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Un aula de la guardería Tijero de El Astillero, vacía y únicamente con juguetes de plástico.

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Un aula de la guardería Tijero de El Astillero, vacía y únicamente con juguetes de plástico.

«Mantener las distancias en una guardería será imposible»

Cantabria ·

Tomas de temperatura diarias o limpieza exhaustiva de manos y zapatos son algunas medidas que se tendrán en cuenta en la apertura

María Causo

Santander

Domingo, 7 de junio 2020, 07:32

«Después de treinta años trabajando en mi guardería, nunca había estado tan nerviosa por volver a trabajar. Tengo una preocupación total y absoluta porque los padres tienen miedo y no sabemos qué va a pasar». Son palabras de Aurora Tijero, propietaria de la Guardería Tijero, en El Astillero; tras varios retrasos en su fecha de reapertura, Tijero -junto al resto de integrantes de la Asociación de Guarderías y Escuelas Infantiles de Cantabria- abrirá su centro este próximo lunes, día 8.

Antes de la reapertura ha llevado a cabo una serie de medidas de higiene para garantizar la seguridad ante posibles contagios. «He estado acondicionando y pensando cómo será la vuelta a la normalidad. Todo han sido gastos para adaptarse a las medidas de seguridad contra el coronavirus». El primer cambio que ha introducido la Guardería Tijero se encuentra nada más cruzar el umbral que separa el jardín de la escuela de la calle. Con unas marcas en el suelo, hay delimitado un espacio donde los padres dejarán y recogerán a sus hijos. «Los adultos no van a poder entrar en el centro», dice. Tras superar el jardín de la entrada y a las puertas del centro, continúan las marcas en el suelo para seguir unas direcciones de entrada, a la derecha, y salida, a la izquierda. Otra de las novedades ha sido la adquisición de una alfombra antivirus, «que limpiaremos periódicamente con un bactericida aprobado por el Ministerio de Sanidad». Además, se medirá la temperatura a los niños todos los días gracias a la compra de un termómetro infrarrojo digital.

LAS MEDIDAS

  • Acceso. Los adultos no podrán entrar a los centros y recogerán a sus hijos en el patio o en un espacio habilitado.

  • Distancia de seguridad. Sólo se romperá para llevar a cabo las rutinas de alimentación, higiene y sueño de los niños.

  • Protección. Se medirá la temperatura a los niños todos los días y las trabajadoras llevarán la mascarilla todo el tiempo.

En las diferentes aulas -forradas de carteles informativos y dibujos para intentar explicar a los niños estas medidas de prevención- se han eliminado todos los peluches y juguetes que no sean de plástico. «Hemos retirado todo y nos hemos quedado únicamente con los juguetes de plástico, que se puedan meter en el lavavajillas o limpiar con un bactericida».

«Sin nosotras, los padres no tienen con quien dejar a sus hijos y no pueden volver al trabajo»

Para evitar el contagio frente al virus es importante también mantener las distancias. Algo bastante complicado entre niños de cero a tres años. «Guardar las distancias en una guardería será imposible, pero nos volcaremos en la higiene», asegura Tijero. Y es que los trabajadores necesitan el contacto con los niños para darles de comer o cuando les cambian el pañal.

«A la hora de la comida, me encantaría sentar a dos niños enfrente y a una distancia, como en los restaurantes, pero va a ser difícil», añade la propietaria de la guardería. Por su parte, los trabajadores irán ataviados con equipos de protección como mascarillas, pantallas de protección, guantes y bata. «No creo que sea recomendable ponernos un buzo; eso podría asustar a los niños».

Otra de las iniciativas de la guardería es trabajar en el jardín siempre que se pueda. «Queremos aprovechar el espacio al aire libre siempre y cuando el tiempo lo permita porque será más seguro que estar en el interior».

María Gil Lastra
Imagen principal - «Mantener las distancias en una guardería será imposible»
Imagen secundaria 1 - «Mantener las distancias en una guardería será imposible»
Imagen secundaria 2 - «Mantener las distancias en una guardería será imposible»

Las guarderías aún carecen de un protocolo de seguridad por parte de las autoridades

Insistir en la higiene

Tijero está satisfecha con la «transformación» que ha vivido su guardería para adaptarse a la 'nueva normalidad'. «Trabajaremos con 20 o 25 alumnos como máximo, tenemos mascarillas para niños en el caso que los padres lo soliciten y dispensadores de gel por todo el centro». Sobre este último aspecto, la gerente asegura que insistirán en la higiene de manos. «Antes ya lavábamos mucho las manos de los niños porque tocan todo, pero ahora, con más razón». Además, han colocado varias marcas en el suelo para guardar una distancia en la cola del baño. «Sé que son muy pequeños para comprenderlo, pero intentaremos explicarles que hay que estar más alejados los unos de los otros. Como si fuera una dinámica de juego».

Este protocolo de seguridad ha sido diseñado por la Asociación de Escuelas Infantiles y Guarderías de Cantabria ante la falta de una normativa por parte de los Gobiernos regional y central. «No es normal que sigamos sin unas directrices oficiales. Nos tienen olvidadas cuando somos esenciales. Sin nosotras, los padres no tienen con quien dejar a sus hijos, no pueden volver al trabajo y no se reactiva la economía».

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