Mañanes defiende el calendario que propone Educación como un «punto de equilibrio» entre todos los intereses

El responsable de la Administración educativa se expresó así este lunes, un día antes de que se reúna con la Junta de Personal Docente en una Mesa Sectorial de la que saldrá definido y aprobado el calendario del próximo curso y minutos después de que la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) presentase ante el Gobierno de Cantabria y el Parlamento sendos registros solicitando al presidente Miguel Ángel Revilla y a todos los grupos parlamentarios que exijan al consejero que cumpla el mandato de la Cámara de alcanzar un consenso con «toda la comunidad educativa» antes de su aprobación, ya que el que tiene intención de sacar adelante este martes supone, en su opinión, «un ataque directo al derecho del alumnado a recibir una educación de calidad».

Las familias han arremetido contra Mañanes no sólo por la forma de negociar el calendario, «cediendo» a las presiones de los sindicatos, sino también por el fondo, con una jornada reducida en septiembre y junio en los colegios de Infantil y Primaria que supone «un recorte de 33 horas lectivas (más de una semana de clase) al alumnado sin haber reducido «en nada» el currículo a desarrollar a lo largo del curso.

«Desde que hace casi un año pusimos encima de la mesa que no se estaban cumpliendo las horas lectivas mínimas que el alumnado debe de recibir, todos los pasos que ha dado el consejero de Educación han ido encaminados a legalizar ese incumplimiento, en lugar de trabajar en buscar una solución a un problema laboral que no interfiera en a la educación que nuestros hijos e hijas reciben», manifestó a través de un comunicado el colectivo que representa a los padres y madres de alumnos de la enseñanza pública.

Mañanes asume estas críticas como algo normal dentro de una situación en la que existen intereses enfrentados. «Alguna crítica habrá, porque no se satisfacen todas sus pretensiones, como también ocurre con los sindicatos docentes y como es habitual con cualquier decisión política cuando hay posiciones previas tan encontradas entre sectores que tienen intereses diversos», reflexionó.

Recordó el consejero que la jornada lectiva reducida en los colegios «lleva muchos años instalada en Cantabria sin que hubiera suscitado el debate que ha suscitado en estos momentos. En mis 25 años como docente no recuerdo polémicas de esta naturaleza y con este nivel de intensidad por parte de las asociaciones de padres». Por ello, pidió «un poco de coherencia a algunos y de serenidad a todos».

Sobre la crítica de FAPA de que con el calendario previsto por Educación se «perderán» 33 horas lectivas, Mañanes fue escéptico. «Puede ser, si se entiende por perder lo que supone una jornada que tiene en cuenta la necesidad de coordinación y planificación del profesorado y de descansos del alumnado, que también se deben tener en cuenta», reflexionó. Entre la jornada reducida y el calendario de cinco bimestres, Cantabria se sitúa a la cola de España en el total de horas lectivas que reciben por curso los escolares, aspecto en el que inciden las familias para mostrar su desacuerdo. El consejero, para defender 'su' calendario, destacó que es igual que el que ha establecido el Ministerio de Educación en su ámbito de gestión (las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). «No parece que estemos haciendo nada descabellado», sentenció.

El titular de la Administración fue dando respuestas a cada una de las críticas vertidas por la federación presidida por Leticia Cardenal en los últimos días en contra de las formas de proceder de su departamento. Incluida la de que la aprobación del calendario tras una negociación «exclusiva» con la Junta de Personal Docente supone «un ninguneo» a los padres y madres de los escolares y «un desprecio» a la ciudadanía cántabra representada en su Parlamento, que aprobó por unanimidad una Proposición no de Ley para crear una mesa de negociación en la que también estuvieran presentes las familias.

Al respecto, Mañanes indicó que ha «intentado cumplir» el mandato de la Cámara y recordó que ha mantenido dos reuniones con FAPA y Concapa (colectivo que representa a los padres y madres de alumnos de la enseñanza concertada) y con los sindicatos de la concertada «que quisieron acudir, porque ninguno de la pública» lo hizo, «con lo que es difícil dar cumplimiento cuando no estaban presentes todas las partes».

Los sindicatos de la Junta (STEC, ANPE, TU, CC OO, UGT y CSIF) se negaron a participar en ambas citas alegando que la negociación del calendario «es competencia exclusiva» de los sindicatos y la Consejería, no de las familias. Y FAPA no las considera una mesa de negociación cuando se ausentó una de las partes clave de la misma y, además, el consejero se presentó «sin siquiera aportar su propuesta de calendario».

Respecto a la petición de los sindicatos docentes de que la jornada lectiva de septiembre y junio sea de tres horas y media de clase por día, tal y como existía hasta el curso pasado, y no de cuatro, como propone la Administración, su titular insistió en que la reducción de una hora respecto al horario que se desarrolla el resto del curso es «la que se contempla en todas las comunidades que cuentan con este tipo de jornada» y que, además, sirve para «compensar» la estructura bimestral, que establece más periodos de descanso a la largo del ejercicio.

Mañanes abogó porque esta cuestión «debe dejar de ser ya un punto de conflicto en el mundo educativo», más cuando la Consejería ha vuelto al «escenario anterior» en cuanto a días lectivos y jornadas reducidas. «Todos deseamos que el conflicto escolar que se produjo al inicio de este curso –cabe recordar que se sucedieron huelgas de maestros y manifestaciones– pase ya al olvido y vuelva la paz, la tranquilidad y la calma a las aulas, que es lo que a todos nos interesa y el objetivo fundamental de esta Consejería», concluyó.