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Ajena a su expulsión del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, la todavía diputada regional Marta García publicó ayer en sus redes sociales la visita que realizó ... a sus vacas y terneros en los Collados del Asón. La diputada, cuya baja en el partido ha generado una crisis interna que puede llevar a la disolución del Grupo en el Parlamento, romperá mañana el silencio que mantiene desde hace una semana (ha convocado a los medios de comunicación a una rueda de prensa) y aclarará si decide mantener su acta de parlamentaria o, por el contrario, dimite como le piden sus ya excompañeros, que la acusan de tránsfuga si no renuncia.
En el vídeo publicado en sus redes sociales se ve a Marta García, propietaria de la ganadería Val del Mazo, en Cañedo, cómo asciende hasta la parte baja de los Collados del Asón para comprobar cómo se encuentran sus vacas tudancas y sus terneros antes de subirlos a la zona alta del parque natural. « Aquí estamos trabajando», narra, «desde la Cantabria profunda». Una visita que la política aprovecha para lanzar un nuevo mensaje sobre el problema que los ganaderos tienen con el lobo: «El peaje del 'puertu' hay que pagarlo y más este año con una población de lobos descontrolada y sin ninguna posibilidad de hacer un control poblacional que tanto estamos demandando los ganaderos de Cantabria».
La decisión que mañana anuncie Marta García será clave para decidir el futuro inmediato del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, que ayer comunicó al órgano de dirección del Parlamento que la ha expulsado tras darse de baja en el partido. Si García opta por mantener su acta de diputada, quedará como parlamentaria no adscrita a ningún Grupo, mientras que si decide renunciar a su escaño, correrá la lista de Ciudadanos, entrará un nuevo diputado y se podrá mantener el grupo con sus tres miembros. La decisión es clave para las finanzas de la formación política a través de la asignación que recibe del Parlamento: más de 21.000 euros mensuales.
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Marta García decidió darse de baja en el partido naranja después de que la formación de Arrimadas no apoyara en el Congreso de los Diputados una iniciativa del PP para que el lobo fuera de nuevo especie cinegática. La diputada cántabra se sintió traicionada por la decisión de la cúpula nacional y decidió abandonar el partido, pero no el escaño. Su marcha abrió una grave crisis en Ciudadanos Cantabria, que derivó en la marcha de tres concejales (Bezana, Cieza y Argoños) y la dimisión de su secretario de Organización, Rubén Gómez.
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