Matorras, un científico con galardón

Bajo el cielo de una calurosa noche de verano –y con lluvias dispersas–, la finca se transformó en un espacio de encuentro y celebración de la excelencia. El evento comenzó con una cóctel de bienvenida en la parte exterior de la Finca de San Juan, donde los más de 160 invitados compartieron charlas y reencuentros durante un buen rato. No faltaron los abrazos, la bebida y la comida. Entre los asistentes no pudo faltar la presidenta de la Asociación Cultural Plaza Porticada, Elena García Botín, quien destacó la importancia de celebrar y reconocer los logros en ciencia. «Es un orgullo premiar a Francisco Matorras Weinig. Estoy encantada con esta edición porque nunca habíamos premiado a un científico, que además forma parte de la Universidad de Cantabria. Hay que ponerlo en valor y es necesario reconocer esta labor tan importante», apuntó.

Tras casi dos horas de conversaciones, los comensales fueron accediendo al salón principal de la Finca de San Juan, donde disfrutaron de una cena de gala. Tras el banquete, la parte más importante: la entrega del XXVI Premio de Honor Plaza Porticada. Fue Elena García Botín quien otorgó el galardón a Francisco Matorras Weinig, que lo recibió con verdadera ilusión. «Es un gran honor que me reconozcan por mi trabajo, sobre todo en mi tierra y por parte de la Asociación Cultural Plaza Porticada. En este caso me agrada especialmente que también hayan reconocido a la ciencia. Es algo importantísimo que tenemos que tener en cuenta», confesó el catedrático de física en la Universidad de Cantabria, vicerrector de la UIMP y miembro destacado del equipo del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern). Los organizadores del acto no solo destacaron la brillante carrera y contribuciones a la física de Matorras, sino que también reafirmaron el compromiso de la Comunidad de Cantabria con la promoción y reconocimiento del conocimiento y la cultura. El galardón Premio de Honor Plaza Porticada sigue siendo un símbolo de excelencia y dedicación en diversos campos del saber. Este año, con el científico como galardonado, la ceremonia no solo celebró los logros individuales, sino también la importancia de la colaboración y la búsqueda constante del conocimiento.