Los mayores de la residencia de Cueto serán los primeros en vacunarse del covid este domingo

«Se trata de hacer un simulacro, porque la logística de la vacuna es muy compleja», reconoció Rodríguez, refiriéndose tanto al manejo de la misma -«de cada vial hay que extraer cinco dosis, que se administran con disolución en suero salino»- como a los márgenes de tiempo disponible para completar el proceso. En este sentido, apuntó que la vacuna, conservada a una temperatura de -80 grados en ultracongeladores, «se descongela con prontitud, pero una vez sacada hay que aplicarla en un máximo de cinco horas», puesto que transcurrido ese tiempo «perdería su efectividad». De ahí la necesidad de medir bien los márgenes. «Está todo organizado de forma milimétrica», garantizó el consejero, que ayer aún desconocía el número de dosis que recibirá Cantabria en esta primera remesa. «Lo que sí puedo avanzar es que a partir del próximo lunes, la periodicidad de las entregas será semanal», dijo.

Para entonces, parte de los 187 residentes del CAD de Cueto ya estarán vacunados. Serán los primeros en estrenar la vacuna de Pfizer, que recibió el lunes luz verde de la Agencia Europea del Medicamento, pero el Servicio Cántabro de Salud y el Instituto Cántabro de Servicios Sociales ya trabajan sobre el cronograma que regirá el plan de vacunación en esta primera fase centrada en el ámbito de la dependencia. Una estrategia cuyo ritmo dependerá primero del número de vacunas recibidas y de las dificultades que se puedan encontrar en los centros los equipos de enfermería desplazados -habrá uno en horario de mañana y otro de tarde-. Álvarez recordó ayer que hay que tener en cuenta «los tiempos e incidencias, porque las personas dependientes de residencias tienen distintos grados, diferentes patologías, a veces problemas de movilidad, eso es lo que se viene a ver en este simulacro: en qué circunstancias se va a hacer la vacunación, cuántos precisan vacunar dentro de la propia habitación, que son la minoría, pero los hay».

La idea es que cada centro habilite una sala específica para la vacunación y que sean los residentes los que desfilen de forma organizada y manteniendo las medidas de seguridad para ponerse la inyección frente al covid. El tiempo invertido en el proceso va a depender del número de residentes, pero también del de profesionales. En el caso del CAD de Cueto dispone de 195 trabajadores, pero en otros centros la plantilla está mucho más ajustada. En cualquier caso, los titulares de ambas consejerías subrayaron que el objetivo es «ir lo más rápido que se pueda». Para supervisar la puesta en práctica del protocolo acudieron también la coordinadora de la vacunación covid en Cantabria, la farmacéutica Flora Pérez, la directora del Icass, María Antonia Mora, además de otros cargos de la Subdirección de Asistencia Sanitaria y de Política Social.

La vacunación se desarrollará previa citación de la propia residencia y del centro de salud correspondiente para que quede reflejado en la historia clínica de cada usuario, que deberá dar su consentimiento para ser inmunizado. «Bastará con el consentimiento verbal, salvo aquellas personas que no tengan capacidad, en cuyo caso deberá autorizarlo un familiar o allegado», explicó el consejero a preguntas de este periódico, aclarando también que «quienes no quieran vacunarse también quedarán registrados» y que la recomendación se extiende también a los que ya han pasado la enfermedad. «Como hay poca evidencia de en qué medida están protegidas y cuántos les va a durar la protección, se deben vacunar, excepto que estén en la fase aguda de aislamiento».