«Los mayores agradecen que se les escuche»
Buscando Sonrisas ·
Coordina las actividades de la asociación en la residencia San Cándido. Su experiencia es que la gente mayor «nos aporta más que nosotros a ellos»Secciones
Servicios
Destacamos
Buscando Sonrisas ·
Coordina las actividades de la asociación en la residencia San Cándido. Su experiencia es que la gente mayor «nos aporta más que nosotros a ellos»LAURA FONQUERNIE
Jueves, 22 de agosto 2019, 07:30
Andrea López Martínez (1993, Torrelavega) coordina, dentro de Buscando Sonrisas, las actividades que se realizan en la residencia San Cándido. Anima a la gente a colaborar porque el voluntariado es «una adicción» que a ella «le ha cambiado la vida». Además de participar en otros ... proyectos, acude a diferentes residencias a hacer actividades con las personas mayores y comenta que, a veces, «lo único que necesitan es que alguien les escuche».
-¿Qué le animó a colaborar con Buscando Sonrisas?
-Mi familia siempre ha cooperado con causas benéficas y solidarias. Me viene desde pequeña. Esta asociación no la conocía. Me llamó la atención su nombre y todo lo que hacían en Valdecilla con los niños. Así que decidí buscar información. Hace tres años me presenté allí un sábado y descubrí todo lo que podíamos aportar los jóvenes a la sociedad. A mí el voluntariado me ha cambiado la vida.
-¿Entonces, ya había sido voluntaria antes?
-Sí. También soy donante de sangre desde los 18. Siempre que ha habido recogida de alimentos o alguna actividad parecida, he participado.
-¿En qué consiste el trabajo de esta asociación?
-En ayudar a todo aquel que lo necesite. Empezó en el 2016 con el parque infantil que hicieron en Valdecilla. Ahora estamos volcados con la humanización para mejorar la estancia de los niños. Desde su paso por Urgencias hasta quirófano y habitaciones. Estamos decorando el frío del hospital.
-¿Qué actividades se realizan o qué proyectos hay en marcha?
-Todos los días se va a Valdecilla a jugar con los niños hospitalizados. Además, se hacen talleres en el área infanto juvenil de psiquiatría. A parte, acudimos a residencias de la zona de Santander. Allí hacemos actividades, acompañamiento y salidas. Colaboramos con la Obra San Martín y con la Cocina Económica. También vamos los domingos al Racing y otros eventos solidarios que organizamos desde la asociación y con otras entidades.
-¿Los voluntarios pueden participar en cualquiera de las actividades?
-Sí, pueden ir a las actividades que quieran. Tenemos de todo y muchísimos voluntarios. Normalmente hay un grupo para cada cosa, pero hay gente que va a varias. Mientras tengan disponibilidad y quieran ir. Hay voluntarios de todas las edades, el único requisito es querer dar algo a los demás.
-Usted coordina lo relativo a la Fundación San Cándido. ¿De qué se trata?
-La Fundación es la residencia. Nosotros vamos allí. Hace dos años empezamos un proyecto que se llama 'Vamos de paseo' en el que se realizan salidas culturales, vamos a merendar chocolate con churros, les llevamos al Racing. También hay un chico que va una vez a la semana a leerles el periódico y comentan entre ellos las noticias de la semana. Cada sábado organizamos una actividad. Un grupo de voluntarios acudimos, hacemos manualidades y hablamos con ellos. A veces lo único que necesitan es que alguien les escuche.
-¿Cómo les ayuda a las personas mayores y qué les aporta a ustedes como voluntarios?
-Ellos nos aportan más que nosotros a ellos. Yo cada sábado aprendo algo nuevo. Ya sea un consejo o una lección de vida. Incluso nos han enseñado a coser punto de cruz. Ese día fue muy divertido porque enseñaron a tres chavales de 16 años, son cosas que llenan y a mí me da ternura verlo. Me llama mucho la atención que si no vas un sábado, al siguiente te «echan la bronca» porque no has ido. Están esperando durante toda la semana para salir de la rutina y estar con alguien que les alegre. A ellos es lo que más les llena.
-Tenemos mucho que aprender de ellos
-Totalmente. Yo creo que he aprendido más durante estos dos años aquí dentro o hablando con mis abuelos que en cinco de instituto. Sobre todo cuando te hablan de historia.
-Hay personas mayores que están solas. ¿Considera que se habla poco de esa soledad?
-Sí, y por eso vamos nosotros. Algo tan simple como ir a visitar a tu abuela a la residencia, no digo todos los días, puedes ir solo los domingos, ya es suficiente. Y, mientras estás con ella, igual hay alguien en la mesa a la que no va nadie a ver y no te cuesta nada darle conversación. No hace falta que lo haga una asociación, tú como nieta puedes hacerlo.
-No piden mucho
-Nada. Cada semana nos volvemos locos con qué actividad hacer el sábado. Luego vas allí y no la haces. Ellos sólo quieren hablar, con eso les vale, con que les escuches y te rías con ellos, son felices. Hay tanto cariño entre voluntarios y residentes, que somos como abuelos y nietos.
-¿Qué mensaje enviaría para animar a una persona a participar?
-Es algo que, aunque sea sólo una vez en la vida, hay que probarlo. Es una adicción. Nosotros nos pegamos los sábados para ver quien va la residencia. Hay sensaciones en la vida que hasta que no las vives, no puedes entenderlas. Es pura felicidad saber que has ayudado a personas que lo necesiten. Igual que ir a Valdecilla, esa fuerza que te dan cuando estás con un niño hospitalizado, esa fuerza de vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.