

Secciones
Servicios
Destacamos
Hablar de la Hospitalización Domiciliaria de Valdecilla es hablar de Pedro Sanroma, el médico que ha vivido en primera persona la evolución del servicio en ... sus 37 años de trayectoria profesional, que lo defendió en unos comienzos que reconoce que «no fueron fáciles», que lo convirtió en un referente nacional, con «humildad» y rodeado de «un equipo de profesionales que han sido la clave del éxito», y del que se lleva, tras su jubilación, el cariño y el reconocimiento de sus compañeros y de los muchos pacientes que aún le saludan por la calle porque guardan muy buen recuerdo de su ingreso en casa.
–¿Orgulloso del legado que deja en Hospitalización Domiciliaria?
–Lo primero, tengo que decir que el verdadero creador fue Ignacio López Benito, un médico intensivista del hospital, que puso en marcha el servicio en octubre de 1984, con una enfermería potente. Yo fui el primer médico residente (MIR) que rotó en Hospitalización Domiciliaria. Cuando acabé la residencia, en febrero de 1986, me quedé con un amigo, que entiendo que era el mejor cardiólogo que había en Valdecilla (Dr. Martín Durán), con idea de aprender más sobre Cardiología; y estando con él, fue cuando la Dirección me ofreció hacerme cargo del servicio porque López Benito se iba. Entonces ni me imaginaba la suerte que iba a suponer aquella llamada. Empezó conmigo Julia Hazas, que desgraciadamente falleció en el derrumbe de la fachada del hospital.
–¿Cómo ha evolucionado este servicio desde entonces a hoy?
–Cuando empezamos era un servicio muy distinto, que descansaba al cien por cien sobre enfermería –el médico estaba todo el día con el busca, pero no iba a ver a los enfermos–. La enfermería sigue siendo crucial –sin una buena enfermería es imposible tener una buena Hospitalización Domiciliaria–, pero la parte médica se ha ido desarrollando más. Antes, cuando conseguíamos mandar a casa a un paciente con tratamiento intravenoso salíamos todos a celebrarlo, era algo extraordinario. Aquel primer año, de octubre a diciembre, tuvimos 18 pacientes, ahora se ven 2.000 anuales.
–¿Y la mayor parte de ellos con tratamientos intravenosos?
–Sí, más del 85%. El nivel de sofisticación de cuidados alcanzó cotas importantes. Tenemos una enfermería que se sale. En 1997, ya siendo coordinador, empezamos a llevar en casa a los primeros pacientes de Hematología (leucemias, linfomas...) y a trasplantados de médula, fuimos pioneros en toda España. Con los años hemos conseguido ser referencia para todos los servicios del país, todos están mirando qué hacemos en Valdecilla. Fuimos pioneros en transfusiones domiciliarias y hemos participado de forma activa en creaciones importantes como el registro de tratamiento antibiótico domiciliario endovenoso.
–¿Cuál es el secreto del éxito de la Hospitalización Domiciliaria?
–Una de mis máximas siempre ha sido que la clave para conseguir éxito a largo plazo es que tenemos que ser muy radicales con el tipo de paciente que llevamos a casa. Hay dos equipos (constituidos por médico y enfermera) que se encargan de la selección. Si eso no funciona bien, apaga y vámonos. Es fundamental que el paciente sea muy bien valorado desde el punto de vista clínico y que se vaya a casa cumpliendo una serie de requisitos, incluido el apoyo familiar. La enfermería enseña al cuidador familiar lo que tiene que hacer. Y les dejamos un teléfono disponible las 24 horas del día. Este servicio es muy positivo y muy bueno, pero podría ser horrible si no valoras bien a los enfermos.
–¿Y qué cambios destacaría?
–Primero, esa importantísima mejora en la selección de los pacientes. No tenemos todos los recursos que tenemos (15 médicos, 23 enfermeros, 8 auxiliares y 2 administrativos) para hacer una Atención Primaria de lujo. Después, destacaría que éramos de los servicios de España que más nos nutrimos de Urgencias (evitamos el ingreso), y esa relación en los viejos tiempos no tenía nada que ver con la que habíamos conseguido. Para mí, es uno de los logros como responsable.
–¿A la gente le costó confiar en la Hospitalización Domiciliaria?
–Le costó mucho entender lo que era. Al principio incluso nos confundían con Cuidados Paliativos.
–Y ahora, en cambio, es de los servicios mejor valorados...
–No te imaginas la cantidad de gente que me saluda por la calle, las muestras de cariño son continuas, una pasada. Es la parte más gratificante de la Hospitalización Domiciliaria. Es increíble. Al principio van con miedo, con las dudas de '¿y si llamo y no me atienden, qué?'... esa incertidumbre es lógica, pero por eso es importante la función del equipo que valora a los pacientes y les propone esta opción. Una vez que están en casa y ven cómo funciona, están encantadísimos. Eso te da fuerza para seguir peleando cuando no encuentras los apoyos que quisieras.
–¿Cambia la relación con el paciente cuando se atiende en casa?
–Estás en su terreno, eso es una gozada.Yque la gente se sienta activa en la evolución del paciente, que vean que el proceso ha ido bien y que en parte es por sus propios cuidados, es clave.
–¿Qué deseo pediría para el servicio ahora que ya no está al frente?
–Pediría que siguiese en la línea en la que estábamos trabajando, funcionábamos muy bien y la gente estaba muy contenta. Continuidad, desarrollar nuevos protocolos conforme avance el hospital y mantener la confianza. Para mí es motivo de orgullo cómo se ha integrado la Domiciliaria en el hospital. En las últimas memorias que hice contaba que 33 servicios (prácticamente todos) nos habían confiado a sus pacientes. Eso es un triunfo, porque al principio la desconfianza era absoluta. Y lo hemos conseguido poco a poco y con mucha humildad, somos muy conscientes de lo que somos y de lo que dependemos de los demás.
–¿Y su balance personal?
–Como médico de familia, tengo que decir que no hay trabajo igual, te llena como profesional completamente. Repetiría, sin duda. Ha sido maravilloso poder dedicar mi vida a la Hospitalización Domiciliaria, por la respuesta de los pacientes, por la relación con los servicios del hospital... te abruma el cariño con el que te tratan. Mantener esa cadena es fundamental.
–¿Tras su marcha hay algún riesgo de que esa cadena se debilite?
–Prefiero no hablar de eso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.