Las marzas toman el Parlamento

«Ahí está mi nieto, más alto que de costumbre», le contaba una mujer a otra mientras señalaba las albarcas del niño. No había muchos más de su edad. El presidente de la Asociación Ronda Marcera, Juan José Crespo, tomó la palabra cuando todos los marceros se colocaron en el escenario. «Hoy todos somos pueblo», decía. «Venimos, un año más para continuar con esta tradición tan valorada y de larga existencia». Antes de terminar su presentación se dirigió a la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga, con una pregunta: «Buena gente de la casa, ¿dais marzas?». Y ella se dirigió al atril para presentar el acto cultural.

«Una tradición larga que da inicio a la primavera». Así describía Gorostiaga a las marzas. Una costumbre que ha cambiado con el paso de los años. Antes sólo podían cantar los hombres solteros mayores de edad. «A las mujeres también les gusta rondar», añadía a la vista de que ninguna se había animado a participar. Para finalizar su intervención y dar pie al concierto, se despidió con una invitación: «Cantad, mozos, cantad».

La Ronda Marcera de Torrelavega, dirigida por Raúl Castillo, fue la primera en intervenir. Interpretaron 'De casa salimos' y, al terminar, dieron paso al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. «La cultura con mayúsculas es la popular», expuso. Aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a seguir inculcando las costumbres de la región a las nuevas generaciones, porque así «no se acabarán nunca». También valoró que en muchos colegios se hubieran celebrado durante los últimos días las marzas y que sea «una tradición cada vez más extendida». «Por eso pienso que nunca terminará», concluyó esperanzado.

Las rondas Las Fuentes, de Reinosa, y Altamira, de Santander, también interpretaron sus canciones más reconocidas. Entre sus actuaciones, el consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes, quiso dedicarles unas palabras, con las que aseguró que los marceros «perpetúan esta expresión popular hasta nuestros días y suponen un orgullo para el pueblo cántabro».

Al término de las interpretaciones se rindió un homenaje al tenor solista Rafael Cangas, un artista «con muchos años de trayectoria en la Coral de Torrelavega y en la parroquia de la Asunción». Para finalizar, Revilla entregó los habituales aguinaldos. Este año se eligió una cesta con productos típicos de la región que serán donados a la asociación Hogar del Transeúnte, de Torrelavega.