Las mascarillas FFP2 son las más solicitadas

El precio del producto oscila entre los negocios porque depende cuál marque la empresa distribuidora. Por ejemplo, en este caso están entre los 2 y los 2,95 euros. «Trabajamos con los mismos proveedores», comenta Elena Ruiz, farmacéutica del establecimiento. Son los de siempre, los que dan confianza y les permiten asegurar que las mascarillas que reciben cumplen los requisitos necesarios y son seguras. «Así ya sabemos que están homologadas», añade. Porque ese es uno de los puntos fundamentales a tener en cuenta a la hora de comprar una u otra mascarilla, que cumpla los criterios europeos que garantizan que, efectivamente, quien la lleva se protege a sí mismo y a los demás.

Cumplido este primer paso ya cabe dar protagonismo a otro aspecto que cada vez triunfa más: los colores o estampados. Ya que es necesario llevarlas para luchar contra la expansión del virus, hay quien busca alguna en concreto. «Triunfa la de color negro», reconocen en la farmacia. Lo cierto es que, tras más de diez meses de pandemia, la demanda de estos elementos de protección es tal que pueden encontrarse ya en escaparates de tiendas donde casi seguro nadie pensó que un día se venderían. Si uno se fija bien, en la mayoría de los casos se trata de mascarillas reutilizables, las que se pueden lavar y tienen más de un uso. Un tipo que también ha sido desbancado por las FFP2. «Cambié el modelo por seguridad», cuenta Támara Cobo, vecina de Santander, mientras espera en la puerta de un bar del Paseo de Pereda. «Lo hice cuando empeoró la situación», añade. Es decir, poco después de dejar atrás el verano.

Reconoce que hay otros tipos que le resultan «más cómodas», pero ahora tiene claro cuál usar. No sólo ella, lo observa también en la calle donde cada vez «se ven más». Y basta con salir a dar un paseo, las FFP2 cubren la mayoría de las bocas. Atrás han quedado las quirúrgicas azules. Lo notan sobre todo en las farmacias. «No vendemos otra cosa», reconoce Carolina del Cerro, trabajadora de la Farmacia Navedo Alonso, ubicada en el Paseo de Pereda de Santander. La farmacéutica compara el ritmo de compras con los roscones que vendería, por ejemplo, una panadería durante el día de Reyes.

En este negocio «hace tiempo» que percibieron ese incremento en la demanda de las FFP2 que tienen colocadas en el escaparate. Algo que ha aumentado aún más «estos últimos días», añade la farmacéutica. Tanto es así que prácticamente todo el que entra allí va directo a las baldas donde están situadas las mascarillas, cerca de la puerta. Eso ha provocado que en estos meses haya caído la demanda de otros modelos como las reutilizables que antes eran las favoritas, pero a estas alturas ya poca gente las pide. Aurora López cruzó, ayer por la mañana, la puerta de la farmacia con la mano en alto y señalando directamente a las cajas ordenadas por colores en una zona cercana de la entrada, sabía lo que quería. «Yo las llevo siempre», señalaba justo después de comprar una unidad.

¿A qué se debe? «A mí me da más seguridad», añadía. Eso por un lado. También le convence que ahora cada vez hablan más de este modelo como seguras y «hay que fiarse» así que ella tiene claro cuál usar. Sobre todo cuando sabe que va a estar en el interior de algún local: mascarilla FFP2 que en esta farmacia cuesta 2,25 euros. A la vecina de Santander sólo le surgen dudas sobre el dinero porque -resulten más o menos caras- habrá ciertas economías y familias para las que no sea viable» comprarlas a menudo, reflexiona.

De nuevo, es algo que varía según el distribuidor. Por eso es posible encontrarlas a diferentes precios. En esta farmacia del centro de la capital cántabra también compran los productos «al de siempre» y eso les permite mantener un precio competitivo. Pero depende del mercado, ocurre como con la oferta y la demanda de cualquier otro producto. Y quizá, a partir de ahora, los precios empiecen a variar conforme aumente el uso de las FFP2.

Decir que la venta de las mascarillas se ha multiplicado es evidente. Sobre todo porque la sociedad ha pasado de no saber cómo llevarlas a tener que lucirlas todo el día. Por dar algunos datos. Cofares, distribuidora farmacéutica a nivel nacional, ha pasado de vender 30.000 unidades en 2019 a más de 87 millones a lo largo del 2020, según datos proporcionados por la propia empresa. Eso en lo que se refiere al año pasado. No obstante, en la última semana, calculan, «se ha triplicado» la demanda de las mascarillas FFP2 por parte de las empresas asociadas. Aunque la quirúrgica continúa siendo «la más demandada por los ciudadanos», señalan.