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Ana del Castillo
Santander
Miércoles, 5 de octubre 2022, 13:12
La meteorología es muy cambiante en Cantabria. Lo mismo la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activa la alerta amarilla por intensas lluvias, como ocurrió la semana pasada, que registra casi 30 grados en Valderredible un 3 de octubre. Ahora, además, los cántabros más madrugadores ... tienen que lidiar con una niebla matinal que llega a difuminar edificios y carreteras. Son nubes bajas que están sobre el Cantábrico, en toda la zona norte del país, salvo en Galicia. «En Castro ya luce el sol y en gran parte de la provincia, como en toda España. Son nubes bajas muy cercanas a la costa que vienen por Asturias y afectan a parte de Cantabria, pero a mediodía levantan los cielos y por la noche entra un frente que incluso traerá lluvia de madrugada», explica el director territorial de la Aemet en Cantabria, José Luis Arteche.
Estas nieblas son bastante molestas para el Cantábrico porque los aeropuertos, desde el de Hondarribia hasta el de Asturias, pasando por el de Santander, están todos muy cerca del mar. Aunque no son muy frecuentes, afectan a la navegación aérea, no obstante en esta ocasión ningún vuelo ha tenido que cancelarse en el Seve Ballesteros. Ni ayer ni hoy.
Pero sí ha dificultado la circulación en tierra. La Dirección General de Tráfico ha tenido activos el 4 y 5 de octubre diferentes avisos de precaución en las carreteras de Cantabria. Hasta las 13.30 horas de este miércoles, el mapa de la DGT avisaba de «baja visibilidad» en un tramo de 20 kilómetros de la A-8 entre Cabezón y Pesués.
Se trata, por tanto, de una niebla conocida como de advección, que es aquella que se forma debido al movimiento del aire, relativamente cálido y húmedo, sobre una superficie a menor temperatura. Por ejemplo, aire relativamente cálido y húmedo sobre el mar a menor temperatura (niebla marina), como el caso de Cantabria, o sobre la tierra cuando la superficie está helada o cubierta de nieve. «No son nieblas como las de Madrid, Valladolid o Castilla, éstas son cercanas al mar, no llegan al interior, y están asociadas a la temperatura del mar, que en este caso es fría. Las de advección son frecuentes y abundantes en muchas costas y zonas marítimas del mundo», puntualiza Arteche.
Los meteorólogos hacen una puntualización y señalan que si la visibilidad no se reduce a menos de un kilómetro no se denomina niebla, sino neblina o bruma. Sin embargo, solo hay que ver la fotografía ubicada debajo de este párrafo, tomada ayer, 4 de octubre, en la calle San Martín del Pino, a las siete de la mañana. La densa niebla no permite discernir el paisaje más cercano.
La Aemet no tiene fenómenos meteorológicos a la vista y, de aquí a finales de semana, los cielos estarán parcialmente despejados y las temperaturas seguirán siendo agradables, incluso el domingo, según las previsiones, pueden subir hasta los 25 grados en Santander y San Vicente de la Barquera o 28 en Torrelavega, Cabezón de la Sal o Potes.
Ese aumento del mercurio se debe, según Arteche, a un anticiclón que traerá aire del sureste y acabará por despejar los cielos.
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