Secciones
Servicios
Destacamos
Marta González vio cómo su vida cambió para siempre en septiembre de 2021, cuando de una manera inesperada su hijo mayor, Luis Miguel (24 años), se quitó la vida. Con la dificultad que supone contarlo, pero con el objetivo de ayudar y visibilizar en el ... Día Internacional para la Prevención del Suicidio atiende a este periódico para que deje de ser un tema «tabú» y se pueda hablar de ello para conseguir cambios «visibles» en la sociedad. «Muy poca gente está dispuesta a hablar, la realidad está muy escondida. En otras comunidades autónomas, en otros países se está haciendo prevención y funciona. Se podrían evitar tantas muertes al año», desliza con contundencia.
Y es que en Cantabria, solamente durante los siete primeros meses del año se registraron casi tres llamadas diarias al teléfono de prevención del suicidio. Asimismo, el último balance del Instituto de Medicina Legal cifró en 51 los suicidios registrados en Cantabria en 2023.
Uno de los detalles que marcan la diferencia, según Marta, es la falta de protocolos en los propios cuerpos de seguridad del Estado para dar ese tipo de noticias. «Hay que ponerse en la piel de las personas que lo hemos vivido en primera persona, en la mayoría de los casos la familia ni se lo espera. Es un shock terrible», sentencia. Y es que después de ese momento llega la nada: «La espera de un psicólogo por la sanidad pública puede demorarse de entre tres a seis meses. Puedes ir a Urgencias y que te manden Lexatin, Trankimazin y otras pastillas contraproducentes. El duelo hay que pasarlo y vivirlo, no puedes adormecerlo». Aunque no discute que una pauta temporal de algún medicamento pueda ayudar, sí deja bien claro que «tienes que sufrir y pasar las cinco etapas del duelo, pero para eso tendría que haber una terapia postvención, que no la hay en Cantabria».
Una de las preguntas recurrentes que reciben los familiares y allegados en estas situaciones, es si habían notado algo diferente en esa persona antes de que sucediese y Marta lo explica: «¿Y por qué tenemos esa carga?», pregunta. «La sociedad nos la ha transmitido y parece que nos la tenemos que quedar, mi hijo nunca verbalizó nada, ya era un universitario que estudiaba fuera de casa, en Santander, y como el resto de jóvenes volvía a casa a pasar una pequeña parte de su tiempo, hay que quitarle esa responsabilidad a las familias», confiesa.
3.952 Personas se quitaron la vida en 2023
Los ministerios de Sanidad y Justicia compartieron este lunes la cifra de personas en España que se quitaron la vida en 2023.
De hecho, la OMS incluye a los supervivientes como afectados por muerte traumática y existe el riesgo de que desarrollen duelo patológico. Uno de los ejemplos de prevención que expone Marta, es como se ha reducido con el paso de los años los fallecidos en la carretera gracias a las diferentes campañas de sensibilización realizadas por el Gobierno. «Las cifras de suicidios son altas en la región y posiblemente no se contabilicen todas las muertes. Hay que hacer un plan transversal y multidisciplinar de prevención de suicidios en Cantabria, donde todos los profesionales desde un empresario hasta bomberos, policías y guardias civiles sepan de protocolos y existan medidas para ayudar a personas que puedan encontrarse en alguna situación de riesgo». Para ello cree que hay que trabajar en algunos de los puntos «calientes» que puedan existir en la Comunidad. Un «cartel disuasorio» o «un teléfono» como sucede en otros países podría ser la «diferencia» en alguna de las situaciones.
Marta lo tiene claro: «Todo lo que se gasta después en atender, en todos los daños colaterales que quedan, si se gastaran en prevención, como se hace en el caso de algunas enfermedades o como con el tabaco. Si se destinara un poco, se redactaran planes, podrían cambiar las cosas, no tengo dudas». Los centros de enseñanza son uno de los puntos complicados donde se necesita un gran trabajo entre profesores y estudiantes. «Hay un vacío muy grande en los institutos y en las universidades para gestionar el tema del suicidio», opina.
En su caso, ha tenido que pasar por diferentes profesionales para poder hablar de todo lo que ha pasado en estos últimos años. «Cuesta encontrar a un profesional en el mundo de la psicología capacitado para tratar este tema, pero la conclusión a la que han llegado es que la muerte de mi hijo era evitable». Aunque muchos estudios relacionen de forma directa un trastorno mental grave con el suicidio, es ahí donde Marta quiere poner el foco, los suicidios se pueden calificar como «asesinatos sociales», porque hay gente que no puede lidiar ante ciertas situaciones, pero tampoco tienen las suficientes herramientas para hacer frente a esos problemas.
«No todos los suicidios radican en una enfermedad mental y un trastorno de este tipo que se ocasione por defectos sociales no es un problema del individuo. El suicidio cero es algo imposible, pero lo que sí está claro es que se puede prevenir y hay que trabajar para que se implemente un sistema que funcione».
Con el objetivo de atajar las casi 4.000 personas que se quitaron la vida en España durante 2023, 3.952 para ser más exactos. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado este lunes un Plan de Acción para la Prevención del Suicidio que deberá estar listo para el próximo año. Aunque los datos ofrecidos por los ministerios de Sanidad y Justicia señalan una caída en el número de suicidios por primera vez en el último lustro y supone un descenso del 6,5% respecto al año anterior. La soledad, el empleo precario, la dificultad para acceder a una vivienda y en general, no poder alcanzar una vida digna, son algunas de las causas de este drama «multifactorial» que «debe ser abordado como un desafío social», ha explicado la ministra de Sanidad, Mónica García. «Once suicidios al día siguen siendo unas cifras terribles que nos deben hacer reflexionar sobre las cotas de sufrimiento y desesperanza de una parte de la población», ha agregado García.
El suicidio es un fenómeno muy complejo porque interpela a las personas que lo consuman, pero también a quienes no lo hacen y sobreviven con ese trauma y a las familias. El secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, ha expuesto que solo el 23% de los suicidas fueron tratados por expertos en salud mental y solo el 19% de quienes presentaban ideaciones suicidas recibieron atención y recordó la importancia de que todas las víctimas cuenten con apoyo. «También es muy importante estar con quienes se quedan después de un intento de suicidio porque es un tabú. Pero todas las personas que piensan en el suicidio tienen que ver que no están solos, que hay herramientas para ayudarles», ha señalado Olmedo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.