Marina del Cantábrico baja los alquileres de los amarres para ser más competitivo

«Hemos visto que los puertos colindantes, como Gijón, Laredo y Bilbao, tenían unos precios más baratos que nosotros, y se había apreciado en los últimos años un 'efecto llamada' a Laredo. Hemos hecho una oferta especial para amarristas de larga estancia para igualarnos a puertos vecinos». La oferta supone una rebaja del 50% para el alquiler anual abonado por adelantado -antes era del 25%-, aunque condicionada, entre otros términos, a realizar la varada en el puerto «para aumentar la productividad». En el caso de las estancias de seis meses, la reducción aplicada es del 25%, sin otras condiciones.

Según explica Muñoz, Marina del Cantábrico cuenta ahora con unos 170 atraques vacíos de los 1.200 de que dispone, «una ocupación bastante buena teniendo en cuenta que aún no ha empezado la campaña. Nuestra intención es conseguir que este verano esté lleno, recuperar a gente que se había marchado a otros puertos y captar alguno más».

El presidente del puerto deportivo justificó las tarifas por la mayor presión fiscal de esta marina respecto a otras: «No dependemos de Puertos de Cantabria, sino de Fomento, con lo que las tasas de ocupación son mucho mayores que las del resto de puertos».

En todo caso, el principal objetivo que se han marcado los actuales responsables es lograr una prórroga de la concesión administrativa, que finaliza dentro de tres años, para lo que se están manteniendo conversaciones con la Autoridad Portuaria de Santander (APS). Pero antes de poder avanzar en estas negociaciones habrá que esperar a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria por la demanda presentada contra la adjudicación de la concesión a la comunidad de propietarios de Marina del Cantábrico. Tras la quiebra de la anterior concesionaria, con una deuda acumulada de más de doce millones, la APS se la adjudicó a la comunidad de propietarios de los atraques, una decisión que denunció una de las empresas que se presentó al concurso para gestionar la marina. Según esta firma, se trató de una adjudicación irregular puesto que se concedió a una asociación que, además de carecer de capacidad económica, era la principal deudora y, por tanto, causante de la quiebra del puerto deportivo, algo que sería difícil de justificar cuando también concurrían empresas con experiencia en el manejo de este tipo de infraestructuras.

En caso de que la prórroga de la concesión fuera posible, los amarristas no tendrían que volver a adquirir los amarres, aunque sí hacer frente a derramas para ejecutar las necesarias mejoras en la infraestructura. «Hay que recordar que en 2027 el puerto cumple cincuenta años. Se están haciendo pequeñas inversiones esperando a que se confirme esa prórroga para realizar una reforma prácticamente integral, pero para eso hace falta dinero, y hablamos de millones. La gente pagaría según su coeficiente, y a cambio tendría un puerto totalmente renovado. Ese es el mejor de los escenarios».

Muñoz destaca que todas estas decisiones que ha tomado la directiva han contado con el apoyo unánime de los socios -«no hemos tenido ni un solo voto en contra»-, que persiguen el mismo objetivo. «Lo importante es que la gente vea que hay unidad. Además, desde el año 2021, que el club se hizo concesionario, hemos saneado todas las cuentas, se han pagado las deudas de la anterior concesionaria, y en estos momentos estamos potentes económicamente y tenemos tesorería. Se están haciendo pequeñas mejoras en infraestructuras sin grandes pretensiones, porque tenemos en cuenta que la obra potente habrá que hacerla si se consigue la prórroga. Estamos hablando de una asociación que ha facturado más de 2,5 millones este año, y el objetivo es crecer un 10 o un 12% para el próximo».

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