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Vuelven las tensiones al ámbito médico. Si el pasado noviembre eran los profesionales de Atención Primaria los que se adentraban en una huelga para poner freno a la sobrecarga de sus agendas, ahora son los compañeros de los hospitales Valdecilla y Sierrallana los que ... han decidido plantarse, renunciando a realizar las actividades extra programadas fuera de su jornada ordinaria -las peonadas-. Esta medida, votada por unanimidad en la asamblea convocada por el Sindicato Médico, implica que a partir de la próxima semana dejarán de operar, de ver consultas y de realizar pruebas complementarias por las tardes todos aquellos que secunden la protesta. Una decisión que, de llevarse a cabo (aún no se ha trasladado a las respectivas direcciones médicas), supondrá el remate para unas listas de espera ya desbocadas hace tiempo –el último balance arrojó los peores datos de la serie histórica, con 15.322 pacientes en cola y casi cuatro meses de demora–, pues la actividad quirúrgica de tarde es el recurso principal de las Gerencias para aligerar la demanda acumulada. Los médicos han puesto condiciones para seguir prestándose como voluntarios a estos programas especiales: la actualización del precio que se les paga por este trabajo, que según denuncia el Sindicato Médico, lleva «congelado desde hace más de 10 años».
Los representantes sindicales han expuesto la situación al gerente del Servicio Cántabro de Salud, Rafael Sotoca, que «únicamente se comprometió a una subida no lineal del 5% y con condiciones», señalan en nota de prensa. Una cuantía que los facultativos han rechazado de plano «por no cubrir ni siquiera la inflación del último año». Según explica el Sindicato Médico, «en el año 2023 un médico percibe por esos conceptos aproximadamente un 30% menos de lo que recibía en 2008. El precio se bajó con la crisis anterior y desde entonces está congelado. Sólo en los últimos 5 años acumula un 15% de pérdida de poder adquisitivo por ello». A modo de ejemplos, indica que «por operar una catarata el médico recibe 70 euros brutos; 50 por realizar una endoscopia, 17 euros por informar un TAC o 12 euros por una mamografía». Cantidades que juzgan «irrisorias», pues «son de media diez veces inferiores a lo que percibirían por los mismos actos en la medicina privada».
Desde el SCS el propio Sotoca ha respondido que «se está trabajando en una propuesta de mejora, que refleja un alza de las tarifas, y que se llevará a la mesa sectorial para su negociación en los próximos días». De tal forma que este nuevo acuerdo se sume al firmado el pasado noviembre, que además de las reivindicaciones del colectivo médico de Atención Primaria, ya incluía «mejoras del 6,4%» de las retribuciones de las guardias hospitalarias. Y es que este nuevo conflicto se abre apenas un mes después de que el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, anunciara en el Pleno del Parlamento una inyección de «un millón de euros» adicional para aumentar la actividad quirúrgica por las tardes, las consultas y las pruebas diagnósticas dentro del plan de choque para paliar las listas de espera. A la espera de ver cómo se reparte ese dinero, lo que deja claro el gerente en sus declaraciones es que «la propuesta del sindicato convocante de una subida del 25% es completamente desproporcionada».
Cabe recordar que en mayo del año pasado ya hubo otro plante protagonizado por los anestesistas de Valdecilla tras la orden de Sanidad de desplazar parte de sus efectivos para cubrir las guardias en el Hospital de Laredo. Ahora, la medida no se limita únicamente al equipo de Anestesiología y Reanimación, sino que se extiende al resto de servicios que participan en estos programas extraordinarios, siendo especialmente preocupante el caso de Radiodiagnóstico, dado el gran atasco existente para pruebas de resonancias y escáner (TAC) pese a citar mañana, tarde, noche y fines de semana, y más teniendo en cuenta que en breve se adentrará en una obra de ampliación que anulará de forma temporal algunas de sus máquinas. De entrada, las citas de las resonancias en Valdecilla no se verían afectadas por esta negativa de los médicos a participar de las jornadas especiales, dado que no se cubren con peonadas, pero sí repercutiría en los TAC y las ecografías. No obstante, desde el servicio de Radiodiagnóstico aclaran que en caso de variación en las citaciones se avisaría a los pacientes del cambio.
Según el Sindicato Médico, esta nueva protesta implicará que «se dejarán de realizar unas cincuenta intervenciones quirúrgicas a la semana en cada uno de los hospitales y se harán cien TAC y ochenta ecografías menos sólo en Valdecilla». Además, añade que a «este malestar se une al hecho de que desde el año 2010 los médicos tienen reducidas sus pagas extras entre un 30 y un 40% por el decreto-ley de medidas extraordinarias de Zapatero, que aún se les aplica».
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