Un marzo más lluvioso de lo normal en Cantabria

En Cantabria cayó mayor cantidad de lluvia durante el mes de marzo de lo que es habitual, si bien al tiempo fue un ciclo que no se salió de lo previsto en cuanto a temperaturas o a horas de sol, ha explicado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) al hacer balance de este mes que, en 2020, también fue algo menos ventoso de lo que se espera para un marzo típico.

La lluvia que marca como húmedo el periodo se recogió en tres episodios. El primero se registró a principios de mes e hizo acumular más de la mitad de la precipitación total del mes, ya que dejó entre 70 y 150 mm en las estaciones de la región. La nieve cayó por encima de 1000 metros y hubo heladas en zonas altas, todo acompañado de viento fuerte, con rachas que superaron los 90 km/h en todas las comarcas de la región. El segundo llegó en los días centrales y apenas se prolongó dos días. El tercero tuvo lugar los últimos tres días del mes y no dejó mucha precipitación, pero vino acompañado de nieve por encima de 700 metros. La humedad afectó a todo el territorio.

Por lo demás, en marzo las temperaturas oscilaron en torno a los valores normales hasta el inicio de la tercera decena. El día 19 se registró el valor máximo de temperatura en la región, y a partir de ahí, comenzaron a descender los valores hasta registrarse los mínimos en los últimos días del mes. El día 30 ninguna de las estaciones en Cantabria superó los 10ºC de temperatura máxima, y las mínimas registraron los valores más bajos en la madrugada del día 31, con -8,9 oC en Alto Campoo, -3,9ºC en Nestares y -4,4ºC en Fuente Dé.

Con datos recogidos en el observatorio de Santander, la insolación ha estado muy cerca de la que se espera en un mes de marzo normal, contabilizándose un total mensual de 170 horas. El viento recorrió un total de 8569 km, lo que representa aproximadamente un 15% menos de lo normal en el tercer mes del año. Se registraron 23 descargas eléctricas procedentes de rayos repartidas en cuatro días con tormenta.

Marzo comenzó con el paso rápido distintas borrascas: León, Karine, Miryam y Norberto, dejaron distintos impactos sobre la región entre los que destacó el temporal marítimo sobre la costa cantábrica, generado por Myriam, que hizo emitir avisos de viento de fuerza 10, temporal duro y mar arbolada, entre otros.

Al iniciarse la segunda decena, el anticiclón centrado en Azores se desplazó sobre el Cantábrico, pero a mediados de mes penetró otra borrasca atlántica que dejó lluvia y viento sobre la región. La tercera decena comenzó con la formación de una baja sobre la península, que fue dando paso al predominio de las altas presiones centradas en el Atlántico norte y la formación de una borrasca en el golfo de Cádiz que durante los últimos días favorecieron la entrada de aire frío del norte y nordeste.