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Mientras la presidenta del Gobierno de Cantabria visitaba las instalaciones a estrenar en el Hospital de Laredo, con la buena noticia del acuerdo alcanzado con los anestesistas, los médicos de Urgencias lanzaban un SOS en una nota de prensa remitida a este periódico: «La ... situación que atraviesa el servicio es insostenible. Es imposible mantener la correcta atención si no llega más personal para cubrir las bajas que acumulamos». En su escrito, recuerdan que «históricamente, ante la falta de contrataciones para sustituir a los médicos de la plantilla de Urgencias durante sus vacaciones, el personal ha venido redoblando esfuerzos año tras año para tratar de cubrir la atención, con el consiguiente desgaste tanto mental como físico, lo que nos ha llevado a una situación límite».
La propia Sáenz de Buruaga, en su intervención, subrayó que el Ejecutivo es «plenamente consciente de la presión asistencial que sufren estos profesionales». Pero a renglón seguido reconoció que «es cierto que no hemos encontrado todavía una solución a las enormes dificultades de contratación en Urgencias. No nos vamos a dar por vencidos en ningún caso. Seguimos buscando alternativas y articulando medidas para paliar este problema y lo conseguiremos».
Sin embargo, el equipo de Urgencias cuenta con que esa solución aún por definir no llegará a tiempo para un verano que esperan «muy complicado», cuando «llevamos desde noviembre avisando a la Gerencia, y desde ésta a la Consejería, de que iban a faltar hasta seis facultativos para cubrir la atención correcta habitual de Urgencias desde junio hasta final de año». Pero la respuesta encontrada hasta la fecha es que «no hay médicos disponibles para contratar». Es más, sostienen que, «según nos informaron la Gerencia y la Dirección médica en la reunión celebrada el 26 de abril (solicitada por todos los médicos de Urgencias), no solo no se va a reforzar la plantilla de cara al verano, sino que se va disminuir significativamente el número de profesionales que desempeñan su trabajo diariamente». Ante esta situación, los facultativos responden que «de esa forma no es posible garantizar la seguridad de los pacientes ni una asistencia sanitaria con unos mínimos estándares de calidad, pudiendo darse situaciones inasumibles, lo que abocaría a un eventual cierre del servicio de Urgencias del hospital».
Insisten en que «esa sobrecarga y estrés en un trabajo de tanta responsabilidad puede acarrear problemas importantes de salud para los médicos, ya de por sí agotados de tantos años de autocobertura», lo que «inevitablemente acabará menguado el número de componentes de la plantilla que tan difícil es mantener en un hospital comarcal como Laredo». A su juicio, «ni la población de éste área ni el personal médico de Urgencias, que ha demostrado con creces su compromiso con este hospital durante tantos años, merecen este trato». Por medio de su escrito -concluyen- «queremos informar, y hacer partícipe a la población de nuestra área, de la situación de emergencia que atraviesa nuestro hospital».
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