Los médicos ven «complejo» reducir las guardias: «Implica más gasto y personal»

Pero sí ha dado su visión de la idea de la ministra Mónica García -exclusivamente desde la experiencia personal de sus 25 años en gestión sanitaria-, Pablo Serrano, subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS). Serrano ve «sumamente complicado» que se puedan reducir las guardias médicas de 24 a 17 horas por las «múltiples variables que entran en juego». No niega que el debate político sea «pertinente», porque «la evidencia científica señala que hay más probabilidad de que se produzcan errores médicos cuanto más tiempo de trabajo, sobre todo en guardias muy intensas». Si bien, dicho esto, estima que la propuesta del Ministerio no pasará de la mera reflexión.

«Es razonable plantearse el cambio, porque las guardias prolongadas no son lo ideal, pero hay que tener en cuenta que el modelo actual está constituido sobre esa base de las 24 horas, con lo cual establecer límites horarios implica modificar todo el sistema de organización (ver cuántos puestos hay por servicio y por centro, tipos de jornada, necesidades asistenciales que se generan...). La ecuación es muy compleja».

A sus ojos, si en algún momento se diera el paso, conllevaría «implicación presupuestaria, porque si reduces el número de horas de atención continuada por profesional, eso significa que necesitas más personal para cubrir el resto del tiempo» (es decir, más dinero, a cargo de las comunidades autónomas). A esto suma «el segundo problema»: el déficit de relevo que ya arrastran muchas especialidades médicas. También habría dificultades para encontrar doctores para cubrir esa nueva organización. «Una fórmula que salga bien para todos los actores es muy complicada», advierte.

El vicepresidente del Sindicato Médico, Santiago Raba, lo ve aún más negro. Considera que la medida anunciada por la ministra de Sanidad es «irrealizable y utópica». «Es un anuncio puramente político y un brindis al sol, porque no hay médicos. Así que no lo veo, ni por recursos humanos ni por recursos económicos: todavía tenemos reducidas las pagas extras un 35% desde la crisis anterior», ilustra.

Y eso que cree que, en pleno siglo XXI, sería «muy deseable reducir la duración de las guardias». Pero, a su juicio, la Administración sanitaria está justo en la tendencia contraria, porque los facultativos que hoy cubren las guardias hospitalarias «están sufriendo cada vez más presiones por parte de las direcciones médicas para que hagan actividad no urgente en ese tiempo para bajar la lista de espera». Y pone, de hecho, como ejemplo el caso de Anestesiología de Valdecilla, «donde, con la expansión de la radiología intervencionista, se han añadido más de 400 urgencias anuales sin que el número de anestesistas de guardia haya aumentado».

Al tiempo, señala que los sueldos en la Sanidad «son tan bajos que habría profesionales que perderían hasta el 40% de su retribución total» si se les redujera esta prestación. «Es lamentable, pero es así. Las estadísticas -señala- dicen en ocasiones que hay médicos que ganan 4.000 ó 5.000 euros, pero no especifican que lo ganan a base de vivir en el hospital, literalmente».

«Yo solo veo dos opciones a lo de la ministra. O reducción de horas sin pérdida retributiva (ella ha dicho que la medida sería sin pérdida económica) o redistribución. Para lo primero hace falta contratar más y no hay médicos y, obviamente, tendría un coste. Lo segundo lo rechazaría la propia profesión. Significaría que una guardia en domingo o festivo habría que dividirla en un periodo de 17 horas y en otro de siete. En vez de trabajar un domingo, tendrías que trabajar dos».

Para el presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande, el asunto es «muy complejo» y habría que valorar muchas cuestiones al tiempo, porque las horas de las guardias y su intensidad «dependen de la organización de cada hospital y de cada especialidad». «No en todas trabajan lo mismo ni en las mismas condiciones». Afirma, no obstante, que todas las medidas que «mejoren la conciliación familiar de los profesionales, a priori, están bien».

«Nosotros somos los más interesados en que el médico esté en las mejores condiciones físicas y psíquicas para desarrollar sus competencias» en su horario laboral, agrega, porque esto también «favorece la seguridad clínica de los pacientes». Fuera de estas líneas generales, Hernández de Sande apunta que, en Cantabria, en la Atención Primaria, las guardias ya son de 17 horas (de 15.00 horas a 08.00 horas), salvo los fines de semana, que son de 24 horas.