Asesinan a puñaladas a un cántabro de 56 años en una vivienda de Gijón

Hasta el lugar se trasladaron también los agentes de la Policía Nacional, que se han hecho cargo de las investigaciones del crimen. Hay un individuo detenido, de origen búlgaro y compañero de piso. Los trabajos continúan para determinar si pudiera haber otras personas implicadas en el trágico episodio que tuvo lugar en el cuarto piso número 14 de la citada calle Luanco, un edificio con numerosos pisos compartidos en los que el trasiego de entradas y salidas es constante.

La víctima, nacido en Santander, vivía en dicho domicilio desde hacía tiempo y los vecinos le vieron unas horas antes de que fuese asesinado. «Estaba en el portal con ese hombre hablando tranquilamente, me quedé de piedra al enterarme por la mañana que lo habían matado», relataba una residente en el mismo inmueble. Ambos, muerto y detenido, se dejaban ver juntos con frecuencia.

A lo largo del día de este jueves la Policía Científica realizó una inspección ocular en la vivienda en la que se produjo el crimen, tanto en la habitación en la que fue hallado el cadáver como en las zonas comunes y en las otras habitaciones de sus compañeros de piso. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) trabajan para recopilar pruebas que arrojen luz al caso y determinen el motivo del brutal ataque que acabó con la vida de L. M. L. P.

En la tarde de este jueves, regresaron con el arrestado al piso para realizar un registro y una reconstrucción de los hechos. Una vez concluido, poco antes de las siete de la tarde, salió del portal y fue de nuevo conducido a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional. No está previsto que pase a disposición judicial al menos hasta mañana, ya que los agentes tratan de recopilar todos los testimonios y datos para elaborar los informes que serán remitidos al juzgado que se encuentra en funciones de guardia.

Los policías se entrevistaron con vecinos y con los otros residentes en el inmueble y también solicitaron las imágenes de las cámaras de seguridad de los establecimientos comerciales de la calle Luanco y también de la avenida de Portugal. «Del edificio todo el día sale y entra gente, la puerta está siempre abierta y es un continuo ir y venir. Además, cada poco tiempo interviene la Policía por conflictos entre los residentes y con gente de fuera», señala una vecina.

El cadáver fue llevado de madrugada por los servicios funerarios al Instituto de Medicina Legal, en Oviedo, para que los médicos forenses le practiquen la autopsia. Al parecer la víctima no trabajaba y se apoyaba con una muleta para caminar.

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