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Usuarios se dirigen a facturar su equipaje, ayer, en el aeropuerto Seve Ballesteros de Santander. Antonio 'Sane'
«Es una medida engañosa y abusiva»

«Es una medida engañosa y abusiva»

Los pasajeros de Ryanair muestran su desagrado en el Seve Ballesteros por una política de equipaje «impropia de una compañía de bajo coste»

Javier Gangoiti

Santander

Sábado, 3 de noviembre 2018, 07:46

Una docena de viajeros en la cola de facturación ilustraba las consecuencias de la nueva política de Ryanair. Sus equipajes, con medidas ajustadas al antiguo sistema gratuito, les obligaban esta vez a rascarse el bolsillo. Una medida que la mayoría de los usuarios definió como «impropia para una compañía de bajo coste». A su juicio, la aerolínea irlandesa ha renunciado a una de sus señas de identidad: permitir a sus usuarios viajar con maletas de forma gratuita. La reacción de muchos de los pasajeros que ayer asistieron a la segunda jornada de la nueva tarifa de equipaje no se hizo esperar. No en vano se trata de una suplemento de entre seis y ocho euros y de la que sólo estarán libres aquellos que quieran portar únicamente un bolso, un maletín o una mochila de pequeñas dimensiones.

La puesta en marcha de la polémica medida era un tema recurrente en muchos de los corrillos que se formaron ayer en el aeropuerto Seve Ballesteros. Iván López mostró su decepción después de verse obligado a pagar para volar a Roma con su maleta. «Es un impuesto que sobra totalmente, y más teniendo en cuenta que se trata de una compañía de bajo coste. No lo entiendo», se quejaba el usuario. Muchos como él manifestaron su malestar por una política que, tal como declararon, simula un precio que no se corresponde con el final. Una argucia para continuar destacando su condición 'low-cost' en los comparadores de precios de internet sin llegar, eso sí, a percibir una fuga de clientes que se percaten de la tarifa. «Si lo que quieren es destacar por el precio, no deberían obligarnos a pagar por la maleta. Es engañoso y abusivo», añadió López, que valoró la posibilidad de renunciar a volar con la compañía en caso de que la tasa se instale definitivamente en la normativa dublinesa: «Tendrían que darse cuenta de que los primeros afectados por la medida podrían ser ellos».

«Es un impuesto que sobra, más teniendo en cuenta que Ryanair se considera de bajo coste».

Iván López

Por su parte, Beatriz Calleja y Jairo Pinto representan a los últimos pasajeros amparados bajo el antiguo sistema. Agradecen esa condición, aunque reconocen que la extinción de este tipo de usuario es inminente, al menos a ojos de la aerolínea irlandesa. Esta circunstancia no les impidió mostrar su enfado por la reciente política, que censuraron por su «carácter engañoso». Pinto simpatizó con los usuarios afectados y señaló que «por culpa del nuevo sistema uno puede pensar que va a volar más barato, pero luego se encuentra con que tiene que pagar el coste del embarque prioritario», acusó. Por su parte Calleja aludió a la compañía para que «cobren ese dinero directamente en los billetes, de modo que el precio final no sea una sorpresa. De no ser así», advirtió, «sale más a cuenta coger otro vuelo».

«Deberían cobrar ese dinero directamente. Si no, sale más a cuenta viajar con otra empresa».

Beatriz Calleja

Rechazo a la tarifa

El descontento con el suplemento era generalizado. Tal fue la decepción de los viajeros que muchos pidieron una reacción por parte de las instituciones, tal y como sucedió esta semana en Italia. «Creo que en España el Gobierno podría tomar las mismas medidas que se han adoptado allí», manifestó Iván López antes de embarcar. El usuario se refería a la decisión de la autoridad responsable de la competencia del mercado en el país alpino, que anunció el miércoles que no permitirá a Ryanair ni a Wizz Air (la otra compañía que se ha sumado a la polémica normativa) cobrar este suplemento.

«El nuevo sistema invita a pensar que se puede volar más barato de lo que es en realidad».

Jairo Pinto

El organismo argumentó en su comunicado que el sobrecoste debería estar incluido en la tarifa estándar. Tal y como aseguró, aplicarlo supone «una representación falsa del precio real del billete». Algo que, a su juicio, revela un «engaño para el consumidor».

El testigo de esta posición en España lo recogió el colectivo de Consumidores en Acción, Facua, que criticó al Gobierno por no tomar las medidas pertinentes para que la nueva normativa de Ryanair quede anulada. En un comunicado, Facua señala que esta nueva política «vulneraría la propia legislación española», concretamente la Ley de Navegación Aérea, que establece que la compañía «estará obligada a transportar de forma gratuita en cabina, como equipaje de mano, los objetos o bultos que el viajero lleve consigo», recogiendo como excepción para denegar su transporte a razones de seguridad, peso o tamaño del objeto.

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