Está en nuestras manos

El coronavirus ha irrumpido en nuestras vidas y les ha dado un vuelco. El problema se ha convertido en planetario, pero la responsabilidad de atajarlo recae en cada uno de nosotros, que disponemos de dos armas eficaces para combatir el patógeno: la higiene y el aislamiento. Como dijo en su declaración institucional el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en esta batalla «el heroísmo es lavarse las manos y quedarse en casa».

Por civismo, por responsabilidad social y por su propia supervivencia, las empresas han recurrido al teletrabajo. El Diario Montañés no es una excepción. Desde que estalló esta crisis sanitaria mundial, el 80% de la plantilla trabaja desde casa o, con mayor exactitud, sin poner un pie en la Redacción, porque, cuando se trata de periodismo, no es posible alejarse del foco de la noticia.

Nuestros hábitos, como los de los demás, han cambiado. Mientras dure esta coyuntura excepcional, resolveremos por teléfono y desde el ordenador todo lo que podamos y, cuando tengamos que acercarnos al lugar de los hechos, lo haremos con prudencia. Mantenemos la distancia recomendada de al menos un metro con nuestro interlocutor, no lo saludamos con un par de besos o con un apretón de manos, no ponemos a nadie el micrófono o el móvil pegado a su boca... El 20% del personal que sigue en la Redacción ya no posa el dedo sobre el lector de huellas digitales al entrar o al salir, se limpia las manos después de utilizar la pantalla táctil de la impresora, no comparte móviles ni bolígrafos ni otros objetos. Las reuniones se reducen en duración y en número de asistentes. Nos lavamos las manos a fondo y con frecuencia. Si alguien tose o estornuda, se cubre la cara con la parte interior del codo o con un pañuelo desechable que después tira, y otra vez agua y jabón o gel.

Nos cuidamos de no contagiarnos y de no contagiar a otros, para contribuir a contener la epidemia y porque la información rigurosa, contrastada y útil es clave para salir de esta crisis y nuestro trabajo es facilitársela. Cada día nos esmeramos para ordenar el torrente de novedades que llegan sobre el coronavirus y divulgamos de inmediato las medidas adoptadas por las autoridades, los cambios en los protocolos de actuación social, los últimos datos sobre el avance de la pandemia en Cantabria, en España y en el resto del mundo. De hecho, ofrecemos en directo, a través de la web de El Diario, todas las comparecencias de los representantes del Servicio Cántabro de Salud y de los Gobiernos regional y central. Relatamos lo que ocurre, lo fotografiamos, lo narramos en vídeo. Desmentimos los bulos que circulan sobre el virus y sus repercusiones y proporcionamos recomendaciones de expertos sobre los nuevos hábitos laborales y de ocio a los que debemos adaptarnos con rapidez.

Con instalaciones turísticas, restaurantes, bares, grandes almacenes y otros establecimientos cerrados, y con competiciones deportivas, eventos culturales, institucionales y sociales suspendidos o aplazados, secciones como Deportes, Cultura y Agenda han encogido en páginas o en espacio y han crecido otras como Cantabria, Nacional y Mundo. El coronavirus manda. La Redacción se ha reorganizado y periodistas que desarrollan habitualmente su labor en un área temática han pasado a reforzar otras. Coordinar a toda la gente que trabaja desde fuera de la empresa requiere de un esfuerzo extra. El reto es de toda la sociedad y nosotros, en lo que nos toca, lo afrontamos unidos y con decisión, porque es la única forma de acortar la duración y mitigar la repercusión de una pandemia que se ceba en los más mayores y en pacientes con enfermedades crónicas. Contener al patógeno llamado SARS-Cov-2 y a la enfermedad que causa, nombrada Covid-19, está, literalmente, en nuestras manos, en las de cada uno de ustedes, y desde El Diario queremos acompañarlos y ayudar con lo que sabemos hacer: informar, con todo lo que implica.