgencias de estos días en los cuatro hospitales de Cantabria (Valdecilla, Sierrallana, Tres Mares y Laredo) fueron del grupo 4 y 5, según los datos publicados por el Servicio Cántabro de Salud.
Una vez dentro -ayer en Valdecilla-, no quedaba más remedio que esperar. El personal sanitario llevaba a los enfermos a las consultas una vez llamados por megafonía. También había pacientes tumbados en camillas aguardando su turno. El sonido más habitual era el de toses secas bajo las mascarillas, porque el uso de tapabocas era masivo en el hospital santanderino. A pesar de esta estampa, no había sensación de colapso. «Hoy el día está saliendo redondo, a ver cómo termina», comentaba una enfermera a otra por uno de los pasillos.
Sanidad espera que esta semana que entra el número de afectados y de hospitalizados por la gripe comience a remitir de manera progresiva. Los últimos datos del Servicio Cántabro de Salud, correspondientes al miércoles, cifraban en 965 las urgencias atendidas en los cuatro hospitales de Cantabria. De ellas, 142 fueron pediátricas, que son 42 menos que las registradas el lunes. Valdecilla fue el que más casos atendió: 428 de adultos y 84 de niños, continuando una jornada más por encima de los 350 citas que es la cifra normal para un día habitual.
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) reclamó ayer el regreso de las medidas de protección «extraordinarias» a los centros de salud ante el repunte de casos de gripe y covid. En otras palabras, la recuperación del uso de la mascarilla obligatoria, la dispensación de geles hidroalcohólicos, la separación de espacios para evitar los contagios o la necesidad de ventilación específica para las salas de espera. El colectivo incidió en que los pacientes deben acudir «solamente» cuando precisen atención médica.
Esto último, lo razonaron. «Normalmente, estas infecciones tienen un curso autolimitado, es decir, una tendencia hacia la curación espontánea, sin necesidad de recurrir a ningún tratamiento específico, que en este momento no existe». Para la asociación, «estos procesos son un claro ejemplo de la importancia de la educación sanitaria y la autorresponsabilidad en salud de la población».
La mayoría de las personas , relataron, «deberían guardar reposo unos días, limitando los contactos y quedándose en casa hasta que se encuentren mejor, y sólo deberían consultar con un profesional sanitario si son personas de riesgo (mayores, embarazadas, inmunodeprimidos o con patologías crónicas) o si la evolución es desfavorable o con signos de gravedad». En de caso acudir al centro de salud, recuerdan, «lo más recomendable es acudir con mascarilla, cubriéndose boca y nariz, para proteger al resto de pacientes y a los profesionales sanitarios».
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