La doctora explica que llevan años reclamando la especialidad infanto-juvenil de Psiquiatría porque la realidad que vivían la hacía más que necesaria. Los datos evidencian que son muchos los niños y adolescentes que sufren trastornos con criterios clínicos y que detectarlos a tiempo y tratarlos pueden evitar muchas complicaciones.
La realidad que viven muchos en situaciones de pobreza, los problemas familiares, las redes sociales, las nuevas formas de relacionarse con sus iguales y las de siempre -no hay que olvidar que el acoso escolar sigue existiendo y que en la adolescencia las hormonas están en plena ebullición-, hacen que muchos menores no gestionen bien sus emociones y entren en una espiral de tristeza, apatía o mal rendimiento académico. Siempre será el pediatra el que valore si se está ante un cuadro que deba ser analizado por un experto y, si así fuera, una red de profesionales trabaja para ayudar a esos menores y a esas familias a abordar la situación.
Muchas veces necesitarán una medicación y otras psicoterapia. Lo que Payá advierte es que «un alto porcentaje de las patologías mentales de los adultos comenzaron a desarrollarse en edades infanto-juveniles», por lo que la prevención y la detección precoz es fundamental y, muchas veces, vital.
Sobre estas cuestiones charlará la doctora Beatriz Payá con la periodista Leticia Mena, que le formulará la preguntas que lleguen a través del correo electrónico auladesalud@eldiariomontanes.es dentro de una nueva sesión digital del Aula de Salud, que organiza El Diario Montañés y el Colegio de Médicos de Cantabria, con el patrocinio de la Consejería de Sanidad, el Servicio Cántabro de Salud y la Fundación Valdecilla.
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