¿Sin mascarilla en el trabajo? Los servicios de prevención tendrán la última palabra

En principio, y siguiendo lo que dice el borrador del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, la mascarilla dejará de ser obligatoria con carácter general en cualquier empresa, pero abren una vía para que se valore en cada compañía si es oportuno «recomendar» a sus trabajadores que sigan llevando el protector. Oficinas e industrias deberán acogerse a las recomendaciones de los servicios de prevención de riesgos laborales, que analizarán si conviene mantener el uso de la mascarilla según el riesgo que represente en cada puesto de trabajo.

Los servicios de prevención deberán valorar si entre los trabajadores hay más de 1,5 metros de distancia, si la oficina tiene buena ventilación y, en último término, valorar si los trabajadores son responsables como para ponerse el protector cuando tienen síntomas compatibles con el coronavirus. Desde octubre de 2020 es obligatorio el uso del protector en el puesto de trabajo aunque se cumpla la distancia interpersonal.

En lugares como cines, restaurantes o centros comerciales también dejará de ser obligatorio su uso, aunque se recomendará que se siga utilizando en estos entornos de alta circulación de personas, sobre todo, para preservar la salud de las personas más vulnerables